El otro Chávez (El de Carora)

En Venezuela y en el mundo, desde hace 16 años, es decir, desde el 4 de febrero de 1992, se viene hablando profusamente de Hugo Chávez de manera multidimensional: Chávez como golpista, autoritario, tirano, déspota, militarista, populista o como demócrata, comunicativo, permisivo, delegador, civilista, socialista. Y me quedo corto en los calificativos o acepciones que se usan para intentar definir o caracterizar a Chávez.

Pero resulta que en Carora, capital del Municipio Torres del Estado Lara, también hay otro Chávez que, en su realidad particular ha librado una batalla en términos similares a la del Chávez Presidente de Venezuela. Me refiero a Julio Chávez, el alcalde del Municipio Torres, un ingeniero electrónico egresado de la Universidad Politécnica de Barquisimeto y quien regresó a su tierra, Carora, a hacer política desde abajo, no impuesto por ninguna cúpula político-partidista, por nepotismo familiar o por influencias grupales.

Julio Chávez construyó un liderazgo desde las bases populares, lo cual es una de sus mayores fortalezas y está desarrollando un gobierno de participación protagónica del pueblo donde intenta romper con el paradigma tradicional de la política venezolana, impulsando las misiones sociales, el rescate de las tierras urbanas y rurales, el cooperativismo, los consejos comunales, usando como herramienta el presupuesto participativo y la consulta permanente a las comunidades.

El municipio Torres y Carora, su capital, resultan muy sui géneris en Venezuela. Allí nacieron glorias de la cultura como Pío Alvarado (el viejo roble de Curarigua, al decir de Alí Primera, quien le dedicó la canción “El gallo pinto”), el poeta Alí Lameda, los hermanos Gómez, guitarristas universales como Alirio Díaz y Rodrigo Riera, músicos como Juan Tomás Riera y Jaime Riera, intelectuales como Cecilio (“Chío”) Zubillaga, Ramón Pompilio Oropeza, próceres de la independencia de Venezuela como Pedro León Torres y Jacinto Lara, médicos ilustres como Pastor Oropeza, los hermanos Curiel. Allí nació “El impulso”, el Cardenales de Lara y “EL DIARIO”, periódico cuasi centenario que los hijos de su creador no supieron mantener. Carora es pionera en el sistema de orquestas sinfónicas infantiles y juveniles. Es una tierra agreste, semiárida en una gran extensión, donde se desarrolló la raza Carora, ganado lechero famoso nacional e internacionalmente y donde conviven miles de pequeños productores de ganado vacuno y caprino y una las oligarquías mas acentuadas, racistas y excluyentes de Venezuela, vinculadas al latifundio explotador que se adueñó de miles de hectáreas de las mejores tierras del municipio, convertidas en feudos familiares (en Carora, a los ricos se les llama godos, “godarria”, caras “colorá”).. Si se quiere saber un poco mas de esta clase social terrateniente, léase “El gallo de las espuelas de oro”, de Guillermo Morón, libro que fue quemado en la Plaza Bolívar de Carora en un alarde de supremacismo, intolerancia y fascismo de los grupos aún dominantes de esa tierra. Esa burguesía agraria imponía alcaldes, concejales, diputados y hasta gobernadores, domina los medios de comunicación de la zona, utiliza la iglesia católica como punta de lanza contra el actual gobierno, es decir, usa todos los resortes del poder económico y político para mantener su hegemonía y por tanto, sus intereses.

Así como Hugo Chávez surgió en Venezuela como una alternativa a los partidos tradicionales, a la oligarquía dominante, a las cúpulas sindicales, empresariales, gerenciales y eclesiásticas, a los medios de manipulación masivos, es decir, a los privilegiados de siempre, así también viene ocurriendo en Carora donde el pueblo eligió al actual alcalde contra los partidos que siempre dominaron la política local (AD y COPEI), e incluso contra el partido del Presidente, el MVR, que desatendiendo el clamor de las bases lanzó otro candidato al que también se impuso el otro Chávez, Julio. Y así como Hugo Chávez ha tenido que luchar contra las resistencias al cambio, por parte de los grupos que controlaban el poder en Venezuela, en Carora, Julio Chávez ha tenido una encarnizada oposición hacia todo lo que haga, diga o proyecte, de parte de quienes hasta hace muy poco detentaban el poder en la zona.

La experiencia de gobierno del alcalde de Torres es digna de estudio. Allí se dio el proceso inédito de la primera constituyente municipal, donde las comunidades ejercieron plenamente la dirección de la misma, produciendo documentos de sumo interés que, por supuesto, deben concretarse para el mejoramiento de la calidad de vida de los torrentes. Así también debe recibir el alcalde el apoyo del gobierno nacional y regional, para lograr que también las pequeñas cosas que afectan el desempeño de una gestión, la deterioren. Por ejemplo: allí. Al igual que en toda Venezuela coexisten dos problemas que afectan permanentemente al pueblo todo: el primero es el de la inseguridad que genera una delincuencia desatada, coauspiciada por la impunidad que, con su negligencia, generan las autoridades; el segundo es el de la cotidianidad, las calles de Carora están llenas de huecos, por lo que el asfaltado de las calles de Carora y de las vías nacionales y de penetración rural se hace impostergable, siendo ello uno de los motivos de mayores críticas que tiene el alcalde. Sabemos de los esfuerzos que hace, pero en esa labor debe haber también la participación de l gobierno nacional y regional, así como de los partidos que apoyan el proceso revolucionario venezolano en el municipio Torres para seguir avanzando en el proceso de transformaciones profundas que se dan en Venezuela y en Carora.

Ahora Julio Chavez se ha lanzado, apoyado por colectivos populares, en las elecciones internas del PSUV, a La Gobernación del estado Lara. Creo que es otro reto inmenso pero que Chavez ha encarado con su característica audacia revolucionaria. Ahora la lucha es contra los partidos tradicionales y emergentes de la derecha en Lara y también contra lo que se ha denominado “la derecha endógena” que en Lara todos saben donde está ubicada. Los PSUVISTAS decidirán.

Recordemos una de las máximas del Presidente Hugo Chávez: la Revolución no debe estar reñida con la calidad. La burocracia y las prácticas cuartorrepublicanas no pueden detener este proceso. Así también debe ser en las tierras del otro Chávez, el de Carora.

cecilperez@ucla.edu.ve


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Cécil Gerardo Pérez


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