Los Números en Nueva Esparta

Desde costa firme, hay muchas probabilidades de incurrir en errores y omisiones al intentar analizar los resultados electorales del 23-N en el Estado Nueva Esparta. Se carece de un adecuado acercamiento a la realidad y aunque esa aproximación pueda permitir alguna “contaminación” en el juicio que se haga o formule, es sin lugar a dudas importante para entender ese acontecimiento

Viendo en perspectiva los datos de diferentes procesos electorales (2000/2008) del Estado Nueva Esparta, es posible poner en un papel o pizarra de trabajo algunos datos para encontrarle una explicación y sentido. En atención a la información disponible en la base de datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), Alexis Ramos ganó la Gobernación en las elecciones regionales del 2000 con 60.920 votos y de ahí hacia adelante; el proceso ha podido ganar nuevamente en la elección presidencial del 2006 con 112.697 votos. En esa fecha, el proceso superó la votación de la oposición en un 42,28%.

Para el 2004, la diferencia entre Alexis Ramos y Morel Rodríguez fue de 10.083 votos y para el 2008, la diferencia entre Faríñas y Morel fue de 30.760 votos. Esos datos no agregan (por ahora) ninguna explicación al proceso revolucionario en el Estado Nueva Esparta.

Para el 2008 y de acuerdo con la información disponible en el CNE, Fariñas no ganó en ningún Municipio a Morel Rodríguez, más sin embargo, se ganaron en seis Alcaldías y en ese ámbito, si hay datos que necesitan revisarse, no para complicar el proceso en la Isla, sino para lograr una mejor conducción. En dos de las seis Alcaldías (33,3%), la votación de Fariñas estuvo por encima de la votación obtenida por los candidatos del PSUV en esos municipios y en las otras cuatro (66,6%); la votación de los candidatos que ganaron fue mayor. Estos datos, no dicen o sugieren que en esos Municipios, los candidatos a las Alcaldías favorecieron un la política del voto cruzado, simplemente (por ahora) es un dato que debe o puede ser explicado no para acentuar los conflictos internos, sino para mejorar la conducción.

Es posible que esa diferencia a favor de los Alcaldes se deba o se explique a partir del liderazgo que tienen estos candidatos en sus respectivas comunidades y que no se transfieran directamente al candidato a Gobernador. Es un fenómeno que puede ser explicado (como ejemplo) a partir de la figura y liderazgo de Chávez, que como sabemos, realizó un extraordinario esfuerzo en varias entidades del país, pero no transfirió automáticamente todo liderazgo a los candidatos a gobernadores.

En el 2004, los candidatos a las Alcaldías del MVR alcanzaron una votación que estuvo en un 11,00% menos que la obtenida por Alexis Ramos. Los candidatos lograron 49.956 votos y Alexis obtuvo 56.350. En este proceso (23-N), los candidatos a las Alcaldías superaron en 1,57%, la votación obtenida por Fariñas. En esto, y aunque la distancia es poca, es importante evaluar si el PSUV en la Isla privilegio la relación Chávez/Farías, centrando la campaña en la movilización con la presencia del comandante y descuidó el trabajo diario o no puso mucho atención en profundizar la relación entre los candidatos a las Alcaldías y Fariñas.



Hay un dato, que parece comunicar algo, porque está presente en otras entidades y pudiera ser parte de línea que se puso en marcha no institucionalmente. Si se compra la votación obtenida en el referéndum con la del 23-N, hay una “ligera” diferencia con la alcanzada por Fariñas y por los candidatos a las Alcaldías. En 2007 el proceso logró 69.495 votos y para el 23-N, se alcanzaron 81.756 para Fariñas y 83.045 para los candidatos a las Alcaldías. Se superó en 17,6% y 19,5% respectivamente.

Esa diferencia puede explicarse por la confusión y campaña preparada por la oposición, como por las interferencias de otras variables e intereses que el PSUV decidió dejar en el misterio.

Desde costa Firme y más particularmente desde Anzoátegui; observé mucha “confrontación” en el proceso interno para escoger a los candidatos. La confrontación más que de ideas y proyectos, era muy personal y tensa. Comparándola con la forma como se desarrolló en el Estado Anzoátegui, allá fue más belicosa y eso pudo haber desmovilizado a muchas personas, que pudieron sentirse agredida o no compartir los “tonos” de esa pelea. No entro calificar ni juzgar las razones que justificaron estas posiciones, pero pudo ser un “pelito” más formativa y constructiva.

No puedo pensar que la derrota es producto de la obra física de Morel, porque eso parece tener muy poca explicación. Es posible que sea por su “obra” de comprar de conciencia o porque esa compra y venta de conciencia anduvo de la mano con un regular desempeño del PSUV en el Estado. No pretendo nada, simplemente me interesa el caso Nueva Esparta porque fue una derrota para el proyecto, estoy más o menos siguiendo el asunto de la isla y porque soy de esa noble tierra. Además, estar en Anzoátegui, es casi como estar en la Isla

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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