Al parecer el valor de nuestra moneda ante la de la hermana república es casi ninguno. Por cada “ peso “ dan varios Bolívares. Ese favorable cambio valor, hace que sea atractivo comprar en nuestra patria ciertos productos que en Colombia son muy caros. Por poner un ejemplo simple; una caja de glucofage, medicina de vital importancia para los diabéticos, aquí cuesta menos de diez Bolívares y allá cuesta unos cincuenta o sesenta Bolívares. La harina de maíz precocido de la marca por todos conocida, cuesta allá cincuenta y cinco Bolívares, aquí siete con cincuenta.

La verdad es que no hay escasez, hay una forma de desabastecimiento producida por no solo los bachaqueros, hay muchas estudiantes colombianos que vienen a tomar clases los fines de semana en universidades privadas. Lo hacen por que los post grados en Colombia son para gente rica, son caros, muy caros. No le demos más vueltas al asunto, estudiar en Colombia es para gente de dinero.

Con el cambio a favor, y comprando medicinas, productos de tocador, crema dental, esmalte de uñas, ciertos alimentos, y revendiéndolos en Colombia, los estudiantes sacan ganancias que les permiten pagar el transporte, el alojamiento, la alimentación, las matriculas y los pagos mensuales a la universidad, y aun sacan ganancias.

La economía venezolana, los productos venezolanos y los importados subsidiados por el estado, le están pagando a muchos pero muchos colombianos, no solo la educación, les hacen ganar dinero a costas de las necesidades de nuestro pueblo. no se piense que soy anti colombiano o anti la unión de nuestros países hermanos. Pero no creo que debamos subvencionar a unas personas que no le dejan anda de provecho a nuestra patria. Solo ganancias a los dueños de las universidades privadas.

Esto esta ocurriendo en los estados fronterizos. Vienen de poblaciones cercanas, Maicao, Riohacha, Codazzi, Valledupar, y la misma Barranquilla, por el lado de la Guajira, por Táchira vienen de Cúcuta, Pamplona y la misma Ocaña. Me supongo que por el Estado Apure entraran otros.

Me parece que estamos haciendo el trabajo de chacazo pá lapa, les vendemos a estos colombianos nuestros insumos, nuestras medicinas, nuestra comida para que ellos estudien y ganen dinero. Subvencionar a gente que no nos pertenece, que no forma parte de nuestro entorno y que no nos agradecen nada, es una imbecilidad enorme.

Para el gobierno de la hermana república nosotros les resolvemos un gran problema, les formamos mano de obra altamente califica, les enviamos medicinas y alimentos a bajo costo, colaboramos, ayudamos a su economía, y no recibimos un barajo a cambio. Sin olvidar que en nuestro país viven unos cinco millones y medio de ciudadanos colombianos, la mayoría de ellos sin documentos, pero disfrutando de los beneficios de la revolución. Es decir educación gratuita, salud idem, casas de la misión vivienda, y un largo etc.

Ya es hora de ponerle coto a esta situación. Primero esta la salud y la vida de nuestros compatriotas, basta de permitirle a un estudiante colombiano comprar dos maletas de medicamentos, creando una escasez ficticia, que es usada por los mentirosos opositores para falsear una situación irreal.

No basta con bajar los precios, hay que controlar a quien y que se vende, pedir cedula venezolana, revisar las maletas de los viajeros de fin de semana que van a Colombia. Controles en las fronteras. No más permitirle a los colombianos que vivan de nuestra economía. Que no nos expolien más.

CHAVEZ VIVE LA LUCHA SIGUE

CON MADURO DE FRENTE AL FUTURO.