W.

La película W., de Oliver Stone trata de pasajes de la vida de W., como llaman a George W. Bush, para diferenciarlo de su padre George H. Bush, por esa letrica tan anglosajona ella. Bien hecha, bien actuada, bien dirigida, bien escrita. Omite hechos como el 11 de Setiembre que, sin embargo, gravita en toda la película. Tampoco está el zapatazo final.

Hay momentos cumbres, como cuando Bush declina comer un postre por una penitencia que se impuso desde la invasión a Iraq. Me recuerda una novela y otra película, Todo modo, escrita por Leonardo Sciascia y filmada por Enio Petri en 1976, en que un copeyano italiano, en un retiro espiritual, Aldo Moro, pide permiso al cura para hacer penitencia cenando con la servidumbre. Apoteosis de la “moral” burguesa.

No necesitábamos esta película para saber que Bush es un pobre diablo que nos ha salido carísimo. Nos debe la carnicería en el Medio Oriente y la crisis financiera. Así y todo Barack Obama ha logrado más con menos: lleva ya una guerra, un golpe de Estado y siete bases militares.

El aparato industrial-militar aparece esbozado en las actuaciones de Dick Cheney, el poder detrás del trono, la Eminencia Gris grisecita de ese imperio, quizás el hombre más poderoso del mundo. Claro, no es cómodo en una película tratar una entidad como esa, ya referida en los años 60 en una novela premonitoria, de Fletcher Knebel, y otra película Siete días de mayo, de John Frankenheimer. Es más fácil el drama de un individuo, que hasta causa compasión. Debe ser horrible ser Bush. Que su imbecilidad lo proteja. Así será de gafo que el único oficio que pudo ejercer fue el de Presidente de los Estados Unidos.

Tenía años que no me metía en esos cines infames de centro comercial. Taquillas automáticas que necesitan empleados que las manejen, metáfora de una alta tecnología que brilla en todo menos en la comodidad del público. Una comida infame que pagas cara y luego de dos largas colas. Debes esperar tirado en el suelo a que salga la función anterior, porque no hay donde sentarse. Luego de un cuñero y largos avances de películas domingueras gringas, en donde siguen destruyendo toneladas de carros, viene la película. Es la mejor propaganda en favor de la llamada piratería de películas...

roberto@analitica.com


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

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