Era obvio, hace varias semanas advertí que los candidatos de la oposición no tenían vocación de kamikazi. El mecanismo de las encuestas demostró que las encuestas mienten, que las empresas que hacen encuestas se venden y que para la oposición las encuestas no sirven para un carajo. Si Rojas Suárez no acepta retirarse en cierto modo tiene razón, las encuestas de la oposición nunca han servido para nada. ¿Por qué no ir a unas elecciones primarias en las bases de la oposición?, la respuesta es muy sencilla, NO TIENEN BASES, NO TIENEN GENTE.

Los argumentos de los candidatos de la oposición son más descarados, pues se adjudican hasta el porcentaje de los indecisos, es como si un candidato dijese que todas las personas que no encuestaron son sus seguidores y por eso aparece perdiendo en las encuestas. Pero lo más divertido es que se hacen llamados a la unidad disparándose insultos de todo calibre. Para las alcaldías la situación es más compleja, pues resulta que a la oposición lo único que les falta es lanzar un candidato a la alcaldía de Nueva York. Y es que candidatos tienen, pero ¿quiénes son?, para variar los mismos que han perdido las mismas elecciones los últimos 10 años.

En Bolívar, probablemente en todo el país, está muriendo el folclor de las candidaturas, un carnaval en extinción. La contrarrevolución también muere en ese proceso y se evidencia con las candidaturas del PPT, pues uno de sus supuestos líderes Gilberto Villarroel, quién intentó sin éxito infiltrarse en el PSUV para luego desacreditarlo porque no le dieron lo que quería, recibe una bofetada de su antiguo partido PPT. Sus ex compañeros del PPT escogieron a dedo otro candidato perdedor, pero Gilberto no se atreve a decir nada contra el cogollo azul. Alguien debe informarle que el PPT realizó unas primarias en las que votaron dos, Mauro Suárez y Pastora Medina, la verdadera militancia de los azules.

La unidad de la oposición estaba sentenciada a muerte desde su inicio, porque jamás quisieron asumir cuantas personas los apoyan y partiendo de esa verdad trabajar en las comunidades para ganar seguidores a sus propuestas. Pero tampoco tienen propuestas, y algo peor, tienen un pasado tan nefasto que las personas no creen en sus ideas. Es curioso que un diario regional, que funciona más como Comando de Campaña de Andrés Velásquez, no perciba la manera antidemocrática como se elige al candidato de la oposición. Todos los analistas de ese diario juzgan la supuesta manipulación del presidente Chávez para escoger sus candidatos a dedo. Y resulta que el PSUV con todas las diferencias que puedan presentarse elige nuevamente por las bases las candidaturas a diputados regionales. Acusan al PSUV por los porcentajes de abstención, pero resulta que en la oposición ni siquiera pueden medirse porque es evidente que no iría nadie.

Nos debe llamar poderosamente la atención lo desacreditada que están las empresas encuestadoras. Ya me lo habían advertido algunos directores de emisoras radiales, quienes lamentan que las empresas que hacen mediciones de popularidad siempre se venden perjudicando al gremio. Las encuestas son un mecanismo científico para medir matrices de opinión, pero en Venezuela son un negocio que la oposición ha prostituido.

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