¿Será que monseñor Víctor Hugo Basabe deja el púlpito por la oratoria?

Desde hace tiempo para acá los representantes de la iglesia católica -antes y después- que llegan a la CEV, les ha dado salir a la palestra pública a hablar más de política en contra del gobierno que, a buscar más fieles que confesar e integrar a su iglesia que los acompañen a la travesía espiritual de vivir siempre cerca de Dios, rezando y pidiendo lo que nunca les llega y, como en ese medio, la riqueza brilla por su ausencia y no hay motivos para perjurar por la corrupción y, viendo ellos que los líderes políticos siempre andan cuando no, quedan prósperos para alcanzar lo que no se alcanza en el reino de los cielos y más si se está en contacto con el gobierno de los Estados Unidos, entonces es más fácil como potencial provechoso y hasta ardiloso que no valen además, si se comete pecado o no, meterse a político que los ejemplos vivientes en opulencia están a la vista en ambas direcciones y, además no tienen porque encaramarse todo un vestuario encima que pesa y fastidia que pudiera ser más simple para desnudarse en público llegado el caso, que no es nada difícil decir, manos a la obra y listo.

Hasta beneficioso para el Estado sería que la mayoría de los políticos venezolanos se metan primero a curas que quien quita que cambie el pensar y proceder hacia la cosa pública de eso de que me pongan donde hay, y como los curas son más austeros y no andan con malas intenciones el Estado saldría ganando y cero corrupción ni por allá ni por acá y esa pasantía sería un buen golpe de timón y hasta habría más colaboración, atención y comprensión entre la iglesia y el Estado y, quizás, pensando así es que los curas andan siempre criticando los manejos, pensamientos, hostilidades y atrocidades como malas praxis dentro de la política que siempre se ven en el país, sin importar el tipo de gobierno, colores y menudencias, y como los hay abusadores que quieren ser siempre los mismos gobernantes hasta se acabaría con ese enconchamiento enroscoso que, ni por bien ni por mal, sino todo lo contrario, le convendría a otros aspirantes de algún día ser lo que quieren ser como políticos en el poder y, todo en el país se vería bonito, conservado todo, diligente, sin corruptos, más atención y una cantidad de cosas que por ejemplo y quizás con mucha razón monseñor Víctor Hugo Basabe en vez de dedicarle su homilía a la Divina Pastora, dirigió toda tu batería verbal a la política en un sólo ángulo, es decir, la única parte que perturba a su iglesia es la clase que gobierna, la que hace oposición lo hace bien que con ellos su iglesia estaría bien cobijada como manda su Dios, que no pone fin a su amargura y ,porqué lo hace, porque no lo dejan hablar a diario, para darle sus lecciones políticas a los políticos que representan el Estado.

Y como la oposición no habla, no hace nada, vive en otro mundo, quién tiene que salir a decir lo que se debe decir y, más dentro de esta "dictadura" pues tienen que ser los dueños de la iglesia sin miedo, sin ofuscamiento, sin menoscabo, porque verdad es que, ellos como nosotros estamos en una mala racha con tantos dólares sueltos y seguimos en peladera y ellos recibiendo una piche limosna que no alcanza para comprar una vela, creemos que la Divina Pastora de Barquisimeto, le están complicando su existencia de santa, metiéndola a la política foránea, sin poder hablar por ellos y, en vez de pedirle un milagro prodigioso, la meten por el camino de las dificultades que todo el mundo ve que no es nada nuevo, por lo que los Estados Unidos quieren salir del dictador y monseñor se presta sin vergüenza ni prudencia ninguna a encajar más problemas, se envalentonó que no habló de su iglesia sino de los males del pueblo que su iglesia no ayuda ni trata de ayudar para resolver nuestros problemas existenciales que él como todo un santo, debe saber cómo solucionarlos, pero que nunca lo dijo, sino que espera que los solucione, posiblemente no Dios, sino otro que él sabrá muy bien y vaya misa la que tiró Monseñor Basabe que, el pueblo quedó con tantas ganas de oírlo por su actitud que le deben de estar lloviendo propuestas a futuro.

Y monseñor Víctor Hugo Basabe se la comió ese 14 de enero que quedará para el recuerdo, para que el año que viene no venga con lo mismo y, ojala que alguien se ocupe de condecorarlo si él quiere, que se lo merece por defendernos con su peregrina voz.



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Esteban Rojas


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