El maestro Jesús de Nazareth, "hombre y no Dios", arengaba al populacho con su doctrina de amor, justicia y libertad, concentrándola toda en el axioma "Amaos los unos a los otros". Es oportuno manifestarle que ni machista ni feminista soy. Abogo por la igualdad, pero sin etiqueta ideológica.

Entrando en contexto sobre el titulo del opúsculo, el hombre en su naturaleza es y será siempre un proveedor nato. En los tiempos de la edad primitiva, el hombre solía salir de las cavernas en la búsqueda del sustento del hogar y de su comuna. Cazaban animales feroces, recolectaban frutos de arboles y más tarde conocieron la agricultura, la pesca y la cerámica. Con las pieles de los animales confeccionaban vestidos y calzados. Los huesos eran labrados y los convertían en armas de defensa, aperos de agricultura, pesca. También elaboraban prendas que ataviaban a las mujeres como símbolo de belleza y poder. Todos estos víveres, bártulos y alhajas eran recibidos y entregados a su compañera de vida que, como recompensa de las largas jornadas de trabajo, el hombre era contemplado con las delicias, atributos y encantos amorosos de la mujer, como merito al arduo trabajo. En la misma dinámica de la sociedad primitiva, también hubo hombres holgazanes que rehuyeron del trabajo y de sus responsabilidades y que, a su vez se dedicaron a crear cultos y adoración a la personalidad. El líder cazador cuando sucumbía en las garras de la fiera, era recordado por el holgazán que exteriorizaba en las pinturas rupestre las hazañas, convirtiéndolas en símbolo e imagen de idolatría. ¿Es el origen de la casta sacerdotal?... ¡continuemos!

Hoy con la esclavitud del algoritmo, se ha creado un modismo de vida cotidiana en redes sociales, medios de comunicación y es multiplicado por muchas veces por mujeres con o sin conocimiento: "Necesito un proveedor". Lo dicen con toda normalidad de la naturaleza, no sabiendo que se estigmatizan y desvalorizan en todo su esplendor, tanto ella como la familia y la sociedad. Un proveedor aprovisiona de medios cuando tiene un hogar, una familia que vive en sociedad. Es grande la lista de hombres que han experimentado casos en que la mujer solo quiere del hombre trabajador probo e impoluto como proveedor que satisfaga sus caprichos materiales. El hombre que logra escapar en la huida es tildado con el remoquete de princeso entre otros epítetos como afrenta.

Hasta los grandes insignes de la patria han saboreado el amargo destino de ser usado como proveedor. ¿Fue nuestro Libertador Simón Bolívar un proveedor? A mis afables lectores que se toman el tiempo en leer, sean ustedes quienes juzguen:

París, Abril 6 de 1826.

A S.E el General Bolívar

(…)"Si U. se encuentra ya en el apogeo de la gloria, dígamelo y me congratularé con U.; si al contrario, no se siente U. satisfecho, también es á mí á quien debe decirlo porque lo que concierne á usted será para mi más que mi propia existencia, más que yo misma…Adios mi caro amigo" (…)

París, Abril 6 de 1826.

