Temen a Chávez con el Nóbel de la Paz

Este día es de mucha alegría para el pueblo colombiano y no menos para el venezolano. La liberación de Clara Rojas y Consuelo González es una victoria para todos. El presidente Hugo Chávez, a pesar de los bemoles del caso, tiene un merito indiscutible en el logro de este acontecimiento en el que empeñó su mejor trabajo y voluntad, junto al equipo que le respaldó. Pero lo más loable es que pudo obviar lo turbios sucesos en el primer intento de canje humanitario realizado el pasado diciembre, cuando logró el respaldo de la comunidad internacional. Un evento fallido que debió posponerse por la ya conocida historia del niño Enmanuel, hijo de Clara Rojas y los anuncios que sobre el infante emitió el presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez el mismo día del operativo de rescate.

Para el alivio de todos, el presidente Chávez en un acto público, este viernes 10 de enero dijo que Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, secuestradas desde hace seis años, ya habían sido liberadas por la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Dijo además que se mantuvo en contacto telefónico con el ministro Ramón Rodríguez Chacín y las secuestradas. La noticia rebotó de inmediato por todo el mundo , la que poco después confirmó a la agencia Efe, por el portavoz de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Bogotá, Yves Heller, quien con entusiasmo ratificó la buena nueva.

Por su parte, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, ratificó la noticia, luego de recibir, según dijo, la confirmación de la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, de parte del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

La Cruz Roja refirió que estas personas fueron recogidas en un lugar selvático, con algunas viviendas indígenas, entre las localidades de La Paz y Taomachipán, a unos 100 kilómetros al sureste de San José del Guaviare, capital del departamento del Guaviare.

El ministro de la Defensa de Colombia pidió además a las Farc que "dejen en libertad a los otros 700 secuestrados" que aún tienen en su poder, en la cual figura un grupo de políticos, extranjeros, militares y policías.

De la misma manera el ministro reveló que las tropas del Ejército colombiano, que estuvieron en el Guaviare observaron la misión a una distancia de unos dos kilómetros y se mantuvieron "quietas", debido al cese de operaciones militares del gobierno, alto al fuego que se mantendrá hasta la seis de la tarde de este viernes 10 de enero.

El ministro Santos aseguró "aquí hay la mejor voluntad; se cumplieron las reglas de juego y el Gobierno siempre ha cumplido".

No obstante, su endurecido y templado semblante, nada parecido al día anterior cuando Chávez anunció que tenía las coordenadas, cuando se mostró sonriente a la prensa, en este día de la liberación, cuando se confirma el éxito de la operación, daba la impresión que el ministro no estaba muy contento. Mientras que el comisionado para la Paz, Rodrigo Restrepo, se mostraba con rostro complacido, sonriente.

En cuanto a la cobertura hasta las primeras horas de la tarde (antes de la llegada de las secuestradas a Venezuela), tanto CNN como Globovisión con su conexión de RCN, poco mencionaron al presidente Chávez y dieron más despliegue informativo a la noticia de España, en la que ratifican que las pruebas realizadas al niño Enmanuel, para comprobar que es hijo de Clara Rojas, habían dado positivas.

Es muy difícil tapar el sol con un dedo y ni la visita del diablo George Bush a Israel, su paso por Palestina, según para respaldar la creación del Estado Palestino, han mermado el buen impacto de esta noticia desde Venezuela. Propiciada por el presidente Hugo Chávez Frías, a quien la prensa internacional casi quiere omitir en este hecho noticioso. Es lo que menos importa cuando el mundo se entera que el más malo logra este gesto humanitario, de gran compromiso para la paz. Aunque la oposición lo refiere con sorna y burla la verdad es que tienen miedo que Chávez sea postulado para el Nóbel de la Paz.

La cara de poesía del Ministro de la Defensa de Colombia dice mucho y me pregunto: ¿Será verdad que en verdad al gobierno colombiano le interesa un canje humanitario y la apertura a conversaciones de paz con las Farc?. Sin hacer especulaciones, creo que la paz en Colombia la quieren pocos, porque incluso es débil respaldo popular a esta posible iniciativa.

Ojala la liberación de Clara y Consuelo, pueda servir para activar un gran frente en Colombia, con fuerza internacional, para seguir buscando fórmulas, tanto para la liberación de los otros secuestrados como para abonar un camino a la paz.

(*)Periodista

leonjudi@gmail.com


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Judith León

Periodista e internacionalista.

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