Pero que buena vaina con estas gringas. No bailan pegao la música latina y, menos un popurrí venezolano. Ni ríen por ariscamente secas de armonía. Les encanta matraquear y, disparar a quema ropa con balas anticonceptivas que hieren sin molestia. Se drogan y el culpable de su vicio se lo atañen a Periquito Real. Juegan a hurgar incomodidades. No se empatan con los venezolanos porque son cabezones de cuello largo y, a ellas ni con un tumbarrancho. No saben bailar joropo y ahora conocen El Mar Caribe a través de los videos que Trump les ofrece para que vean sus hazañas por "la ley de Bayona". Y ellas cuando se van, nadie sabe adónde irán a parar, porque El Cielo y el Infierno les queda pequeño, ya que la cadena de su torpeza vivencial es demasiado grande. Y véanse en ese espejo.

Juntarse con una gringa es perderse en el horizonte de las confrontaciones por carismáticas de intersección de ni positivas ni negativas en el plano de la concordia. Y además, hacen el papel de la alfombra roja de déjame pasar y siempre a la orden.

Kristi Noem, mujer de poder absoluto ella, como secretaria de seguridad nacional de Estados Unidos. Ni estira ni encoge, más bien se ensancha con la jerarquía gubernamental que le dio Trump que pareciera que todo se resuelve en un día: no sabiendo que el que la hace la paga por más poderosa que se crea y, por más brincos que dé hacia adelante que a veces la cadena del fiaso se estira. Obedece a los sueños ortodoxos del mandamás cuando expresa sobresaltos de así será. Y, ella olvida que él con la vara que mida más temprano que tarde será medido y, después del fracaso viene el olvido. Y quedan los malos recuerdos. Y por allí pasó compadre cabizbaja llena de remordimientos.

Ella, Kristi Noem, piensa y cree que Maduro es una cosa que está en Venezuela a su disposición y que estará en el poder como presidente hasta que ella quiera. Ahora bien, quién le ha dado ese poder, inmaculado poder que solo los gringos disfrutan de él para imponer al unísono quien se va y quien se queda y, vaya personaje al que obedecen no como la ignominia que es sino como una tierra rara que arde por dentro de subterfugios y, ella se encarama en su polo positivo para aspirar a un pedazo de cielo de más injusticia que la extrapole de capaz hacia lo bueno, lo noble, busca un soñado arcoíris que la ilumine de felicidad que donde haya un inmigrante su madre activará de gloria.

Claro está que ella tiene que cumplir con lo que le ordene su presidente y, sino, ya sabe lo que le espera, y la fama no llega de la noche a la mañana que como interprete pensante anda distante de la diana. A no ser que coja una borrachera además de drogada y se llegué hasta Miraflores allá en Venezuela y, como afirma Trump -como el cobarde mentiroso que es- que Maduro es el jefe del Cártel de los Soles y, "acabe con to" y, listo. Trum, trum o uno más, trum, porque, Pum, bang, pam, pam, ratatá, suenan feo. Horriblemente feo.

Con mucha asonancia y distinción de expresión toda atrincherada de negro como quien dice cuidando su verborrea y apariencia: la secretaria de seguridad nacional de su país expresó mediante entrevista con Fox News que, no solo están presionando en El Caribe, si no que están enviando el mensaje a todo el mundo para que no toleren las actividades ilegales del presidente Maduro. Bastante tolerante y precisa la señora oportuna "mandona" Kristi Noem. Pero no dijo, no se atrevió a decir que su presidente Trump estaba poniendo la cagada pensada al actuar indiscriminadamente como un pirata, mandando a explotar lanchas de posibles pescadores que ha matado a más de 90 de ellos sin manos arriba, ni contra la pared, sino como a él le da la gana según sus órdenes que según él, ellos son traficantes y, los que quedan vivos los rematan y no solo eso, porque, ahora se les ha dado por cazar buques en El Caribe que transportan petróleo venezolano que se roban al igual que el buque que van a anclar en cualquier puerto de los Estados Unidos.

Y alegremente agregó:

Que el Gobierno de Maduro «utiliza los dólares» del negocio petrolero para «propagar» drogas que «están matando a la próxima generación de estadounidenses». Pero no dijo que en su país no se combate la drogadicción. Han de creer tamaña patraña que, es la misma frase dentro del cuento que utilizó Trump días antes.

«Así que no olviden de qué se trata. Este es un enemigo de Estados Unidos contra el cual estamos tomando medidas enérgicas», afirmó con su cara de peregrina con una lágrima de terror en su rostro. Y quién coño lo va a olvidar.

«No solo estamos interceptando estos barcos (cuáles). También estamos enviando un mensaje para todo el mundo: la actividad ilegal en la que participa Maduro no puede tolerarse. Tiene que irse (y para dónde se irá Maduro, no lo dijo). Vamos a defender nuestro pueblo. Y lo más seguro que Maduro defienda a Venezuela hasta donde lo dejen o, no puede y no debe, ah.

Escribimos: "has to go" traducido: "tiene que irse". Y la bola se va. Allá va la bola. Y ella para dónde se irá cuando Trump caiga, porque de que cae, cae. Ese bicho es malo, además de ruin, ladrón. Le gusta lo ajeno.

Y a, Kristi Noem, le deseamos que cuando llegue el día que el pueblo americano la juzgue que, vea para dónde se va ir.

Y a viajar se ha dicho que, El Mar Caribe, por ahora está agitado. Pero Venezuela sigue allí y, lo más posible que, el presidente Maduro también. ¿A no ser…? Y eso está por verse. Pero seguro es que todo individuo que piense y actúe como Trump le llega su día.