Hay un Cardenal en Cuba, preocupado

El secretario de estado del vaticano, una suerte de numero dos de la iglesia católica se encuentra muy preocupado por los “presos políticos” que hay en Cuba. Llama poderosamente la atención el prolongado silencio ausente de reclamos y preocupaciones sobre los miles de niños que mueren de hambre cada día en el mundo, los miles que han muerto en Irak en la primera y segunda guerra del golfo, más los años de bloqueo, los miles de mujeres y niños que mueren cada día en África de hambre, sed, enfermedades, Sida, etc. Se escucha a gritos el silencio del actual papa, del colegio cardenalicio (como ya es costumbre en mi forma de escribir Señor corrector no cambie las minúsculas porfa ) ni de la sacra rota, ni del instituto para las obras religiosas, ni de ninguna instancia.

Pareciera ser que para la santa madre iglesia católica solo existen los presos políticos de Cuba, no hay nadie en el mundo que merezca su atención, su preocupación, o su interés, los obispos y cardenales reclaman más y mejor democracia a los países que tratan de virar su rumbo político a la izquierda, gobiernos que tratan de atender las necesidades básicas de los pobres. Nunca se escuchan reclamos por el genocidio diario en África, ni por los más de cuarenta millones de pobres que viven en miseria en los estados unidos de norte america.

Les resulta muy fácil a los ensotanados decidir a que gobierno atacar, atacan a Rodríguez Zapatero en España, casualmente de un partido de izquierda, a Morales en Bolivia, a Correa en Ecuador, a Ortega en Nicaragua, Chávez en Venezuela, pero no dijeron ni pío ante las dictaduras del cono sur, y el papa dio la comunión al genocida de pinochet.

Debería estar muy claro, más claro que el agua de que lado se pone, se acomoda la santa madre iglesia católica, siempre del lado del rico, del oligarca, del burgués, se cobija a la sombra del capitalismo, lugar de donde sacan ganancias, diezmos, dadivas, limosnas, y sobre todo poder político, social y ¿como no? Económico.

La iglesia católica ha perdido el rumbo, la inspiración, el mensaje, y la veracidad de su fundador, ese buen samaritano que dio su vida por los demás, hoy en día lo que queda de esa iglesia es una organización más preocupada por el dinero y el poder, que por la caridad cristiana.

"...un buen termómetro para saber si una persona o una organización son revolucionarios, consiste en darse cuenta si la oligarquía la persigue o no...." (Jorge Camilo Torres Restrepo)

cmaglione@cantv.net


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Carlo Maglione


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