Carta a los camaradas de la Comisión Promotora del Congreso Fundacional del PSUV

Si alguna vez nuestros enemigos
se hacen de nuestras cabezas
será sólo por culpa de los malandros
que se encuentran
en nuestras filas .

V. I. Lenin.


Estimados compatriotas.

Reciban nuestros saludos con los mejores deseos de éxito en la tarea histórica que les corresponde asumir.

El PSUV nació bajo el fuego del proceso refrendario de la Reforma Constitucional, sin embargo en su construcción muchos de los políticos locales, léase gobernadores, alcaldes, concejales y dirigentes locales, mediatizaron el proceso de selección de Comisionados, Voceros y Delegados dentro de los batallones, con miras a asegurarse puestos en el Congreso Fundacional. En ese proceso se dio una lucha a cuchillo por colocar fichas que representaran los intereses de sus grupos políticos, tendencias o sencillamente intereses económicos, de sectores que se han convertido en agentes de lobby de empresas privadas o de sus propias “cooperativas privadas”; tener sus Delegados en el Congreso Fundacional les garantizaría su supervivencia y la de sus negocios dentro del proceso.

Hablamos que el PSUV podría llegar a convertirse para estos grupos en una herramienta para la dominación y la corrupción; eso queridos camaradas de la Comisión Coordinadora del Congreso Fundacional, ustedes lo saben muy bien.

Diferimos de la afirmación que el PSUV ha nacido bajo absolutas condiciones de transparencia. Sabemos que eso no es así porque como militantes acompañamos todo el proceso de formación del Partido hasta las elecciones de Delegados, y nos opusimos a las pretensiones de los potentados políticos locales de sembrar Voceros y Delegados, que luego serían agentes de su política dentro del Partido.

El hecho de que muchos Gobernadores, Alcaldes y otros funcionarios hayan logrado convertirse en Delegados del PSUV, a través del ventajismo, de triquiñuelas, manipulaciones, presiones y compra de votos, pone en tela de juicio el carácter democrático actual del Partido; sabemos el poder que movieron para “persuadir” a la base para que los “eligiera”.

Estamos seguros que ustedes compartirán con nosotros nuestra falta de ingenuidad.

¿Cuántos cuadros valiosos se quedaron en el camino debido a que los potentados políticos locales impidieron su elección como Delegados!

No podemos permitir que los burócratas se apoderen de aparato del Partido porque eso sería el catalizador para el fracaso total de la revolución bolivariana. Y el fracaso de la revolución significa la muerte para nosotros los militantes de la base, para nuestros hijos y familiares, porque si el fascismo se hiciera del aparato del Estado nos masacrarían a los chavistas como en su momento lo hicieron contra el pueblo en Argentina, Chile, Uruguay...

Los militantes de a pie no tenemos país de repuesto, no tenemos ruta de escape y no estamos dispuestos a poner nuestros cadáveres a cambio de los intereses económicos, políticos o narcisistas de algunos. Por eso la lucha nuestra por la implantación de los verdaderos valores revolucionarios, socialistas y morales comienza ya, porque se trata de nuestras vidas, y lo primero que debe garantizar un partido revolucionario a cada uno de sus militantes, es defender los intereses del pueblo – al que pertenecemos nosotros los militantes de abajo-, nuestra integridad física y posibilitarnos enfrentar al enemigo y vencerlo, en lugar de ser cazados como conejos, torturados o desaparecidos, mientras los otros estarían a buen resguardo en el exilio (con el producto de sus intereses).

Por lo antes expuesto y en vista del carácter impostergable que le ha dado el Comandante Chávez a este Congreso Fundacional, nuestra propuesta es que este Congreso se cumpla estrictamente con los objetivos que ha declarado el camarada Roberto Hernández:

1. La elaboración de la tesis y principios políticos y ética, revolucionarios (dentro de un absoluto espíritu revolucionario, esto es, saliéndole al paso al oportunismo y al burocratismo, permitiendo a las bases opinar y participar, tomando en cuenta nuestras posiciones – ¡nada de stalinismo!)
2. La elaboración de los estatutos, dentro de los mismos principios y términos señalados en el aparte 1.

Las tesis y principios del Partido deberán elaborarse con miras a liquidar las anomalías que se manifestaron en su creación, que garanticen la Democracia Plena (socialista), bajo la supervisión de un ente que CONTROLE la conformación de una nueva estructura, con la participación efectiva de las bases y que cierre el paso al oportunismo, el burocratismo, el voluntarismo y la corrupción.

Elaborar los contenidos de los programas de formación ideológica y que se supervise su cumplimiento.

Y de cara a los próximos comicios, hacer del Partido una verdadera máquina electoral en la que cada uno de los militantes trabaje sólo por el éxito común, lejos de los intereses económicos personales o de grupo, de sectores o de tendencias, para asegurar el desarrollo del proceso revolucionario socialista en Venezuela de cara a las próximas elecciones.

Para nadie vale tanto como para el pueblo, la consigna

¡PATRIA SOCIALISMO… O MUERTE!


elmacaurelio@yahoo.es



PS.: Considero la expresión de estos conceptos como un acto de responsabilidad, aquí no priva otro fin que el de poder contar con un Partido instrumento de lucha de clases, de formación, de participación, contra el odio y por el amor por esta patria que no cesa.


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El Macaurelio

Periodista, Politólogo, poeta, escritor, humorista y ensayista. Columnista en varios medios, digitales e impresos.

 elmacaurelio@yahoo.es

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