¿Qué tiene el espía Snowden que no tenga Julián Conrado?

SNOWDEN ES PRESENTADO COMO EL HÉROE DE LAS PELÍCULAS ...GRINGAS
Julián Conrado, en cambio, es un sudaca de esos que, como no se calan una situación tan terrible como la que vive Colombia, se meten a guerrilleros e insurgen contra el imperialismo y sus empleados. Es uno de los malos de las películas gringas. No tiene glamour, ni centímetros en la prensa internacional. Es un guerrillero, un comunista radical puro, de esos que son tan injustamente odiados por los socialdemócratas, a pesar de que son los que hacen el trabajo duro de la transformación de las sociedades. De los que “van a la raíz”, como decía Chávez.

JULIÁN CONRADO NI SIQUIERA ES UN HIJO PRÓDIGO
El cantante convertido en guerrillero ni siquiera se ha arrepentido, de hecho parece sentirse orgulloso de haber dedicado su vida a una causa en la que cree, por la cual han quedado empedrados todos los caminos de nuestro continente con los huesos de nuestros antepasados y nuestros contemporáneos. Es uno de esos personajes que, muchos que ni siquiera los destapan, cuando son asesinados y se convierten en leyenda, otros que los habrían vendido sin remordimientos fingen haber sido sus grandes amigos... a ver si se les pega algo de decencia.
Como guerrillero de las FARC, Julián Conrado es más radical que los comunistas radicales puros tan perseguidos (aunque con disimulo) por la llamada “derecha endógena” y hasta por algunos que se fingen radicales, pero nos tiran la piedra y esconden la mano.

CONFIAR EN LOS ESPÍAS... MÁS DIFÍCIL QUE EL CARRIZO
Si todo lo que dicen que hizo Snowden es verdad, si el muchacho arriesgó el pellejo para denunciar a su propio gobierno a sabiendas de que lo pueden volver picadillo, es un brinco notable de talanquera que, junto con la valiente actitud del soldado Manning, marca el inicio de la descomposición del imperio, porque su propio pueblo es el único que puede realizar una transformación desde dentro que impida que la Naturaleza, implacable y justa ella, tome cartas en el asunto y los desaparezca del mapa.
Lo difícil es confiar en un espía, un experto en fraude, en mentira, en tramoya, y él seguramente sabe que su lado oscuro impide que la mayoría de la gente pueda creer que en el fondo no se trate de otra “misión imposible” como las de las películas, destinadas a justificar que el imperio nos ataque. Eso pasó con el soldado israelí capturado por los palestinos, que en su nombre se hicieron tantas masacres, o con los barcos auto hundidos de los yanquis que justificaron una agresión a Cuba y la guerra de Vietnam.
Esa espinita siempre estará presente y, por lo visto, el mismísimo Vladimir Putin, que le ofrece una generosa destrancadura del juego, se reserva algo.
Ningún país de la Alba debe darle asilo a Snowden, por simple sentido de la supervivencia. Se le puede ayudar de otras maneras, como el apoyo moral que se le ha dado, pero... No podemos pisar esa concha de mango.

¿ACASO JULIAN CONRADO NO ES QUIEN DICE SER?
Chávez mismo asumió la responsabilidad de la captura de Julián Conrado, y eso hizo que muchos guardáramos respetuoso silencio al principio, pero ya ha pasado bastante tiempo y las relaciones con Colombia han vivido varios cambios, rumbo al foso, desde que Santos ofreció públicamente convertirse en el Sapo de Sudamérica, para espiarnos y pasarle información sobre todos nosotros a la OTAN, con acuerdo firmado y todo, para que nos ataque como a otros infortunados países.
Desconozco los intríngulis de la diplomacia en tiempos de amenaza imperial, es posible que exista una razón para que se viole nuestro ordenamiento jurídico, el derecho de asilo, los derechos humanos de quien no ha cometido ningún delito en nuestro país, que se sepa.
Si existe un motivo válido, si Julián Conrado no es quien dice ser, si resulta más agente imperialista que el mismísimo arrepentido Snowden, todos y todas tenemos derecho a saberlo, porque a la verdad, muchos creemos que se trata de un revolucionario que está siendo injustamente maltratado por un gobierno progresista como este, que hasta se dice socialista y revolucionario; pero la situación de Julián Conrado nos presenta muchas dudas.
De cualquier manera, debe tomarse una decisión ajustada a Derecho.

Y todos debemos levantar la voz, para no tener que decir: “primero fue Julián Conrado, pero como es de la FARC no dije nada, después fue otro revolucionario, pero como no voy a contradecir a nadie, tampoco hablé, ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde”.

LIBERTAD INMEDIATA Y ASILO POLÍTICO PARA JULIÁN CONRADO.
Si Julián Conrado es un guerrillero de las FARC cuya vida corre peligro si se deja en libertad, hay que protegerlo, pero libre. Jamás debe deportarse porque no puede tratarse igual que los paracos y los narcotraficantes.
Su situación debe resolverse antes de siquiera considerar ofrecerle asilo al espía gringo, tan buenecito él, con sus lentecitos de “nerd” y su cara de niñito disciplinado. Aunque Snowden sea sincero, aunque sea un héroe y no un espía metido nada menos que en una conspiración para justificar una agresión militar a los países de Alba bajo la excusa de su captura, igual como hicieron con Bin Laden.

No debemos tener miedo al imperialismo y probablemente habrá una confrontación con ellos tarde o temprano, pero no debe ser cuando ni como ellos quieran.



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Andrea Coa


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