La validez de un concepto tiene mucho que ver con la realidad social, lo que es válido para unos no lo es para otros; mientras la alegría es una poderosa fuerza para el PSUV, en cambio, para la MUD su fuerza es la amargura.
Los conceptos antagónicos dentro de un mismo determinado entorno social y político generan debates que de no ser banalizados pueden conducirnos exitosamente a la paz social, pero en caso de entrometer la pérfida inquina, desembocar en la confrontación inútil.
Fíjate que el compatriota Trucutrú define como “amargaos” a la escualidad y le doy la razón, no hay escuálido/a que no exhiba una cara´e cañón.
La alegría representativa del PSUV contrasta con la tristeza que cunde en la MUD y, por cierto, en reflexión anterior a ésta y que intitulo “La tristeza es inútil” http://www.aporrea.org/ddhh/a187338.html (no dejes de leerla) esbozo algunas razones que tratan de justificar lo necesario de ir alegres al combate en defensa de la patria.
Con no aplaudir a un cantante mercenario que cante ante mí, me basta, yo no pito a nadie, cada quien a su arte y al que le guste que aplauda, ciertos cantantes mercenarios sólo son putas a las que se les meten billetes en las pantaletas y esos se delatan a sí mismos.
Otra cosa son los verdaderos artistas.
Y, por cierto, felicito al camarada Jorge Rodríguez Alcalde de Caracas, por el evento musical que ahora ofrece a todos; bien que él le diese oportunidad a propios y a extraños, obvio, siempre y cuando fuesen venezolanos, es que a los escuálidos hay que matarles los piojos en su propia testa, ellos mismos se enganchan en sus propios anzuelos.
No obstante que el camarada Jorge Rodríguez no contrató al grupo CATOBA -canta, toca y baila- del cual soy por cierto utility, y que ameniza las veladas de nuestro “Club de los Pobres” -(social y deportivo), le advertimos para la próxima.
