Algunas pinceladas sobre la oposición extremista de Venezuela

” Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos” (Frida Kahlo)

Tenemos que comenzar diciendo que esa oposición es nuestra. Tiene sello venezolano. Es única en el mundo. No hay otra igual.

Así, como el 95 % de los productos alimenticios que se distribuyen a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), se producen en el país, asimismo, tenemos una oposición extremista que es Made en Venezuela

Veamos sus características

1.Es una oposición que sufre del “síndrome del coloniaje”, porque no hace nada sin que su amo del norte se lo indique. Las evidencias sobran.

Debe recordarse que, en la dialéctica del amo y el esclavo, Friedrich Hegel, describe muy bien esa dependencia y lo que ha marcado la relación desigual entre los seres humanos. Entre tiranos y tiranizados. De este modo, la dialéctica histórica es la dialéctica del amo y el esclavo. Lo que ha movido la historia es esa contradicción entre unos y otros y ha dado lugar a una desigualdad en la autoconciencia de los seres humanos.
2.Una oposición que no tiene sentido de patria y que valora muy poco el gentilicio venezolano.
Veamos un solo ejemplo. El dirigente opositor Leopoldo López ha reiterado su visto bueno a "cualquier intervención", incluida la militar por parte de Estados Unidos, para sacar del poder al presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que se ha referido como "cabeza del narcotráfico", en respuesta la demanda del mandatario de retirarle la nacionalidad, precisamente por apoyar una invasión del país.
Dijo: “No es una operación contra los venezolanos, sino contra el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles" y definió las acciones estadounidenses como una forma de "reivindicar" la "soberanía".
Agregó que Estados Unidos ha sabido "encuadrar el problema de Venezuela de manera correcta" y confía en que la "solución" permita alcanzar "la democracia".

Destacó que la Administración Trump ha sabido analizar lo que ocurre en Venezuela, que va más allá de la democracia o una crisis humanitaria y "ubica correctamente" el problema en Nicolás Maduro "como la cabeza de una organización criminal".

López ha reiterado que está de acuerdo con "cualquier medida de presión" y se ha mostrado convencido de que los venezolanos también.

"Esto no es un ataque a Venezuela, esto no es un señalamiento a Venezuela, no es un señalamiento a los venezolanos, es un señalamiento directo a la estructura criminal que encabeza Nicolás Maduro", ha justificado López.

Nicolás Maduro es un narcotraficante, un criminal, un represor que ha secuestrado el Estado venezolano y que sólo con su salida podrán darse los cambios en Venezuela. No hay una negociación, no hay una gestión, no hay un mensaje que se le pueda mandar a Maduro para que cambie su comportamiento", ha incidido.
3.También, este sector, dice que las políticas del presidente Trump contra el régimen criminal de Maduro no solo están justificadas, sino que son necesarias y proporcionales a la amenaza. Incluso podría estar subestimando lo que el régimen está dispuesto a hacer para aferrarse al poder. Tienen planes de contingencia para cualquier escenario extremo a fin de asegurarse de nunca ceder el control.

Las palabras hablan y mucho.

4.Mientras tanto, un grupo bipartidista de senadores estadounidenses presenta una resolución de poderes de guerra para impedir que la Casa Blanca inicie una ofensiva militar contra Venezuela sin la autorización del Congreso de Estados Unidos, después de que el presidente Trump dijera que “muy pronto” se daría inicio a una operación terrestre en territorio venezolano. La resolución fue copatrocinada por los demócratas Chuck Schumer, Tim Kaine y Adam Schiff, junto con el senador republicano del estado de Kentucky Rand Paul, quien escribió: “El pueblo estadounidense no quiere verse arrastrado a una guerra interminable con Venezuela sin un debate público ni una votación. Debemos defender lo que exige la Constitución [de Estados Unidos]: deliberar antes de ir a la guerra”.

5. Una oposición que hace fiesta y se beneficia directamente de que a Venezuela se le apliquen las medidas coercitivas unilaterales y que se le despoje de muchas propiedades, importándole un bledo que eso afecte al pueblo al que, luego, le solicitan el voto.

6.Estos sectores siguen empeñados en levantar una bandera que sólo tiene siete estrellas, tanto al interno de nuestro país como en los distintos lugares donde se ha anidado la emigración de venezolanos y venezolanas, negando con ello una realidad: el decreto del 20 de noviembre del año 1817, emitido por el Libertador Simón Bolívar, en el Palacio de Angostura, donde incorpora una octava estrella en la Bandera Nacional, como emblema de la provincia de Guayana liberada a finales de 1816, amplio territorio conformado por los actuales estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.

Estos sectores se resisten a entender, de una vez por toda, que eso es bolivariano y que, con esa medida, el Libertador reconoció el gran valor que esta región del país tuvo en el impulso a la gesta independentista y la desmoralización irrefrenable del ejército realista.

También deberían saber que el mismo decreto tuvo vigencia sólo por cuatro años, ya que quedó derogado el 4 de octubre de 1821 por el Congreso de Cúcuta, que tenía como objetivo la unificación de Nueva Granada y Venezuela en una sola nación.

Esos sectores, más bien, en su antichavismo visceral, se niegan a admitir esa realidad, y todo porque fue durante la presidencia del comandante, Hugo Chávez Frías, en el 2006, cuando se le dio curso para el cumplimiento del decreto del Libertador Simón Bolívar y se ordenó el cumplimiento de ese decreto, exigiendo la incorporación de la octava estrella, en reconocimiento de la gesta emancipadora e independentista de la Provincia de Guayana.
7.Son los mismos que estimularon gran parte de la emigración y, ahora, tratan a los migrantes como delincuentes.
En definitiva, ser de oposición es una opción política. Eso no es malo.
Lo malo es practicar el racismo, despreciar a los chavistas, odiar a los pobres y ser censitarios.


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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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