Enrique Herrera está catapultado por secula seculorum en el cargo de Auditor Interno por mandato de las fuerzas de la reacción de CVG Ferrominera y la anuencia de sectores golpistas de la oposición; bajo un concurso bastante amañado y que llama la atención por las particularidades y por la forma estratégica que se maniobró para su reelección. El concurso se cocinó a puerta cerrada, de la manera más burda; bajo piruetas; poniendo trancas, obstrucciones; rechazando currículos con mucha suspicacia; diciéndole a los que participaban con sus documentos en regla que el concurso había sido suspendido. Se publicó el aviso en la prensa, con todos los requisitos; tal como señala la Ley; es más, fueron sumamente generosos en cuanto a las exigencias del perfil del candidato; pero se obvió y se tergiversó ex profeso la información, no llegó a donde tenía que llegar y al final declararon desierto el proceso; tendiéndole una alfombra al Auditor Interno, para que regresara sobre sus predios; con el respaldo, el aval y el beneplácito del propio presidente de la empresa Ruben Sabbagh.
De esa manera resucitamos a un cadáver insepulto; lo arrancamos de las sombras; donde sólo era protegido por la oscuridad, para surgir producto de las complicidades, con más fuerzas y para más ñapa con un fuerte empujón del propio Presidente Sabbagh; con quien venía marcando distancia por todas los expedientes que acusan a tan flamante representante de la Contraloría General de la República dentro de la Empresa. Pero la canalla comenzó a organizarse, a presionar, a mandarle emisarios; a decirle lo saludable que era para la oposición y las fuerzas contrarrevolucionarias mantener a una figura ahí que los representara; que ocultara, que filtrara, que recabara recursos para el golpismo; con quienes está ligado hasta los tequeteques y ha actuado diligentemente; recordemos los pasajes oscuros del 11 y 12 de abril; que celebraron a rabiar el golpe y donde Herrera jugó un papel estelar.
Pero quién es en realidad Enrique Herrera; un dirigente de la oposición que lucha a brazo partido por la caída del rrrrréeeegimen; que pasa raqueta entre sus más cercanos; dinero que es utilizado religiosamente para guarimbiar. Es un representante de la derecha, frío, calculador, que no se inmuta para asestar un hachazo así sea a su más cercano colaborador. Apela a cualquier estratagema para imponer su criterio o distorsionar cualquier disposición o para montarse en algún negocio turbio. No en balde, este malabarista del ardid, de la mentira, del engaño, ha logrado cabalgar en un cargo por casi 20 años; llevando en la mano la daga de la desestabilización y la malversación, la confabulación y el ñemeo.
Ahora bien; por qué tanto temor en el Sr. Herrera en abandonar el cargo; si llena los requisitos para una jubilación y retirarse a disfrutar placenteramente, libre de presiones, el ajetreo y del mundanal ruido. Lo que le quita el sueño y no lo deja dormir tranquilo, son los bienes que ha adquirido y que no se justifica con los ingresos reales. Entonces es aquí donde el caldo se le pone morado y lucha, patalea contra las tempestades para salir reelecto y de esta manera salirle al paso a cualquier investigación por malversación de fondos o enriquecimiento ilícito que le salga por ahí de alguna vereda. Sabíamos que Herrera sabe mucho y no se iba a ir con la cabeza agachada, con una paz ambigua y una capitulación; iba a mostrar los dientes y al final amenazó; y todos los que estaban salpicados o metidos en la olla de la corrupción salieron a socorrerlo.
Veamos algunos de los bienes que ostenta y sobre su origen no santas, se levantan muchas suspicacias.: Tres apartamentos en playa Q–litos, Lecherias (Estado Anzoátegui). Una casa en la isla de Margarita (Estado Nueva Esparta). Casa en construcción en Maturín (Estado Monagas); Socio de una agencia de carros usados en Miami, junto con un hermano de José Rafael Lara. Una casa en Villa Granada con piscina y todo incluida. Un apartamento en Ciudadela; adquirida bajo una comisión proveniente de una venta de motores propiedad de CVG Ferrominera al Sr. Víctor Páez. Posee cinco vehículos (Trade Bleizer, Corola azul, Wolkswagen azul oscuro; Chrysler verde; Mitsubitsi vino tinto) Hay pobrecito le hace falta una Hummer Posee una cuenta en dólares en el City Bank. No obstante de haber disfrutado del beneficio de la vivienda vive en el Campo C. propiedad de CVG Ferrominera Orinoco.