Primero de mayo, otra expectativa frustrada

La ola de rumores, a través de las redes sociales, que ha recorrido el país en la víspera del primero de mayo, relacionados con un posible aumento o no del salario mínimo y del bono de guerra han generado un crecimiento en las expectativas de los trabajadores de la empresa privada y fundamentalmente en los que laboran en los organismos públicos nacionales, regionales y municipales.

Ese anhelo que se ha acumulado durante tres años consecutivos de frustración en frustración, desde el último decreto sobre el salario mínimo en marzo de 2022, es producto de que ese ingreso mínimo de 30 dólares en un inicio, hoy se encuentra devaluado y ha caído en 1.5 dólares. Esto indica, por una parte, que el trabajador requiere de 351 salarios mínimos para adquirir la canasta básica alimentaria que el mes de marzo alcanzo el costo de 526 dólares; y por la otra, anuncia definitivamente la muerte de las prestaciones sociales consagrada en las leyes nacionales. Expectativa que hasta hoy es como la espuma del jabón cada 12 meses sube y baja.

Cuando se aproxima el primero de mayo las expectativas de los trabajadores de la ciudad y el campo, de la ciencia y la cultura, siempre se elevan hasta colocarse en el vértice de la cima. Así se observó en el 2023, se repitió ese ritual en el 2024 y así se percibe en la víspera del primero de mayo de 2025.

En esa perspectiva, después de concluir las mesas de dialogo celebradas, en el primer trimestre del 2025, entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios, el primero, representado por el ministerio del trabajo, el segundo, por la Central de Trabajadores Socialista y el tercero, por Fedecámaras, acordaron en designar, al Presidente del organismo empresarial, como vocero para que emitiera una declaración pública sobre los acuerdos en esa tripartita económica sobre el salario nacional. Esa es una señal que indica que nada sustancial en relación con el salario y los bonos se percibe en el horizonte.

Lo cierto que con un discurso dirigido a prolongar en el tiempo la eliminación de las prestaciones sociales y negador de todas las conquistas que los trabajadores venezolanos a costa de la lucha sindical, de huelgas, confrontaciones, que en algunas ocasiones dejó un saldo de muertos, heridos, persecuciones y detenciones de dirigentes sindicales, el primero de abril el presidente de FEDECAMARAS, señor Adán Celis, expreso que en esas mesas de dialogo "desde el sector privado se están impulsando modelos alternativos de remuneración a través de acuerdos directos entre trabajadores y empleadores."

Es así como en esa misma declaratoria dejo correr la información que FEDECAMARAS "propuso establecer un ingreso integral de 200 dólares" https://www.elnacional.com/economia/fedecamaras-propone-ingreso-integral-de-200-dolares-para-los-trabajadores/

Cabe destacar que en el meta mensaje de ambas declaratorias se detecta una estrategia en complicidad con la central de trabajadores socialistas, de sellar y refrendar un acuerdo que de un golpe mortal definitivo a las prestaciones sociales y es una táctica para dispersar la unidad de los trabajadores en su lucha por las reivindicaciones económicas y sociales.

En otras palabras, de ser así la idea de firmar de manera directa convenios particulares, entre cada empresa con sus trabajadores, regresaremos a la época de los sindicatos amarillos (o sindicatos controlados por los patronos) y de los contratos laborales individuales que tuvieron vigencia en Estados Unido a partir del año de 1870. Sindicatos que respondían más a los intereses de los dueños de las empresas que a los trabajadores.

Por otra parte, el vocero de la tripartita patronal, cuando propone "(…) un ingreso integral (…).", muestra los colmillos de lobo disfrazado con piel de cordero y anuncia: a) la eliminación definitiva de las prestaciones sociales, b) un desprecio de los convenios de trabajo que estable la LOTT y c) el desconocimiento del artículo 91° de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela-CRBV.

Por lo demás, si recordamos esas mismas reuniones celebradas en Margarita en el 2023, en el 2024, observamos que la historia se repite, esta vez como comedia, en el mismo lugar, con los mismos actores, la misma escenografía, el mismo proscenio, la mima utilería, el mismo vestuario, el mismo guion y la misma estrategia comunicacional.

En conclusión, el aumento salarial o no sigue siendo un secreto bien guardado. Todo apunta a que: 1) el aumento del salario mínimo y del bono de guerra el primero de mayo será insignificante en relación con el costo de la canasta básica nacional y con el incremento progresivo del valor del dólar del BCV; 2) las prestaciones sociales pasaran de estado de coma a una muerte momificada; y 3) la bonificación seguirá su marcha y la frustración de los trabajadores se reciclará otra vez. Lo que se produzca en materia salarial volverá a devaluarse en los próximos meses. Pareciera ser que se cumplirá otra vez el proverbio que dice: "El que vive de esperanza muere de desengaño."


 



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Carlos Mezones


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