El luto activo

No sé que significa “Luto activo”. Sugiere algo así como estar triste por la muerte de alguien pero no dejarse abatir y sugiere, también, tratar de transformar esa tristeza en algo positivo y que enfrente las causas que provocaron la muerte de ese alguien.

Sin embargo, cuando uno escucha en una emisora de radio la cantarina y bien timbrada voz de un locutor, anunciar que “en esta emisora estamos de luto activo, por el abominable crimen que enluta a la familia venezolana, y ahora escuchemos ‘ Bandolero’ de Olga Tañón” y vemos escenas parecidas en TV y notamos que en carros particulares y autobusetes públicos, está escrita en los vidrios la frase, mientras sus ocupantes tararean el último reageton, “Luto activo” se nos hace una frase confusa, que alude más a una intención política que a una tristeza colectiva.

La historia está plagada de frases que sugieren cosas y se han transformado con el tiempo en consignas y en el mejor de los casos en emblemas de movimientos humanos, de colectivos enormes que han revolucionado la historia.

Las frases en cuestión han sido paradigmas de procesos de cambio, y han sido estímulos para construir otras frases que también han tenido un noble destino. Me viene a la mente: “tengo un sueño”, que desde la boca de Martin Luther King se transformó en la esperanza de una mayoría abrumadora de la población negra oprimida norteamericana de la mitad del siglo pasado. Igualmente están vivas expresiones como “resistencia pacífica”, y “la no violencia” frases que acompañaron la entrañable y sorprendente lucha del pueblo oprimido indio, liderizado por Mahatma Gandhi”; un fantasma recorre a Europa” que asumió la clase obrera europea a partir del manifiesto comunista escrito por Kart Marx y Federico Engles en el siglo XIX. “no pasaran” que fue la frase emblemática de la resistencia republicana en el Madrid asediado por el falangismo franquista. Y así muchas otras frases que funcionaron como motor, resumen de una idea y un proceso mucho más complejo que la frase en cuestión. Lo que sí es cierto que estas palabras tienen una fuerza porque establecen una identidad. Amigos y enemigos entienden el mensaje y la dirección de cualquier consigna, entienden el mensaje y la dirección política y las metas que se propone el emisor. En otras palabras, no es que voy a vender perros calientes y voy a gritar que “la no violencia vencerá a la violencia” porque desvirtúo la frase y se me pudren las salchichas.

“Luto activo”, fue la frase que acuñó la oposición para aglutinar en su entorno el desconcierto y el descontento, que produjo las muertes en la Plaza Altamira y que los líderes antichavistas endilgaron, sin corta pisa, al gobierno. A pesar de lo apresurado del juicio, les fue bien. La frase caló, la clase media de oposición se sintió perseguida, se sintió agredida, se sintió adolorida e identificada en el dolor. Esa clase media hasta creyó que tenía una importante estatura política. Tenían razones, argumentos y una frase sonora para justificar marchas, contra marchas, odios, furores, guarimbas y comunicados. La frase “luto activo” acababa de adquirir una dimensión política importante. El problema fue que esa dirigencia bufa, no tenía mucho más que frases y poco a poco se le fueron diluyendo las movilizaciones.

En un intento un tanto ridículo, trataron de capitalizar la muerte del Papa Juan Pablo segundo en función de aglutinar, a partir del dolor de la gente, a una oposición dispersa, desmotivada y desalentada. Lógicamente no funcionó pero, a pesar de esa torpe dirigencia, la frase no sufrió grandes daños.

En estos días, a partir de una tragedia tan dolorosa, tan deleznable, tan incomprensible como el asesinato de los hermanos Faddoul y Miguel Rivas, vuelven a usar la frase. Y así logran mezclar dos ignominias. El dolor infinito de esas muertes tan injustas con la estupidez, la falta de corazón de querer convertir un luto real, un dolor real en una frase que capitaliza intenciones políticas de otra índole.

La gente que instaura la frase para cogerse el dolor de muchos y enfilarlo contra el gobierno, demuestra dos cosas, una enorme perversidad y una gran falta de imaginación para alcanzar sus objetivos. La frase “luto activo” identifica una posición política. Usarla en la muerte del Papa fue una ridiculez, usarla mientras el dolor está a carne viva, en los familiares de las víctimas, es de una crueldad sin límites. No hay remedio son inútiles pero peligrosos. Su torpeza, más temprano que tarde, provocará más rechazos de venezolanos que hoy los apoyan, quedándose cada vez más aislados y a la espera de Bush para que les cumpla el único sueño que han tenido en sus pobres vidas (amen de ir a Miami) que es derrotar este proceso.







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