A Su Excelencia el General Bolívar

(…)" porque es U. en verdad, el dios del Nuevo Mundo (…) Como ya lo he dicho á U., Augusto tiene 29 años y es Capitan de caballería; cáselo U., con una de sus parientas, esto en el supuesto de que le sea á U. tan agradable como á mí. Le agradeceré á U. me diga tan pronto como sea posible, su voluntad á este respecto, pues no quisiera que mi hijo por aguardar la decisión de U. perdiera aquí un buen partido, que aunque ménos de nuestro gusto pudiera convenirle en cuanto á bienes de fortuna (…) Eugenio, el segundo de mis hijos, que está para cumplir los veinte se ha dado á los estudios y á los trabajos necesarios para hallarse en disposición de merecer lo que la amistad de U. pudiera confiarle á él ó á su hermano , dándole el Consulado General de Colombia en Paris (…). Le mando á U. mi retrato y el de mi hijo Augusto, que está en toda la lozanía de la juventud; su fisonomía le recordará á U. la mía, cuyo retrato deja ver ya las huellas del tiempo, pero el corazón siempre es el mismo (…) No dudo que U. tendrá mucho gusto al ver llegar con el Coronel Narváez al joven Simón Briffard, nuestro ahijado, que antes de la partida de U. recibió en nuestros brazos las aguas del bautismo. No tengo para qué recomendarlo á U.; si U. quiere tenerlo á su lado á titulo de hombre de toda su confianza, nadie le superará en lo probo y bondadoso. Si esto no le conviene á U. será suficiente su protección para el establecimiento de un arte útil en ese país (…) Para principiar, bastaría que lo pusiera U. á la disposición de su Ministro del Interior (…) El lo ha amado á U. desde la cuna como á un padre y protector: yo salgo fiadora de él en todo respecto (…) La falta de dinero que experimento ha envalentonado á mis adversarios (…), haciéndoles concebir la esperanza de que viéndome yo arruinada ceda en mis derechos. Sin dinero me veré obligada á transar y á reducir mi fortuna a poca cosa, mientras que, si sostengo mi posición, obtendré en dos años un buen resultado. Suplico á U. encarecidamente, mi querido primo, que si U. no puede mandarme dinero, me mande valores que puedan realizarse ó autorice U. algun banquero para que me dé cuatro mil francos al mes hasta la conclusión (…) Acuda U, pronto á auxiliarme. Si el General Narváez hubiera podido vender al precio que él había calculado en Paris, habría tenido la bondad en obsequio de U. de poner una cantidad á mi disposición (…) Su hermana se casó desde hace mucho, á los 15 años, con el vizconde de C…; es rica, bella y amable (…) que algun dia tenga yo otra vez la dicha de decirle á U. de viva voz que nadie le ha amado tanto ni le es tan cariñosamente adicta como su prima". Fanny D. Du Villars.

París, 14 de mayo de 1826.

A Su Excelencia el General Bolívar.

(…)" desearía que sus cartas fuesen ménos raras (…) Desde el mes de Setiembre último, por lo ménos cincuenta veces he escrito á U.(…) Nuestro ahijado Simoncito Briffard, cuya educación me encargó U. que dirigiese…de las bondades de U. para cuando U. estuviese en estado de llevarlo á su lado, debia haber partido con…, pero como no tenia dinero ni podía yo dárselo. Si U. lo necesita, apénas se lo diga U. y le mande con qué hacer el viaje, se pondrá en camino. Vuelvo á repetir lo que ya he dicho á U.,… mi hijo Augusto es Capitan de Coraceros, y espero con impaciencia la respuesta de U. sobre si quiere U. darle la mano de una de sus parientas, pues ya tiene 29 años y desea casarse. Hace ya ocho meses, mi querido primo, que dirigí á U. esta suplica y aguardo todavía su respuesta. Mi hijo menor ha cumplido veintiun años, es de gallarda presencia, y entrará á la Escuela Especial de Comercio para merecer la confianza de la República de Colombia, si U. tiene á bien honrarle con el nombramiento de Cónsul General en París. Mi Carlitos tiene apenas once años, y para bautizarlo aguardaré que U. venga y elija la madrina. Todas las mujeres bonitas de París se disputaron el honor de ser comadres de U. ; pues es U. querido aquí como un dios. Deseo saber si mis cartas anteriores han llegado a manos de U., y me importa mucho saberlo para estar segura de que U. quiere servirme (…) Adios, soy su prima que lo quiere y admira, Fanny D. Du Villars"

Hoy, no buscan un proveedor, buscan un patrocinador de mercancía convertida en factura a pagar de un producto que pierde su vida útil que es limitada y que hace forzar al consumidor al reemplazo. ¿Es la programación de la obsolescencia?

¡Hasta una próxima entrega!

Referencia Bibliográfica

Ministerio de la Defensa Venezuela (1981). Memorias del General O ´ Leary . Tomo 12, Pág. 293 - 300