Otra carta urgente a Manuel Rosales

Estimado Compañero:

Me veo en la necesidad de escribirle otra vez, debido a la problemática que se me ha presentado en el hogar, desde que salió usted con su verbo encendido anunciando el lanzamiento de La tarjeta La Negra.

Oí la oferta que usted hizo esa gloriosa mañana y quedé pasmado por la profundidad de su pensamiento político, ¡Que cosa tan buena! Lastima que durara tan poquito. Mire candidato necesito que usted me envíe una carta aclaratoria para mi mujer, se acuerda, la Chinqua. Ahora esa mujer anda celosa porque me agarró hablando dormido diciendo: ¡Yo quiero a mi negra!

Mire señor candidato, esa mujer parece que se le incorporó el espíritu del mismo Chávez, porque me dio un juron tan grande con la zurda que todavía me duele el cachete. Esa mujer celosa es más peligrosa que Chávez en una reunión de la ONU.

Será posible candidato, que usted me envíe una de esas tarjetas que usted anunció, para demostrarle a la Chinca que lo mío con La Negra, es tan solo una relación platónica, basada solamente en la plata. Por fin candidato voy a salir de abajo. Lo único que le pido es que no sea tan negra y que dé las instrucciones para que su comando de campaña me envíe una tarjeta dorada

A propósito del seguimiento a sus discursos profundos y bien resumidos, quiero decirle que tengo un horno que como usted dice no da peras, mas bien el horno que tenemos en la casa dan pena y no peras, es por eso que le pido por favor que me envíe a la mayor brevedad la tarjeta esa que tanta falta me hace, para comprar una cocina nueva que de tenga un buen horno que de peras y no penas.

También, le solicito que usted me haga llegar una copia de su gran discurso de Caracas, porque solo pude oír como tres minutos, porque la condenada hija mía, la Ninfa, se puso a ver el discurso del candidato aquel que vino a Maracaibo y que nos ha invadido y no pude ver nada de su discurso. Le di una revolcada a esa muchacha, porque ahora anda con un sarampión político que va a acabar con mi vida.

No se preocupe, ya todo está bajo control, solo le pido que la tarjeta que le toca a la Ninfa me la envíe a mí, para castigarla. Esa muchacha ya ha llegado al colmo, fíjese que se inscribió en la Universidad Bolivariana y hasta se presentó en mi casa con un greñuo que usa unas franelas rojas con las fotos del tipo aquel, que vino con un gentío al palacio de los eventos (entiéndase Hugo Rafael Chávez Frías), perdone que se lo miente.

Creo querido candidato, que casi tenemos el triunfo en la mano, estamos organizando una gran marcha con usted, en el callejón El Estrecho, para que se vea como que hay mucha gente. Ya tenemos contactadas como veinte personas para esa marcha, pero tenemos que estar alertas, porque esos chavistas andan como locos y locas y no nos han permitido reunir más gente, debemos solicitar al CNE que esos Chavistas nos devuelvan a toda esa gente que antes militaba en nuestro glorioso partido.

Mi mujer dice que se cuide del machismo, porque ella quiere que le envíen un negro en vez de una Negra, casi le doy a ella también una revolcada. Ella ahora para cantando: "¿Que será lo que quiere el negro?". Imagínese que anda de alborotada diciéndoles a las vecinas que pronto tendrá su buen negro y que si esto se da, entonces, pensará si ella quiere salir de abajo.

Esta mañana quiso mi mujer entrarle a golpe a la negra Josefina, la secretaria de organización del comité de base, porque ella dice que esa es la negra que anda enredada conmigo y hasta gritó a toda voz, que ese hijo que ella tiene y que es hijo mío, tan solo porque se llama Anaxágora, como yo, aunque no se como se dió cuenta, porque nosotros le decimos el júnior.

Mi cuñado Mileto ha hecho una cosa imperdonable ha aceptado una casa en una urbanización llamada Villa Revolucionaria. No se como un hombre que se aprecie puede venderse por una casa de tres habitaciones, dos baños, sala, comedor. Por ahora yo espero que usted gane para reclamar con mi tarjeta La Negra,una casa en una Villa Privada, de esas donde vive la gente fina, la que mientan la oligarquia. Mientras tanto me voy a vivir en la nueva casa de mi cuñado Mileto. Después le envío la dirección, no se extrañe si me ve de franela roja y con una boina del mismo color, es que estoy ligando a ver si me dan una de esas casas, yo después la vendo para comprar una casa más lujosa. Por ahora me voy a infiltrar en las hordas chavistas que nos rodean.

Ahora paso a describirle un plan que usted va a aplaudir por ser un plan muy brillante, este consiste en convocar, cuando usted venga a visitar los barrios de Maracaibo, a la gente a un mitin chavista y así le garantizo que la gente se va a desbordar en cada una de sus caminatas.

Por ahora compañero me despido de usted con nuestra gloriosa consigna de lucha:

"Por una Venezuela libre y de los venezolanos, Tierra, pan y trabajo"

Anexágoras Ortega Faría.

Secretario general del Comité de Base

Américo Araujo.

Un Nuevo Tiempo (Antigua Acción Democrática)

Calle el Fraude,

Barrio "la Guarimba Blanca".


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Obed Juan Vizcaíno Nájera


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