No estoy seguro si llamar el resultado como victoria, se rompió el 60-40%

Insisto, en una oportunidad Fidel le dijo a Chávez en referencia al 60% del voto bolivariano y el 40% opositor; haciendo referencia sobre que porcentaje de ese 40% correspondería a sectores bajos de la población y la importancia de atender el asunto.

Pues bien, revisando las cifras oficiales a nivel de Estado, Municipios, Parroquia y hasta por centro de votación, se pudo observar que, amplios sectores de los estratos C, D y E, sufragaron por la opción del No, lo que me llama poderosamente la atención no es solo eso, sino que las diferencias en algunos casos son alarmantes, sobremanera en los estratos más bajos.

La diferencia entre opciones a favor del Si, de un millón trescientos mil votos, no nos debe encandilar de modo alguno, por el contrario, creo que, lo planteado anteriormente obliga a muchas reflexiones y encuentros necesarios, la oposición avanzó, de donde saco los quinientos mil votos que aumentó en la votación y que influyó en ella. Y por si fuera poco, es importante escrutar a la saciedad la votación en el Área Metropolitana de Caracas y en forma particular sobre lo ocurrido en el Municipio Sucre e inclusive la votación en Petare como parroquia, no nos vamos a referir a otros casos a nivel nacional en este trabajo.

Debilidades las hay y están allí, por donde comenzar para escrutarlas, diagnósticarlas y revertirlas, de que y quienes depende que así sea; la pregunta es pertinente, es el partido, es la dirección del gobierno o son las organizaciones sociales debidamente organizadas a través de la contraloría social bien instrumentada, informada y formada; es necesario el control y seguimiento de la gestión pública, quien lo hace; como se transforma la estructura y papel del Estado, por donde comenzar y quien lo hace, hasta donde modificar la misma, son interrogantes que hay que asumir y buscarle respuestas.

Por otra parte, dado el consentimiento de esta realidad y lo perentorio además, del combate contra la corrupción, hasta el momento no puede haber otra alternativa que la que deben procurar los dirigentes de los organismos cualquiera que este sea, desde un ministerio, hasta una alcaldía, creo fielmente que mientras no se reconozca que el problema o asunto comienza por allí, no se va a adelantar que la gestión mejore y en este aspecto es importante destacar el control externo autorizado e institucional fuera de los organismos tradicionales del Estado, romper con el burocratismo a partir de lo tradicional es improbable y complejo, por tanto, se impone una nueva modalidad que podríamos llamar la formación de Contralores Sociales formados e institucionalizados a través de una Oficina a nivel de la Presidencia, si ya existe, perfecto, adelantemos lo que haya que adelantar, no sería intromisión o injerencia en el devenir normal de una Institución, tan solo el que esté allí, de buena fe, no podría oponerse a que esto se realice y produzca los efectos esperados, por el contrario, para el gerente público, debe ser una garantía para la gestión. Estoy convencido, que una de las áreas a abordar y considerar una transformación radical, es la Planificación Pública a nivel de cada organismo o Institución, por lo general, se continúa la tradición a partir de los conocimientos institucionales y lo que la normativa exige, ignorando la necesaria transformación en cuanto a la participación de las comunidades organizadas, tanto en las prioridades, como en los objetivos cualitativos y las metas cuantitativas; planificar para la gente, sí, aquella que debe recibir los beneficios de la gestión, de manera directa e indirecta.

Es por ello, que aseveramos que en las prioridades en el futuro inmediato, deben estar directamente relacionadas con el futuro de la revolución, estas luchas que competen a la eficiencia de la gestión pública y la relación biunívoca con los ciudadanos, deben extenderse hacia el tema de la inseguridad pública; aunque el asunto es complejo porque involucra a los poderes públicos, entonces vayamos hacia allá, debemos generar políticas de Estado que involucre a las organizaciones sociales conjuntamente o de manera social-estatal para acometer estas tareas; no nos vamos a extender en esta particular discusión que siempre genera una pregunta; quien le pone el cascabel al gato, lo trataremos en otro trabajo.

Ahora bien, volvamos al tema original, que es la distribución del voto en los comicios de la enmienda y la importancia de oportunar los temas tratados anteriormente y su relación con la estructura organizativa partidista o no de la revolución bolivariana; por otra parte, igualmente dejaremos para otro trabajo, lo relacionado con el conocimiento, la conciencia y la formación política ideológica, de importancia vital en esta etapa de la revolución rumbo al socialismo que queremos.

Hagamos lo que tengamos que hacer con decisión en la búsqueda de la voluntad política que debe impregnar los próximos pasos y decisiones en estas materias, convirtamos el amor en trabajo, convirtamos la voluntad en decisiones, convirtamos la lucha en soluciones y convirtamos la revolución en el norte de todos los días.

rafaelfebles@yahoo.com






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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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