La Revolución Feminista y la Revolución Bolivariana

Para quien ha vivido toda su vida en una sociedad patriarcal y sexista caracterizada por la discriminación de la mujer en una sociedad capitalista además de ser mujer explotada en el trabajo y no menos alienada en sociedad, siendo a su vez victima y reproductora a su vez de su propia subyugación de tales procesos enajenantes en la vida cotidiana de manera consciente e inconsciente, pues resultan resultan doloroso, humillante y penoso, sabemos que hemos estado inmerso en tales procesos, siendo además reproductores de conductas machistas inconscientemente, en todo caso, ahora hemos visto luces, hemos crecido con este fenómeno social y político, somos adultos, decidimos asumir la teoría de la emancipación humana, sin exclusión social, el panorama lo vemos claro, los hombres no podemos ser libre sin que la mujer madre, esposa, hija, amiga, el ser genérico femenino en general sea libre.

Hablar del tema de la revolución feminista resulta insólito en el siglo XXI, sorprendentemente el hecho de que continúen formas sobreviviente de esclavitud social, de dominación ideológica de género sofisticada, la causa es que la educación en el capitalismo por parte de la familia y la sociedad además de la iglesia conservadurista han influido a lo largo de mas de una generación, entonces hablar "desde lo vivido", desde la experiencia personal confieso, no escapamos a tales efectos, somos consciente de la discriminación de género, somos testigos de tal desprecio, de su cosificación como mercancia audiovisual, del trato injusto, manipulador, mercantilizado que se hace de ella por empresas privadas para vender su productos no sin dejarlas humillada públicamente.

Tenemos que transformar la cosmovisión, las creencias, aptitudes y actitudes, o bien sea que hasta no hayamos comprendido definitivamente, que el papel de la emancipación del hombre, entendiendo que no puede ser el mismo hombre libre sin que la emancipación de la mujer se haya realizado plenamente, en la sociedad, en el hogar familiar, incluso en el desempeño laboral, de la misma manera que en la relación hombre-mujer-no puede haber --como decía Marx-- emancipación de los pueblos oprimidos (incluidas las mujeres) de los países capitalistas desarrollados sin emancipación de los pueblos coloniales o neocoloniales, incluyendo dentro de esta escala, la emancipación de género, de la féminas.

Desde la experiencia personal, intrafamiliar hemos sido testigo del papel de la herencia de la división del trabajo en el hogar, una división sexual inequitativa, el sexo femenino es cargado de las labores domesticas, aparte de su trabajo profesional a la que arroja el capitalismo al mercado laboral en vista de que para que pueda tener una calidad de vida, ambas parejas deben trabajar para cubrir los gastos familiares. En mi caso particular; me tocó ver una madre cuyo trabajo era del hogar y un padre proveedor, ella fue victima de la violencia patriarcal, por parte de su padre, ni siquiera pudo aprender a leer y escribir fluidamente, era semianalfabeta, proveniente de una familia muy pobre, pero se reproducía la violencia patriarcal como reflejo de una sociedad dictatorial, ella estaba sometida a las faenas del hogar, trata incluso como varón en trabajos pesados.

En tales condiciones sociales, económicas y políticas, en tiempos de mi madre, la mujer se desarrollaba apenas como simple reproductora sexual, estaba reducida a procrear, en cambio mi padre, quien tuvo dos familias, en su aval cargando con diecinueve hijos, decía, "Dios dijo creced y multiplicaos", educado dentro de la tradición católica, era un liberal socialcristiano, ideología conservadurista de derecha cuya visión de la mujer era de simple objeto sexual, reproductora y domestica. Recuerdo que mi madre apenas llegó usar pantalones ya pasado los cuarenta años de edad, luego la supuesta modernización que hacía ver que la mujer aparentemente se emancipaba usando luego minifalda, ni que decir que para ese momento, la sociedad liberal imponía el uso de ropa atrevida como decimos en criollo, "mostrando la mercancía" ya habíamos arribado a la democracia burguesa liberal, la mujer tenía libertad de trabajar, de vestir, de disfrutar las libertades burguesas formales.

