Choque de trenes

“No creo que seamos parientes muy cercanos, pero “si usted es capaz de temblar de indignación, cada vez que se comete alguna injusticia en el mundo, entonces somos compañeros, que es más importante”

Ernesto “Che” Guevara…..

Prudente es el político que es consecuente con sus palabras en los tiempos de campaña electoral, no obstante no existe la prudencia sin la valentía, la diligencia y la veracidad, porque nunca se puede ensuciar con la pereza, la mentira y la cobardía.

Las revoluciones son consecuencias de procesos históricos y de construcciones colectivas, para que una revolución pueda sostenerse es necesario una unión de intereses nuevos, frente a los viejos intereses (cambio de épocas).

La confrontación electoral del próximo 23N, es la prueba de fuego más importante de la revolución bolivariana a 10 años de gobierno central. No podemos exhibirnos al escrutinio público con una panta renca, que es el soberano el que otorga el castigo, cuando una fuerza política abdica a los valores de cambio que se le otorga para que administre bien el poder en beneficio de los gobernados.

Por lo Menos en Anzoátegui con la Administración de Tarek William Saab tenemos la aprobación popular, según los métodos científicos de medición de la intención del voto (encuestas), las cuales señalan que se cuenta con la aprobación suficiente para su reelección para el periodo 2008/2012.

Tenemos que seguir adelante en nuestras promesas de bajar los índices de pobreza crítica, de abrir oportunidades para hacer una Venezuela mejor y más justa.

No debemos volver al otrora panorama desolador en que quedo sumergida Venezuela cuando la IV República.

Efectivamente no podemos dejar que nuestra alma cristiana, humanista, demócrata, fraterna y solidaria. Sea reemplazada por el pragmatismo y la transacción para mantener el poder.

No demos permitir que Anzoátegui y Venezuela vuelvan a caer en manos de políticos rapaces y devastadores, Tenemos que dejar la odiosidad, el personalismo, el arrinconamiento de los “camaradas” que no se conviertan en incondicionales de proyectos individualistas o de parcelas en nuestro partido político.

Con las peleas internas y las zancadillas, estamos siendo incapaces de transmitirles al pueblo, los principales alcances de las 26 leyes habilitantes aprobadas por el presidente Hugo Chávez, entre ellos el relanzamiento de un nuevo modelo económico, la promoción y fortalecimiento de una constitución bolivariana verdaderamente democrática y participativa, el rechazo al lucro en la educación y restablecer las causas reales de una verdadera participación popular. Que la oposición es incapaz a escasos días de las elecciones regionales y municipales de ofrecer.

El pueblo soberano no debe permitir que lleguen a las gobernaciones nuevamente aquellos sectores que fueron sostenedores, participes y cómplices del viejo sistema cuarto republicano.

Además, en momentos en que el capital especulativo financiero está llevando al mundo a la peor crisis desde los años 30 del pasado siglo. Precisamente los candidatos de la derecha venezolana en Anzoátegui, representados por Gustavo Marcano, son un fiel reflejo y admirador de esas tesis económicas capitalistas que hoy se desploman ante la mirada atónita de quienes creen que el mercado es un elemento súper poderoso e intocable que está por sobre el bien y el mal.

Ante el actual status quo(oligarquía/político/económico/financiera) y las graves consecuencias que vienen producto de la recesión global, se hace urgente que el PSUV como partido líder de la revolución bolivariana, mantenga su rumbo histórico del socialismo bolivariano del siglo XXI, y pueda ayudar a contener la arremetida de la derecha endógena y sus candidatos.

No en vano la revolución bolivariana nace consolidada para oponerse al conservadurismo terrateniente y financiero del siglo pasado. Este partido PSUV y sus aliados, tienen todos los elementos para captar y atraer a esos millones de votantes indecisos que no votan.

Venezuela ya no soporta los liderazgos de los llamados políticos “sietecueros”, se requiere una nueva forma de hacer y explicar la política. Pasar de los férreos dogmatismos, a una renovada política transversal. Los “llamados” lideres nacionales, tienen la difícil tarea de proyectar sus ideas y praxis políticas al universo ciudadano, sin cálculos personalistas, sin exclusiones, mirando bien lejos y considerando seriamente los sanos preceptos de la justicia social y el bien común.

Es evidente que el cuadro político nacional después del 23N cambiara radicalmente. Tanto por los cambios que se verificaran como respuesta a los triunfos y derrotas que arrojará ese evento eleccionario, que manifestara la voluntad popular.

Porque si algo importante dejaran estás elecciones aparte de los nuevos alcaldes y gobernadores que resulten electos, es que ya en forma unánime el país clama por una profunda revisión de la forma de gobernar.

Ya veremos quienes serán los que serán confinados en la Isla La Borracha poblada por serpientes de resultar derrotados, Hugo Chávez dixit.

De seguir el colapso de los servicios públicos el gobierno central bolivariano con la ayuda de las nuevas autoridades electas, tienen que avanzar hacía la estatización de esos servicios como una forma de resolver los graves problemas de diseño, gestión, ejecución y financiamiento para garantizar la calidad de vida de los habitantes de este país.

Estas elecciones del 23N se vera como si se tratara de trenes, esto no parecerá un choque sino una locomotora arrastrando con los restos de los politiqueros que no terminan de morir: oteros, barreteros, chiricoteros, comiqueros, medios polleros, baboseros, arrastrados, alambriteros, gozoneros, ledezmeros y todos esos bichos de una y pezuña, como dijera Gramsci.

Por eso, es que voy a valerme del pensamiento, de algunas de las ideas de ese gran pensador revolucionario italiano, Antonio Gramsci, para hacer una reflexión sobre el momento que estamos viviendo. “Una verdadera crisis histórica ocurre cuando hay algo que está muriendo pero no termina de morir y al mismo tiempo hay algo que esta naciendo pero tampoco termina de nacer. En el tiempo y el espacio donde esto ocurre, ahí se presenta una autentica crisis orgánica, crisis histórica, crisis total” Aquí en Venezuela, desde hace 10 años estamos en una verdadera crisis orgánica, crisis gramsciana, crisis histórica. Lo que esta muriendo se niega a morir y todavía no termina de morir, y lo que está naciendo tampoco ha terminado de nacer. Estamos en el epicentro de la crisis, buena parte de los años por venir forman parte de esta crisis histórica, hasta que no muera definitivamente la IV República, y nazca plenamente la V. La República Socialista y Bolivariana de Venezuela.

percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

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