Estoy en huelga de hambre indefinida por los corruptos

Al fin soy feliz al estarme tragando una huelga de hambre silenciosa al lado de la ley, hasta tanto no regresen al país todos los ladrones de cuello blanco –adecos y copeyanos y apéndices- que transitan libremente por otras regiones del orbe y, mi rabia es tal que, no quiero confesarme con ningún cura que pueda afectar mi integridad interior de continuar llevando a cabo esta mala vida que, como una pesada cruz de pesadillas remonto días de angustias que se acumularon a través de los años en que esos “vividores” saquearon la Administración Pública con la conseja sabia que ellos robaban y dejaban robar, ya que no había razones para no hacerlo y, además un escándalo tapaba otro escándalo, palabras dignamente escogidas por políticos duchos de lo ajeno.

Cada día que pasa, me acerco más a mi triste realidad de que estoy solo, navegando en este mar de angustias inciertas con tiempos tormentosos, una vez que la brújula de la sensatez se la llevaron los amantes de la IV-R.

En la engorrosa soledad de mi huelga a veces no sé si llorar o reír, una por pendejo y la otra por cómplice pobre que odia el poder en su desamparo humanitario, sin armas capitalistas que me den el oxígeno de soñar despierto y como un tonto útil he enviado botellitas con mis mensajes de esperanza por los mares y ríos ocultos que ellos transitaron sin desvelo alguno y, hoy gozan en su luna de miel de nunca acabar y, yo pelando con mi hambre acuesta como buen ciudadano que aspira a morir dignamente con el estómago vacío lleno de gases.

Sé que mi ambición por llegar temprano al purgatorio no goza de atención pública y sé también que le estoy pidiendo peras al olmo, mejor que al horno de Manuel Rosales, que me las puede dar quemadas y, no tendría el jugo necesario para seguir nadando en mi terquedad de flotar con mi huelga que es mi Talón de Aquiles que me consume el alma de hombre honesto.

Son tantos los bandidos corruptos que nos representan en otras latitudes que me es casi imposible meterlos con nombres y apellidos entre estas líneas y serían horas, días y meses escribiendo sobre ellos “insignes personajes” de mi tragedia sin fin que me tienen tragando aire.

Reconozco que la empresa que llevó adelante está quebrada al no contar con el visto bueno de la Mesa de la Unidad de la oposición, ni de lo yanquis, pero, ¡qué le vamos a hacer!, si estamos en esta travesía huelguista que nos da a los que no hilamos bien en otros menesteres agarrar el mango por donde se debe agarrar y, nos iremos por otros senderos con la paz del señor que ése si nos comprende, pero más puede el diablo por viejo que no hay forma de vencer, aunque perdiendo también se gana y, si alguna vez alguien nos recuerda no será por ladrón de partidos políticos, eso jamás, es posible que por hombre inocente, pero de algo hay que asirse si queremos llegar a alguna parte, por lo que pido a dios que me perdone y me acepte sin confesarme, aunque esto se parece más a eso.

Si mi muerte contribuye a que los que están en algún cargo de altas finanzas y no se cogen un centavo, entonces, yo bajaré tranquilo reposadamente, a mis dos metros de tierra del subsuelo y me iré con mi corona sensible de amistad por los que nada temen y la mala fama de dame lo mío y toma lo tuyo, será un mito muerto que otros no querrán renacer.

Yo y sólo yo me tiro esta huelga de hambre corrupta por el bien de todos y el que me quiera acompañar, hágalo con pasión y fe patria, para tener futuro después del futuro tras de otro futuro y nuestro mayor esfuerzo de sufrimiento no será en vano, porque individuo que piense o intente meterse a ladrón tendrá que cargar con el madero del oprobio de la muerte de una huelga de hambre con él hasta su sepultura.


estebanrr2008@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2388 veces.



Esteban Rojas


Visite el perfil de Esteban Rojas para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: