En defensa de la Revolución Bolivariana

Desde que los lacayos del imperialismo han tratado en la ciudad de Valera y el estado Trujillo, reeditar lo que ocurre en Ucrania y en Siria, he podido observar lo dispuestos que están nuestros cuadros revolucionarios de defender el legado de Chávez.

He tenido el honor de compartir con gente alerta a ofrendar su vida en defensa de este proceso que tanto preocupa a los yanquis.

Comparto con personas que desbordan la alegría que solamente nos dio Chávez para asumir la responsabilidad de continuar con lo que Bolívar soñó.

Vi a un hombre asumir su responsabilidad de denunciar la escalada complaciente de los lacayos de los gringos que armaban las guarimbas, sin importar el riesgo que tomó en defensa de lo que el Comandante Chávez nos dejó.

Te vi a ti; amigo; asumiendo la responsabilidad de defender la institución que es tu vida y el legado de Pedro Pablo que aunque se nos fue siempre estará en nuestros corazones.

Orgulloso vi a mi gente en defensa de esa institución como un solo hombre poniendo su pecho; única arma.

Asumiste tú trujillano en Valera; la dirección de el comando; despojándote de tu cargo para asumir la defensa de la revolución.

A ti; amiguita; fue imposible decirte que te quedaras en casa para que no te arriesgaras, ahí estabas en defensa de lo que crees y que inunda tu esencia de lo que eres. Caminas. Respiras y hablas Revolución Bolivariana.

A ustedes camaradas, que junto a los cuerpos de seguridad, han salido a dar la guerra para frenar esta escalada de los lacayos del imperialismo, con rabia y coraje revolucionario.

Por los caídos; heridos por las balas majunches; ustedes son héroes y mártires de esta revolución. Honor y gloria a ustedes, que salieron a poner su vida a disposición del proceso revolucionario.

Resalto la fuerza campesina que como en los mejores tiempos de las luchas independentistas ahí está. Su aporte invaluable. Gracias hermanos así como ustedes hacen, se construye una Revolución.

A ti; que estas siempre ahí; que aunque, traté que no estuvieras, por tu seguridad; estabas, sin miedo, con esa decisión que es tan tuya, que no conoces, pero que me distes a mí la razón de conocerla.

A los hombres y mujeres de verde y azul y a sus jefes; amigos consecuentes; que defienden nuestra tranquilidad, mis palabras son pocas para reconocer su cansancio, su tensión, su dedicación y entregas. Muchas veces siendo atacados de mentiras, cuando ustedes defienden la paz de un pueblo.

Me hizo sentir el alma de la revolución a todos los que vi aportando a nuestra razón de vida, como lo es el proceso bolivariano.

A los camaradas que defendieron el FUDET; cuando iba a ser quemado con gente adentro; con sus manos y su amor por la revolución, junto a funcionarios; como tu hermano; que te despojaste de tu cargo para darle un parado ya a la violencia con que los yanquis quieren asolar nuestro país.

Honor a todos aquellos hombre y mujeres que desde Carvajal, Motatan; La Hoyada, Trujillo y de los muchos municipios del estado han,rodilla en tierra afrontado, de una u otra forma la escalada imperialista.

En todo en toda esta gente noté la presencia de Chávez y me di cuenta más que nunca:

¡Chávez vive y la lucha sigue!


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José Rosario Araujo


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