Estoy en la escuelita, acabo de llegar pero todavía no siento bullicio porque los otros niñitos, aparte de mí que no hago siesta sino fiesta, se van a despertar si prendo la rokola, oh¡
Yo también soy un niño sólo que nací prematuro respecto a ellos un preadolescente, uno un poco menos, otro más bajito en esa escala y, la tapita del frasco, un par de gemelitos a los que desde hace tres años su papá y su mamá apuntaron acá para ser preparados pero puesto que son calco de dos gotitas de agua no distingo a uno de otro e indistintamente les digo a uno u otro miamor o remiamor cuando les zampo un besito o cuando bailamos apretaditos.
La institutriz anda de lo más oronda y jura que ella puso 99 % de la Ley de un tal Mendel en ese asuntico y yo no entiendo porque soy un bobo y quiero enamorarme tal de una IA que aparece en la pantallita de Telesur pero también me dicen que esa IA tiene piojos artificiales, así que estoy frito.
Aunque estoy solito tengo que aprovechar este refugio maravilloso que además tiene una capilla cuya tal está abierta de noche y de día / y voy a rezarle el avemaría /…; es decir, que ando encapillao.
Bueno bueno bueno, no traje traje’ebaño pero me han mandado a bañar ique porque estoy cochambroso pero yo me veo bien y creo no heder tan mal. Tampoco traje, obvio, finos perfumes ni ricas mercaderías pero sí algo sabroso luego de ser pasado por la sartén.
Mientras tanto, me he zampado unos tequichazos antes de afinar las pocas neuronas disponibles en mi cabeza de burro —eh, si soy un burro pero no por la virtud del burro sino por trabajar duro por mi patria querida / quien la libertó / fue Simón Bolivar…___ para entrarle al discurrir político; no sin antes abrazar a mis amiguitos de aquí la escuelita y jugar un poco con ellos.
Mañana ingresará a la escuelita una reinita a la que todavía no he dado un besito, ella celebrará aquí un año de vida en breve, su papá no ha podido venir todavía pero su mamá sí estará y seguramente escarbará en busca de los títeres que ella usaba de mocosa y que andan entre el perolero de su biblioteca.
Más feliz yo? ¡imposible!, pero mañana andaré por ahí con la Institutríz tratando de enviar una cartica a San Nicolás y en la que por cierto no estoy incluido; no obstante, que ese personaje se haga misericordioso y me traiga una caja de Cocuy para adornar la Capilla…..