En cuanto a mis hermanas, de un total de siete, de parte madre y padre, todas conocieron dichas libertades, el disfrute social, el ocio, el beber y fumar socialmente, cosas que mi madre desconocía, la televisión proyectaba imágenes de mujeres conduciendo automóviles, cabalgando caballos, no habían espacios donde ellas no se proyectaban. La mujer participaba en todos los eventos sociales, se hacía ver que ella era "dueña de su cuerpo", se explotaba sus atributos comercialmente, que podía disponer del "amor libre", pese al freno o las objeciones de la iglesia católica, de su mensaje de pureza que la predestinaba "acudir virgen al matrimonio", como especie de réplica de la Virgen María, a la que se debía su consagración, tal era el destino contradictorio para las féminas en la sociedad venezolana por parte de una sociedad tradicional que se niega a morir, desprendiéndose de su pasado conservadurista y de recato.

Así pues con la democracia liberal burguesa advino mayores libertades formales, se desprendía la mujer del control social de la iglesia, sin embargo, cambiaba los roles de la mujer, de sometida ahora ella va tomar decisiones de estudiar, trabajar, realizarse profesionalmente, pero queda pendiente el problema de la división del trabajo domestico donde el hombre sigue hegemonizando, incluso se le castra a estos últimos, tempranamente a cumplir oficio de cocina o del hogar tales como el cuidado de los hijos e hijas. . De manera que la mujer cumple triple jornada de trabajo, cuando trabaja para el capital e incluso cuando educa sus hijos e hijas o atiende al marido, debemos añadir que a los hijos varones son apartados de las funciones de la cocina, en cambio a las hembras se le entrena para que a futuro sea esposa ejemplar", cumplidora de los oficios del hogar, así pues se prepara el futuro del hombre y la mujer, sus roles como pareja matrimonial.

Al respecto; otro asunto de machismo no menos importante es que desde niños y niñas, a los primeros se les interroga, jugando las madres con sus genitales, ¿para quien es esta cosita?, el niño ya entrenado debe responder para las niñas, ellos pueden ser retratado desnudos desde pequeño, en cambio a las niñas no se les retrataba desnuda, conservando el pudor, ni se le preguntaba ¿para quien era su coquito?. Así también se reproducía el machismo en el hogar por parte de las mujeres, los niños no juegan con muñecas, en cambio las niñas jugaban con ellas como una especie de preparación previa para ser "madre futura", jugaban a darle el teterito al bebe, cosa que no era simple juego de niños, el cuidado de los bebes, el papel maternal se reproducía en las niñas desde la infancia, en cambio en los varones el rol machista era otro, debía encontrarlo en la calle, compitiendo, peleando como "gallo" decimos en criollo.

Los niños recuerdo jugaba con juguetes de guerra, reproducía la fantasía de la crueldad, mataban, perseguía, disparaban "pa, pa, pa", usando pistolas de juego, decían "te maté", hoy lo hacen mediante juegos electrónicos, ayer eran con pistolas de juguetes, luego vino metralleta de agua, los varones gastaban mas energía, corriendo, saltando, exigía mucho desgaste de energía, en cambio en las niñas, los juegos eran mas pasivos, mas tranquilo, se les preparaba como un sujeto pacifico, en cambio a los niños sujetos de guerra, de pelea, en la calle, muchos llegaban a comportarse como "gallos de pelea" así decían en los barrios pobres, por eso, recuerdo desde mi experiencia personal que al preguntarse a los niños ¿que vas a hacer cuando seas grande?, respondía Policía, en cambio las niñas, Maestra. Debo agregar aquí; que a los varones a la hora de la mesa, se le daba la mayor porción de alimento a diferencia de las niñas, ellas se infradesarrollaban, ni que decir cuando llegara "la regla" o la ovulación propia de la edad.

Ahora con la intromisión del capitalismo mercantilista, patriarcal y sexista, en el esquema neoliberal de la democracia, los roles han cambiado, la mujer es vista como mercancía, se le utiliza, se le manipula en sus atributos sexuales, los hombres son controlados mediante mensajes seductivos, viven "el destape de las mujeres", la explotación de la figura femenina, la belleza femenina, muchas de ellas para alcanzar el éxito se prestan a explotar sus atributos sexuales, los escotes de las blusas, los biquinis cada vez mas cortos, (los tangas, incluso los hilos), la ropa intima es diseñada para crear estímulos visuales sexuales, de ellos nos atestigua los sostenes, reforzando la cultura del machismo patriarcal y estimulando con ello, el consumo de bebidas alcohólicas, el cigarrillo, la moda, el vestido, los zapatos, cosméticos, etc., lo hacen mediante incentivación de campañas de mercado, exponiéndose las liberalidad de la mujer en el capitalismo, donde se le ha creado, la imagen de un objeto sexual, de una esclava sexual.

