El impulso que con las medidas antiespeculativas le dio Maduro a los candidatos de la revolución es sencillamente espectacular. El impacto no solamente se está viendo en los ámbitos social y económico del país, sino también en el semblante electoral. Cuando se aproxima el acto comicial de diciembre, esta es una realidad indiscutible. Y sólo algún desprevenido de las bondades que la revolución en Maduro ha generado para la economía popular durante los últimos días, podría capitalizar en rechazo lo que tan bueno ha caído en la población venezolana. Y eso también expresaría, el más grande fracaso de candidato de la revolución alguno, que en mala hora perdiera en diciembre.
Por eso es que se multiplica entonces, el desafío de los candidatos. Porque es que el bajón abrupto que en los precios se ha producido con las valientes medidas del presidente, no refleja otra cosa más que la admirable postura de amparar al pueblo con una alta cuota no solo de simpatía presidencial, sino también de apego a lo que el presidente propugna. Y habrá que evaluar entonces, si algún candidato que apoyare el presidente no fuere capaz de aglomerar en diciembre con votos, toda esta circunstancia socio económica. Un vecino que hace quince días se quejaba porque gastaría unos veinte mil bolos en repuestos para su vehículo averiado, sonreía satisfecho ahora, porque la cosa le bajó a ocho mil. Es solo un ejemplo del impacto que hasta los más fervientes militantes de la oposición elogian.
Entonces, tendría que ser bien malo por mala gestión si fuere el caso, o con un alto rechazo natural, si un candidato que apoyare Maduro no es aprobado por el pueblo. Por eso aunque parezca una paradoja, las cosas notoriamente buenas ponen al descubierto también por efecto de contraste, las cosas abiertamente malas. Un alcalde que no sea esta vez aprobado por el pueblo, así habrá sido de mala su gestión que tal cosa ocurre. Solo los extremadamente malos candidatos que el polo patriótico habría apoyado sucumbirían ante la embestida popular de diciembre.
El presidente Maduro se la comió. El precio especulativo recula y con ello quedó al descubierto que un sector opositor oligárquico estuvo detrás de una miserable jugada que sojuzga al pueblo. Un importante número de votos que estaban allá, se vienen con la revolución. No hay duda ahora que se obtendrá en diciembre una victoria cuya contundencia estaba en vilo hasta hace pocas semanas.
Y aquel candidato que no fuere capaz de abordar esa ola de victoria que impulsó el presidente, haga pues sus maletas y coja palco, para que desde las tribunas vea al menos pasar una victoria donde nunca se pudo anotar.
