¿Por qué tanto temor de algunos presidentes de gobiernos progresistas de América Latina en respaldar sin ningún tipo de tapujos ni temores al gobierno de Nicolás Maduro? ¿Será que todavía le tienen un poco de miedo al del Norte? ¿O será que tienen miedo de explicarle la verdad a sus pueblos sobre la realidad venezolana, ya que estos pueblos han sido envenenados por los medios de comunicación y las redes sociales, haciéndoles creer que en Venezuela se vive una dictadura? ¿O es que estos presidentes han creído la farsa de que Nicolás Maduro se robó las elecciones?
Si continuamos con esos temores o dudas, pues no van a poder quitarse la bota gringa del cuello. Creo que llegó el momento de darse cuenta de que a la derecha y al fascismo mundial no les importa inventar falsos positivos y cualquier cantidad de mentiras para lograr sus objetivos.
Y para muestra un botón: no sé si se han dado cuenta de que el discurso antisocialista y anticomunista no les está dando resultados, ya que la gente no se está comiendo el cuento de que el comunismo y el socialismo son homicidas que lo que traen a los pueblos es miseria y represión. Pues ahora cambiaron y se inventaron el discurso del narco-Estado y narco-presidentes.
La Receta del Ataque: El Caso Petro
El mismo [Petro] en los últimos días ha sido víctima de los ataques dirigidos por el hegemón, e igualmente el presidente Lula. Le han visto los dientes al monstruo y no deberían de tener la menor duda de que van por ellos.
De hecho, ya comenzaron a destruir moralmente a Gustavo Petro, presidente actual de Colombia. Le están inventando que es narcotraficante y asesino, y acusándolo de todos los males que ha padecido Colombia a lo largo de estos últimos setenta años, mientras los verdaderos culpables de la tragedia colombiana andan disfrutando de las mieles de todo lo que se robaron y de todas las riquezas que acumularon a lo largo de todos estos años que gobernaron con el apoyo de la canalla mediática y las redes sociales.
La receta que han comenzado a aplicarle a Petro es la misma receta que nos han aplicado a nosotros los venezolanos, que hemos padecido, pero en mayor proporción, por culpa de esta ultraderecha inhumana y fascista en estos últimos veinticinco años. Ha sido un ataque brutal. Muchos dicen: "en cualquier momento nos bombardean", y yo digo: "¿Pero qué más bombardeo?". Si nos han atacado desde todos los ángulos, desde todos los frentes, con una guerra híbrida:
Destruyeron nuestra economía.
Nos bloquearon.
Nos asesinaron compañeros.
Atentados terroristas.
Nos destruyeron la industria petrolera.
Paralizaron casi por completo la producción nacional, etc., etc., etc.
¿Qué más bomba que esa? Todo esto con el apoyo de la oligarquía venezolana y el apoyo de la ultraderecha venezolana, colombiana y brasileña. Les hablo de estos dos últimos países porque son nuestros vecinos y se prestaron para que nos atacaran de diferentes formas, los presidentes Uribe, Santos y Duque, por Colombia, y Bolsonaro, por Brasil. ¡Una verdadera callapa! – decimos los venezolanos.
Llamada a la Unidad y a Dejar la Ambigüedad
Digo esto, compañero, porque uno escucha las declaraciones y las entrevistas de los presidentes de los países vecinos, Petro y Lula, y dejan mucho que desear. Se atreven a decir que no reconocen al gobierno de Venezuela, mientras los gobiernos de las superpotencias como China y Rusia, entre otros, reconocen al gobierno de Nicolás Maduro. ¡Esto es insólito!
Con todo y eso, nosotros los venezolanos aplaudimos las últimas posiciones de Petro y Lula en las Naciones Unidas y, de ahí para acá, la posición que han mantenido ante los medios de comunicación con respecto al gobierno de los Estados Unidos.
Pero su posición con respecto a la legitimidad del gobierno de Venezuela ha sido muy ambigua. Esto significa que todavía, con todo y las arremetidas de la derecha internacional a sus pueblos y a ellos en particular, continúan capitulando en algunos aspectos.
Llegó la hora de la unión de los pueblos de este continente. El monstruo se terminó de quitar la careta y viene con todo. Viene por lo que ellos por siglos creen que les pertenece; vienen como una fiera herida, y es por eso que no pueden existir ambigüedades: o estamos con Dios, o estamos con el diablo.
Porque ya está demostrado que ellos no solo vienen por Venezuela, vienen por todo el continente, y como saben que todavía cuentan con perritos falderos como el "espelucado" de Argentina (quien es el principal lamebotas), el de Ecuador (que no tiene nada que envidiarle a un reptil), y la ultraderecha chilena (que está cerquita de tomar el poder en ese país), ellos, los gringos, todavía creen que pueden recuperar esa hegemonía que mantuvieron durante siglos en este continente.
Entonces, presidente Petro, presidente Lula, dejen de ser tibios y de una vez por todas busquemos la alianza en todos los aspectos para poder dar la pelea ante el enemigo en común, que es el imperialismo. ¿O es que todavía tienen esperanza de que este imperio decadente se siente a negociar en igualdad de condiciones con ustedes? ¡Jamás lo harán! Ya que su arrogancia no les permite sentarse de tú a tú con países que ellos catalogan tercermundistas y que forman parte de su patio trasero. Para ellos somos muy poca cosa. Así que pisemos tierra, aterricemos, porque si no, nos come ese felino herido que se hace llamar imperio.