Segunda Parte

¿Después del 7 de octubre qué? (II)

En la entrega de la semana pasada, dijimos que la oposición ya había elaborado un libreto para desconocer los resultados electorales del 7 de octubre y -por ende- la reelección del Presidente Hugo Chávez.

Elaboraron, lo que normalmente es conocido en el argot político como un “Plan B” y que, a nosotros, nos parece su verdadero plan, sobre todo después de los actos de inscripción de Capriles Radonski y Hugo Chávez ante el CNE, actos en los cuales se demostró el infinitamente superior apoyo popular, la profundidad de la propuesta de gobierno y las extraordinarias condiciones físicas del Presidente Chávez. Plan “B” que tiene como objetivo desarrollar toda una intensa campaña en contra del CNE, para desacreditarlo y pretender deslegitimarlo como Juez. Afirmación que sustentamos en el siguiente hecho:

Con fecha 27 de mayo de 2012, Enrique Márquez, Mario Torre y Roberto Picón, miembros del equipo electoral del Comando Venezuela, dirigido por Juan José Caldera y del Grupo Técnico de Seguimiento, organismos que “desde hace siete años se dedican a evaluar exhaustivamente el sistema de votación automatizado y a analizar con lupa el padrón electoral”. Cuya “misión es conseguir las condiciones necesarias para la victoria de Capriles Radonski en las presidenciales”, dijeron a los medios de comunicación nacional, entre otras cosas, que para el  proceso electoral del 7 de octubre próximo: “el secreto del voto está garantizado. El fraude electoral existirá donde no tengamos testigos". Aseguraron que “esta será la contienda a la que irán mejor organizados en los últimos 10 años, y que tendrán cobertura en cada una de las mesas”. Señalaron, asimismo, que los errores del Registro Electoral “no superan 0,6% del total de los 19 millones de electores inscritos”; por lo que: “El tamaño del lunar (errores) que hay en el RE es tolerable para una circunscripción nacional, y se puede ganar las elecciones ­como ya ha ocurrido­ sin que el censo de votantes sea un problema. El CNE en los últimos años ha mejorado el RE”. Por lo que, recomendaron, “al candidato de la unidad, Henrique Capriles Radonski, acudir sin dudas a los comicios presidenciales”.

Equipo técnico que, al ser interrogado acerca de si se puede confiar en el sistema electoral, respondió diciendo: “Nunca hemos confiado… Vamos a estar seguros de que el sistema funciona transparentemente el día que se proclamen los resultados… No le damos al CNE un cheque en blanco”, que rápido olvidaron las loas de agradecimiento y reconocimiento que expresaron sobre el CNE, el día de sus primarias, que memoria tan corta.

Mayor cinismo es difícil encontrar. Allí, a partir de la “inocencia” de estos técnicos se fragua la “marramucia política” con la que se pretende desconocer los resultados electorales, la misma no podía ser presentada con mayor claridad: “Vamos a estar seguros de que el sistema funciona transparentemente el día que se proclamen los resultados”, o sea, si estos nos favorecen los aceptamos, sino cantamos fraude; y, lo más grave aún, afirmar que: “no le damos al CNE un cheque en blanco”, no tiene otra intención que poner en duda -a priori- la pulcritud, la idoneidad, la seriedad, la capacidad, el alto nivel de responsabilidad con que el CNE ha conducido los procesos electorales de nuestro país.

Aún más, interrogados, los referidos “técnicos electorales”, sobre el reconocimiento de los resultados de las elecciones, la respuesta no pudo ser más evasiva e incongruente con lo afirmado por ellos: “Cuando nos hacen esa pregunta nosotros contestamos: ¿ustedes (Gobierno) se comprometen a cumplir la Constitución y respetar las leyes y las reglas de juego?”, de ello hemos dado sobradas muestras, recuérdese, solo como ejemplo de lo afirmado, los resultados del referéndum sobre la Reforma Constitucional; si algo ha afirmado y reafirmado, hasta la saciedad, el Presidente Chávez y los principales voceros del gobierno y el PSUV, es que reconoceremos, cualquiera estos sean, los resultados del 7 de octubre próximo, proceso que -no tenemos ninguna duda- se regirá por la normativa jurídica vigente en el país; recuérdese que los violadores de la Constitución Bolivariana y el ordenamiento jurídico de nuestro país han sido, precisamente, los sectores de la oposición.

Pues bien, mis estimados lectores, si a las opiniones de estos “técnicos electorales” le sumamos las vertidas por los principales líderes de la MUD, pretendiendo desmeritar la capacidad técnica, la indoblegable autonomía e independencia, la pulcritud y la sindéresis, del CNE; así como, su obstinada negativa a reconocer los resultados electorales, son hechos que nos conducen a afirmar que éstas no son simples conjeturas; sino que, ellas son amenazas profundas que se ciernen contra el proceso electoral venidero y, como corolario de ello, contra la construcción de la democracia socialista venezolana la que, con toda seguridad, el pueblo venezolano volverá a enfrentar con éxito.

El autor es profesor de la Universidad de Los Andes (ULA)
npinedaprada@gmail.com



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Nelson Pineda Prada

*Profesor Titular de la Universidad de Los Andes. Historiador. Dr. en Estudios del Desarrollo. Ex-Embajador en Paraguay, la OEA y Costa Rica.

 npinedaprada@gmail.com

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