Los costos de la transición al cambio y al modelo

¿Que se propone políticamente haciendo uso de la protesta que no es pacífica, la oposición venezolana? Debatir dos modelos políticos. De hecho Radonsky que ya perdiendo su liderazgo plantea al gobierno nacional discutirlo con el principal Jefe de Estado, Nicolás Maduro, tal vez como dice José Vicente Rangel elevar su posicionamiento político perdido en la Mesa de la Unidad Democrática. Si bien reconocen ahora la Constitución como camino para corregir las falencias políticas de sus actos guarimberos, no terminan de deslindarse de la violencia social, aún cuando dicen respetar la Constitución, no aceptan los poderes constitucionales instituidos, tales como el ejecutivo, judicial, legislativo, electoral, ciudadano. Así; no reconocen principalmente a Nicolás Maduro, lo llaman el Señor Maduro y no el Presidente Maduro, parece que la muerte de Chávez los envalentonó, puesto que decía “Maduro no es Chávez” decían, entonces Maduro no es el Presidente, falsa manera de razonar. Llevamos asi, en este dilema de reconocimiento de los poderes públicos casi dos décadas, primero con Chávez y ahora con Maduro, y ese atraso de la cultura política de la oposición nos hará “perder tiempo y costos en recursos materiales”, obligando al país a retrasar su desarrollo ya sea en la educación, a la salud, y en general al desarrollo social debido a los incendios, destrucción, paros productivos, etc.

La oposición en realidad no cree en el dialogo político, supone mal, el que sea una farsa, una “treta del gobierno para ganar tiempo” que la solución es “la salida de Maduro del poder”, llevándose por los cachos a la Constitución, sin importar el Estado de Derecho, con ello, piensan que se va a regresar a la democracia, a la autonomía de los poderes, como si la democracia en el país no evolucionara a sus formas participativas del pueblo y no se preservaran en la Constitución actual, la independencia de los poderes públicos, mejor dicho desea como en la IV República, cuando el Pacto de Punto Fijo, la repartición política de los poderes del Estado, anarquizando el país, volviendo a la República civil y los militares a los cuarteles, vale decir, castrando la participación de los militares en el desarrollo del país, y los civiles despolitizando al Estado, mejor dicho desmantelándolo, objeto de fragmentación y descentralización del Poder Nacional, a tono con el neoliberalismo que procura la destrucción del Estado Nación en el contexto de la globalización. Entonces procura “volver a la democracia puntofijísta”, a la barbarie del pasado mediante la violencia por medios de (in)civiles que se niegan a todo “acuerdo y convivencia” mediante el dialogo.

¿Cómo volver a la normalidad del país antes del 12 de febrero? Sin dialogo no hay paz, sin paz no hay tranquilidad, solo chantaje mediante la violencia, y “las fuerzas armadas son garantes de la constitución y el orden público”. ¿”Por qué no nos ceñimos a su letra y disposiciones”? en el marco de la propuesta de Maduro,-- Respeto a la Constitución y no injerencia extranjera (EE:UU)—Asi que la propuesta de la oposición adversa al dialogo de Maduro, no lo acepta, dialogo con imposiciones, creen que el dialogo es “una comedia”, que el esfuerzo del dialogo por la pacificación del país “está agotado”, que no hay nada que hacer, sino dialogar desde la fuerza, desde la diferencia, de las posiciones extremas para plantear “un cambio, un modelo de transición a la democracia”, pero no dicen que tipo de democracia (capitalista?), una transición de modelo, a la economía capitalista donde se subordina el Estado y su gobierno al chantaje de los poderes económicos, al sometimiento a la burguesía empresarial. Todo esto, como si el socialismo bolivariano no tuviera opción, el derecho a construir un modelo social que satisfaga las necesidades populares, la economía social, es decir el socialismo bolivariano que equivale a decir: “fomentar la economía mixta, la inversión nacional y extranjera, el fomento de capitales nacionales para desarrollarnos; además de la inversión estatal, de la presencia estatal, decidida, reguladora, para desarrollar al país” durante la larga transición al socialismo venezolano.


kordankovki@gmail.com


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Alexander K. Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

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