El deber moral y las guarimbas asesinas

Los niños venezolanos hijos de padres opositores, están acompañándolos a violentar los derechos humanos de ellos mismos, el de sus vecinos y el de toda la comunidad.

      Me pregunto ¿Después de estas protestas violentas, mejor dicho guarimbas asesinas, qué podremos hacer el Estado, los maestros y los orientadores para resarcir los tremendos daños ocasionados en los estados mentales de cada niño y joven participantes activos en estas guarimbas? y que están siendo apoyados por sus padres quienes  participan en actos tan bárbaros como los que lamentablemente hemos tenido que vivir,  tal como el impresionante caso del joven motorizado degollado por una guaya atravesada a todo lo ancho de la vía y a una altura de 1.20 metros, de tal manera que coincide con su cuello. Pero también ¿Qué les diremos a aquellos niños participantes pasivos que están viendo esas imágenes desde su casa o a través de sus teléfonos? A partir de ahora, de qué manera podremos sugerirle a esos jóvenes cuida tu escuela, deposita los desechos en la cesta. ¿Cómo queda el quinto mandamiento de la Ley de Dios?

      Los deberes y las obligaciones, son normas que orientan a las personas para tener un buen comportamiento que lo conduzca a alcanzar el fin último del hombre como es la felicidad, reconocida desde Aristóteles como la eudaimonia[1]. En esta comprensión, el Deber es igual a Norma que regula el comportamiento humano, implica que la persona se comporte de una u otra manera. Ahora bien, va más allá de optar entre lo que debe ser y lo que no debe ser, es la acción que lo vincula con los valores. Estos forman parte del mundo ideal o del pensamiento, es el mundo percibido por la mente, el de los conceptos, de los números y abstracciones; son definidos por Santo Tomás De Aquino como aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra cosa[i].

      El deber condiciona la libertad para elegir con cual esfera cada quien se desarrolla, debido esto al condicionamiento social derivado de la convivencia con los demás seres humanos, razón por la que es refrenada y encauzada por la norma social. El deber ser para el sujeto es una norma; en tanto que la norma es la representación del deber ser.

     Tenemos entonces que los juicios morales son construidos por la conciencia que se  hace en torno a lo que es bueno o malo; en esta idea, la razón por sí sola no puede comprender altos conceptos del bien o el mal, Hostos citado por  Rodriguez (1988)[ii]  afirma que la conciencia es el órgano supremo del ser moral, subordina hasta la misma razón; no obstante, la conciencia se ve limitada por el Deber que se deriva de la relación consigo mismo, con la naturaleza, y con las otras personas.

    La conciencia indica cuales fines son deseables, los deberes surgen como medios necesarios para realizarlos. Importante destacar que es aquí donde se encuentra el vínculo entre ser y el deber ser. En otras palabras, la conciencia identifica los fines de nuestra personalidad y junto a la razón se procede a determinar qué medios o deberes se deben ejecutar para lograr estos fines.

     Los adultos de hoy y en especial los padres tenemos el deber moral de preservar la conciencia, la razón y el deber moral que en el presente y en el futuro son y serán la norma que regulen los comportamientos con los cuales responden y responderán nuestros hijos y los hijos del mundo. La conciencia del florecimiento y el bienestar de todos como sociedad, donde el valor por la vida y el respeto al otro y su bienestar, así como el valor de preservar el ambiente y las cosas que en ese ambiente nos dan bienestar a todos, debe prevalecer; en la medida en que el otro esté bien, tenga buenas condiciones de vida, yo también estaré bien.

Los diez mandamientos se resumen en dos: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

    Tenemos que condenar los comportamientos que llevan a algunos a violentar la vida, el bienestar y la decisión de los otros de asumir el deber moral de la no violencia (no aquella que no se siente pero que es más violenta que cualquier otra) Los venezolanos no resolvemos los problemas generando violencia, ni asedio; los venezolanos somos constituyentitas y eso lo sabemos nosotros y el mundo, razón por la que no aceptamos Un Maduro vete ya, ni la pretensión de su Salida.

Chávez nos lo dijo: Conciencia, Conciencia  tenemos que fortalecer la Conciencia de cuáles son los fines deseables, el principal es la SOBERANÍA EN PAZ

Un tributo para quienes han caído injusta e innecesariamente en manos de quienes no cumplen su deber moral y quienes deben cumplir con las sanciones jurídicas.

La Autora es Orientadora

Ruthcueto7@gmail.com


[1] El concepto de eudaimonia, un término importante en la filosofía moral griega antigua, es central a cualquier ética de virtud neo-aristotélica. Normalmente se traduce como "felicidad" o "floreciendo" y de vez en cuando como "bienestar. " (Stanford Encyclopedia of Philosophy, 2003. La virtud, sabiduría práctica y eudaimonia)


[i] Gainza, Lilia (s/f) Los Deberes. Deontología Jurídica. Material de apoyo. Sesiones 4, 5, 6 y 7. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Estudios a Distancia. Universidad de los Andes. Venezuela.

[ii] Rodríguez, Andrés (1998) El pensamiento moral de Eugenio María de Hostos. Disponible en: www.uprb.edu/milenio/milenio1998/6rodrubio6.pdf

 



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Ruth Cueto


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