La cadenita del alcalde y los municipios utópicos socialista de Chávez

UNO: La obligación adquirida en la recolección de firmas a favor de la enmienda me hizo alejar un poco de aporrea. Así que de nuevo vamos por los fuegos. No es mi intensión cuestionar o juzgar una gestión de un Alcalde recién electo, el cual fue elegido con el 80% de los votos pertenecientes al PSUV en nuestro municipio. Ya sobrará tiempo para hacerlo. Tampoco me parece justo criticarlo por haber designado un gabinete con unos cuantos ilustres desconocidos en un municipio que se ha caracterizado por tener dos gestiones nuestras pésimas. Y digo nuestras, porque los antecesores del actual fueron elegidos con los votos chavistas (MVR). Descontentos van y vienen y uno se ha convertido en paño de lágrimas de quienes habiendo participado en las caminatas y en los conversatorios del señalado alcalde, se siente con el derecho de conseguir una “Chamba” en una alcaldía de por sí saturada de empleados. He dicho y mantengo la idea de pensar que un burgomaestre recién electo tiene las prerrogativas y las atribuciones de elegir sus funcionarios de confianza tal como le venga en gana. Los aciertos o desaciertos de una gestión serán suyos. Si alguien se metió en un comando de campaña para apoyar a un candidato para que le dieran un puesto o un cargo burocrático, eso no es correcto. Debe hacerlo por amor a la revolución, no por interés peresonal, por Chávez o por el PSUV, por el municipio. No se debe esperar nada a cambio.

DOS: Al ser elegido como alcalde con los votos de los socialistas, progresistas y bolivarianos, no se puede mandar al diablo al partido que te eligió y hayas recurrido a grupos de poder de ese partido sin tomar en cuenta a los delegados voceros y comisionados (estructura del PSUV) en el municipio. O como dijo una camarada militante: ¡Sr Alcalde, párele pelotas a la estructura pues! No es lo mismo ser candidato que ser elegido Gobernador o Alcalde. Promesas fueron, van y vienen aunque el Alcalde de la cadenita no haya hecho muchas promesas electorales. De las pocas, prometió una. La de abrirle las puertas al pueblo y al poder popular. Contraviniendo ésta promesa el amigo Richard Coroba (Con conocimiento o desconocimiento de causa) ha colocado una cadena en las escaleras que van a su despacho, restringiéndole el paso al pueblo que votó por él, lo cual ha causado un descontento entre los habitantes de su municipio. Como las cadenas son un símbolo oprobioso de esclavitud y segregacionismo, no en balde nuestro glorioso himno así no los recuerda cotidianamente (Abajo cadenas, gritaba el señor); le recomiendo al flamante alcalde de Palavecino que mande las cadenas para el carajo e instrumente métodos de atención al público más cónsonos con una buena gerencia, no sea que mañana el pueblo reviente la cadena y usted se vea obligado a colocar una reja electrónica con una brigada de agente del orden cuidándole la entrada a su despacho. Estas criticas se la escribo de buena fe. Señor Alcalde, la gente del PSUV esperaremos no cien días, sino ciento cincuenta para comenzar a evaluar su gestión. Hago mía la frase de María Canelón sabia militante nuestra, expresada en la recolección de firmas en la plaza La Cruz de Cabudare para apoyar la enmienda propulsada por nuestro comandante: “No estamos dispuesto a calarnos una mala gestión como las dos últimas que no le hicieron honor al voto de Chávez”. Por cierto señor Alcalde, ¿firmó o no firmó la enmienda? Sino lo ha hecho, todavía tiene oportunidad en la segunda tanda. Esto también va para los recién nombrados funcionarios y para los concejales y diputados.

TRES: Chávez ha manifestado en varias oportunidades: ¡Quiero ver municipios y gobernaciones socialistas, sobre todo en los estados donde ganamos! Desarrollemos las comunas socialistas. ¿Una utopía de nuestro líder? ¿Cuántos de ellos que ganaron con el voto rojo lo intentarán? También ha dicho que está cansado de tránsfugas y traidores que se aprovechan del voto propulsado por él. Los revolucionarios y sobre todos los socialistas estamos cansados de buscarle los votos a cuanto oportunista y tramposo se presenta como tal. Ojo en vigilia. Lo primero que tiene que hacer un gobernador o alcalde que ha llegado con los votos del comandante es entregarle el poder al pueblo. Alertas con los social demócratas disfrazados de socialista. No estamos dispuestos a calárnoslos. Por su posición en la enmienda los conoceréis. Lo sabemos, por allí anda sueltos los miquilenas, los acostacarles, los ismaeles , los badueles y los de PODEMOS al acecho, infiltrados dentro de la revolución, dentro del PSUV. Son los más peligrosos. Juegan al chavismo, pero arman la contrarevolución. Ojo Pela’o.



Antojofel@hotmail.com


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Antonio Fernández Lunardi


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