En el PSUV y gobierno de Sucre el rio se metió en el conuco

Quienes vivimos en el estado Sucre nos resulta difícil ocultar la realidad que hemos vivido. La misma que vivimos todos los días. Curiosamente la próxima semana miles de venezolanos vendrán a visitarnos y eso no es simple casualidad. Ocurre en todo periodo vacacional. Al igual que todo nuestro país, contamos con atractivos naturales de exquisita belleza. Somos parte de esta inmensa tierra de gracia que es Latinoamérica que ha dicho sí a los cambios revolucionarios. Sucede que el sucrense pudiera hoy ser un ser más feliz de lo que es. Y nuestras ciudades, pueblos y caseríos pudiesen contar con una infraestructura a la altura de las expectativas de quienes aquí vivimos y de los que nos visitan. No está mal mantener nuestra condición y característica de pueblos. Lo que debemos tener en cuenta es que ciertamente nuestra población crece y la necesidad de servicios se hace más exigente. Con las anotaciones anteriormente referidas pretendo señalar que siguen vivas las expectativas y esperanzas del pueblo sucrense en la Revolución Bolivariana. Todo indica que hasta hoy hay una deuda que pacientemente esperamos comience a saldarse y que el liderazgo de reciente data no ha estado a la altura de estos objetivos. Aquí sucedió algo así como si la revolución nos agarró de golpe. No solamente nos sorprendió sino que tal liderazgo no ha tenido capacidad de enfrentar con reciedumbre, fuerza, responsabilidad y sobre todo con humildad lo que llamamos “el proceso”. Unos cuantos siguen pensando y creyendo que esto de revolución socialista es más fácil que pelar mandarinas y que nuestro comportamiento puede ser, como de hecho ocurre, el de un vulgar gobernante del puntofijismo. No importa el estudio ni oir a la gente. Creen que basta el discurso demagógico y citar a teóricos, líderes revolucionarios y libertadores que ser apenarían de tal comportamiento. Para colmo, el PSUV como supuesta vanguardia del proceso, desemboca en el caos. Colapsa. Dos, tres, cuatro tendencias de izquierda y similares de derecha se disputan el partido y el gobierno. Los advenedizos hacen de las suyas. La derecha-derechita opositora casi se convence de aquello de “rio revuelto, ganancia de pescadores”. Mientras tanto desde lo que se llama en el PSUV Dirección Nacional, nadie parece mirar hacia acá. Han permitido que el rio se meta en el conuco y no les importa si acaba con el sembradío y la cosecha. Que los de aquí se arreglen como quieran. Que hagan lo que les parezca. Que se autodestruyan. Todo ello ocurre frente a Vicepresidentes que no asumen decisión ni autoridad. Es el caso de Ramírez, Aristóbulo y ahora, Diosdado Cabello. Y el mismo Chávez que en su condición de Presidente del PSUV ya debe estar al tanto. Los revolucionarios de Sucre les exigimos poner orden en Sucre. Tanto en el gobierno como en el partido. Aquí no se decide el futuro de alguien en particular. Aquí lo que está en juego es el futuro de millones de venezolanos que apuestan su esperanza en la Revolución Bolivariana. Como dicen los borrachitos…”Orden en la pea”. revolcones76@yahoo.com.ve


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Juan Azócar


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