¡Hey!... Usted puede votar por el Sí y seguir siendo opositor

¡Epa! Un momento amigo opositor. No se vaya de las primeras recordándome iracundo (en su intimidad de lector) a mis familiares más queridos y tampoco me catalogue de cínico y provocador por la atrevida sugerencia y aclaratoria que expreso en el título de este artículo, ofrecido para el debate y reflexión.

Aunque sea solo por una vez, en el resto de su vida de opositor, saque por un milisegundo el enchufe de su conciencia (e inteligencia) del tomacorriente de los medios de irracionalización y manipulación antichavista y conéctelo, ¡por el amor de Dios!, al cajetín de su más íntima racionalidad y sabiduría.

Así, con todo el esplendor de su soberano pensamiento, podrá valorar la propuesta del sí a la luz de la potencia que va a ofrecer a su poder de decisor en las contiendas electorales del futuro.

¡Ojo!. Yo no le estoy pidiendo a usted que realice este particular experimento sintonizando a Venezolana de Televisión (VTV) ni a cualquier otro medio donde hablen bien de Chávez. Le advierto esto, por el respeto que me merece, y además porque no me he olvidado que estoy dirigiéndome a un opositor inalienable. ¡Mosca pues!

Otra cosa: no se avergüence ni se sienta mal cada vez que tenga la oportunidad o necesidad de utilizar e invocar los postulados de la Constitución Bolivariana; creyendo que nuestra carta magna es un instrumento exclusivo para el consumo chavista.

Ella, en democracia, es ley de leyes para todos los ciudadanos de la república, incluyendo a aquellos que, como usted, seguramente acataron la orden de negación que dieron los grandes medios de comunicación de masas en el año 99, cuando se opusieron a su inolvidable aprobación.

Le digo esto porque estoy plenamente seguro que usted participo, utilizando los mecanismos previstos en esa constitución, en la convocatoria del referendo revocatorio del 2004 contra el mismo autor de la propuesta, es decir el presidente Chávez.

Usted nunca podrá negar, compatriota opositor, que ese suceso democrático; que resolvió la crisis política de ese entonces, se produjo gracias a la existencia del famoso artículo 72 de la bicha.

Ahora le pregunto: después de ejercer ese fundamental derecho soberano, sudado y conquistado liberrimamente por el noble pueblo chavista para que a la final lo usaran también los antichavistas, ¿dejo usted de ser opositor? ¿Y no concurrió disciplinadamente el gallardo y magnánimo presidente Chávez a la cita con la soberanía popular, obedeciendo a los mandatos de su hija para dilucidar las dudas de aceptación o rechazo que ustedes aparentemente tenían?…¡Vamos dígame!.. ¿No se quede callado?

Ningún medio comunicacional, por muy antichavista que sea, puede arbitrariamente mandarlo a usted a votar contra su propia soberanía porque ese poder y privilegio no se negocia, y además usted no se lo debe a ellos para que lo obliguen a complacerlos en tamaña renunciación.

Por otra parte: usted no es un descerebrado para que le mientan y lo manipulen como una marioneta, anotándolo en aventuras que lo despojan de derechos sagrados sin ninguna indemnización.

La enmienda no reelige a Chavez ni a nadie, como le han desinformado irrespetuosamente a usted. La enmienda, le aclaro, lo que persigue es darle mayores facultades decisorias para que usted las use cuando le dé su real gana, y en ese asunto, como en sus finanzas personales, nadie que no sea usted puede meter la cuchara… ¡Nadie!

El presidente Chávez no está pidiendo que voten por él, en esta consulta, porque aquí no se trata de un asunto personal. La aprobación de la enmienda enriquece el poder de decisión de la gente: sean escuálidos o revolucionarios.

Mañana o pasado, amigo opositor, usted puede tener la suerte de que alguno de sus compañeros que están ahora mandando en gobernaciones y alcaldías, después de una gestión satisfactoria la comunidad puede desear que ese señor le continue sirviendo con acierto, prontitud y calidad.

La Constitución actual frustraría el anhelo y la aspiración de los habitantes de esa localidad. Ees decir la carta magna le daría un no rotundo al derecho natural de esa gente a tener una persona probada en el cumplimiento cabal de sus responsabilidades gubernamentales y de sus compromisos con la gente.

¿Cómo podemos seguir permitiendo que, en esta materia, la propia constitución sea un obstáculo al ejercicio de la voluntad soberana del pueblo que la creó?… Esto solo puede resolverse votando Sí, para corregir el entuerto sin que haya necesidad de pedirle a nadie que renuncie a su ideología. ¡Por eso usted, caballero, puede votar Sí y continuar su próspera carrera de opositor!

(*) Ex presidente del Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui, Cleanz, y ex diputado de este mismo cuerpo parlamentario.



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