Sin duda alguna el proceso revolucionario que vivimos en Venezuela inicia en el año 2007 una nueva etapa en la consecución de los objetivos necesarios para alcanzar el más alto nivel de satisfacción para las grandes mayorías de nuestro país. El Presidente Chávez ha dicho que se hace necesario la conformación de una nueva estructura política, partido unido o único, con la intención de enfrentar los nuevos retos en forma coherente, unida y con ahínco en la búsqueda de los triunfos necesarios en el fortalecimiento de los caminos hacia el socialismo. Ese llamado, a nuestra forma de ver las cosas, no es un capricho del comandante Chávez ni mucho menos una pretensión personalista. Ello es, estoy convencido, una decisión basada en el estudio real de la situación presente en nuestro país, en América y en el mundo en general. La conformación del partido único es un llamado a la reflexión necesaria ante la avalancha de agresiones que se ven venir en contra del proceso. El caso de Radio Caracas Televisión puede ser una chispa que pretenda incendiar la pradera y como tal va a ser utilizado, como en efecto lo está siendo, por los enemigos del proceso para señalar que el presidente Chávez y su gobierno son autócratas, tiranos y dictadores, que pisotean la libertad de expresión y que no permiten disidencia en Venezuela. Lo que Chávez ha dicho, y lo compartimos plenamente, es que se le vence la concesión del uso del espectro comunicacional a la planta de barcenas y por ello es potestativo del gobierno renovar la misma o sencillamente no renovarla. Si nuestro líder permite que las decisiones que debe tomar el gobierno responda a intereses particulares o grupales y no al país entonces estaremos en presencia de una inminente tergiversación del proceso revolucionario y por lo tanto asistiríamos con premura a la muerte de un sueño que cada vez se acerca más a la realidad, el socialismo. La necesidad imperiosa de defender nuestro proyecto revolucionario nos indica, en esta hora. que debemos afincarnos en la trinchera de la lucha por la formación de nuestra gente, por la construcción de un liderazgo transparente, joven y decidido a defender con la vida los logros alcanzados y las metas por alcanzar previstas en el proyecto revolucionario. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el verdadero proyecto, contempla para los venezolanos y las venezolanas un mundo de esperanza y de optimismo que se construye en base a la lucha permanente por establecer los mecanismos que permitan el logro de los objetivos planteados.

El nuevo año, 2007, se inicia con perspectivas de luchas a fondo, con profundidad ideológica que requiere más que en cualquier otro momento del concurso y la acción de los que militamos en este proceso. Ahora no se trata de defender el espacio político de un partido o de un grupo, se trata de la defensa del futuro de nuestra patria, de la consolidación de la democracia participativa y protagónica a la que tanto le temen los medios de comunicación privados. 2007 marcará la nueva etapa de la revolución en Venezuela, en América y en el mundo. Vamos a encontrarnos en los inicios de este año con situaciones bien importantes y determinantes de lo que pueda suceder en lo inmediato. Si no atendemos el llamado del comandante y no entendemos el momento histórico que vivimos será muy fácil para los enemigos del proceso conquistar sus propósitos de acabar con las ilusiones de nuestro pueblo y de los pueblos que en el mundo viven luchando por una sociedad mejor en la que las riquezas sean repartidas equitativamente y se le de al ser humano el tratamiento que se merece: respeto, dignidad, ética, solidaridad y amor.

Propicio este momento para enviar a los compatriota de aporrea y a todo el pueblo de Venezuela un mensaje de fe, de optimismo y de confraternidad con los deseos sinceros de que la felicidad, la paz, el progreso, el amor y la solidaridad llegue a cada uno de los hogares y de los corazones de todos los que habitamos esta hermosa tierra. Que la bendición del creador y de la Virgen del Valle irradien su luz en cada segundo, en cada minuto, en cada día, en cada instante de quienes aquí compartimos alegrías y tristezas, triunfos y reveses. FELIZ AÑO NUEVO 2007.

Juan Griego, 30 de Diciembre de 2006.

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