Hoy las femeninas influidas por los medios de comunicación, se fijan mucho en los trapos (la moda), los concursos de belleza, viven la fantasía de hacer algo con su senos, sus traseros, algo así como una ilusión de cenicienta, de transformarse una noche y hallar su príncipe, muchas novelas promovían la idea de que la mujer pobre ingresaba como domestica a trabajar y luego el hijo de "la patroncita" se enamoraba de la domestica joven, cándida y tierna, humilde y sumisa, ideal esposa para el matrimonio, sin olvidar que las relaciones de dominación son relaciones de violencia, esta puede ser física, simbólica o sencillamente emana de la practica cotidiana de siglos de coloniaje y capitalismo moderno patriarcal.

Quiero finalmente tocar un tema que resulta penoso, la violencia domestica, hoy es muy frecuente que la mujer sea maltratada en muchas sociedades capitalistas patriarcales, llegando incluso a los niveles de feminicidio, en América Latina los ejemplos sobran, particularmente nosotros los hombres somos victimas del machismo, del patriarcado, se ha creado una cultura sexista, de fetichismo sexual, llego a creer que los discípulos de psicoanalista S. Freud aquí tendría mucho que decir de su doctrina pansexualista y el uso que hace de ella el capitalismo, se disfruta de la comercialización de películas pornográfica, de propaganda comerciales donde se manipula la mujer símbolo para la venta, en fin se hace ver al hombre como un macho de la naturaleza seductora de las mujeres la cual solo sirven para satisfacer sus caprichos sexuales imaginarios y el cual les debe obediencia.

Pero esa violencia domestica no termina en el hogar, es un ciclo infernal, familia-sociedad y Estado donde hombres y mujeres participan en sostener un orden social patriarcal contribuyendo a ello, la empresa musical, a manera de ejemplo, la música del regueton, resaltando el erotismo vulgarizador, colaborando a ello, a la degradación de las mujeres con sus mensajes, la iglesia hace otro tanto, indiferente a ello, a la moda sensual, seductora, naciendo con ello, los chistes sociales, las burlas que se hace de ellas, de las mujeres, las comparaciones, los estereotipos de belleza femeninas, las exigencias a las femeninas que hace la industria para que la mujer aprendan métodos seductores para atrapar parejas, o induciendo a los hombres al éxito para obtener tales placeres paradisiacos de femeninas, coadyuvan a ello, las novelas televisivas , todas proyectan imágenes simbólicas de la mujer sufrida, aguantadora, de la mujer objeto.

Podemos decir sin lugar a duda, los hombres somos victimas de la manipulación de la mujer y estas a su vez del mercado capitalista, otro elemento simbólico es la música del vallenato de origen colombiano, embelesa con su despecho a los hombres, incita a la bebida, siembra temas como la traición, el celo, la venganza, el sufrimiento, llego a pensar que incitan al igual que " las novelas", la violencia por despecho contra la mujer, contribuye a ello, la incitación publicitaria al consumo de bebidas alcohólicas, las imágenes publicitarias de las mujeres sexy que varias empresa en Venezuela fabricantes de cerveza en Venezuela como ejemplos, La Polar y la Regional, ambas compitiendo en el mercado, la una con " la Chica Polar y la otra, con La Catira Regional", mostrando sendos cuerpos, en playas o piscinas, asociando al agua refrescante con la bebida con las mujeres como aplacamiento de las pasiones sexuales, todas ellas explotan la figura del cuerpo en especial, los senos, por cierto se llevó a la pantalla televisiva, la obra de un Libro titulado, "Sin tetas no hay paraíso".

Como vemos " la dignidad de la mujer" ha sido atacada y violentada por ciertos sectores de la sociedad, en especial la corporatocrácia, y debo decir que las iglesias siendo testigo público, sea católica o protestante no hacen nada públicamente para condenar tales actos, condenar la música pervertidora de las mujeres y jóvenes, las degradantes novelas, la publicidad ofensiva, el mensaje deformador de objeto sexual de venta que hacen las empresas, además la permisividad del Estado, al respecto la revolución bolivariana no ha erradicado este problema, son tantos los espacios por donde se cuela la agresión de género que se hace de la mujer y al hacerlo, también lo hacen respecto del hombre, de su madre, abuela, de sus hermanas, sobrinas, tías, etc. Solo la educación transformadora nos emancipara, a hombres y mujeres, la educación critica, una episteme liberadora del sexo bello, del sexo más fuerte del planeta, a quien la naturaleza le ha dado el don de la reproducción y supervivencia de la especie humana, merece por tanto, ser tratada con dignidad y respeto.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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