Por una Bolivia Nueva

1.- Bolivia vive momentos muy críticos para su historia, las fuerzas
revolucionarias y las contrarrevolucionarias medirán fuerzas tarde o
temprano, una tiene claras perspectivas fascistas y racistas,
impulsado por el imperialismo norteamericano defienden las política
neoliberales, son fuerzas conservadoras y otro las clases trabajadoras
que expulsaron al masacrador Sanchez de Lozada, plantearon la tarea
central de recuperar vía nacionalización los recursos naturales y la
necesidad de una nueva reforma agraria, tareas todavía inconclusas,
son las fuerzas de la revolución.

2.- Para los obreros fabriles, mineros, para las clases trabajadoras,
el neoliberalismo significo un duro golpe a la industria nacional,
manufacturera y minera, la imposición del libre mercado significo el
cierre de una gran cantidad de fábricas, perdieron su trabajo más de
40.000 fabriles, fueron relocalizados más de 30.000 mineros. Se
constituyo por ende en un gran retroceso económico para nuestro país.
Significo también la privatización de industrias estratégicas, como el
de recursos naturales (Petroleo y Gas), de energía, de transporte y
telecomunicaciones, alimentos, etc. El estado, que en cierta parte de
nuestra historia, luego de la revolución obrera del 1952, era un
impulsador de la industrialización quedo achicado en un simple
regulador. Esta situación que describimos sigue en pie, la revolución
democrática cultural del populismo no ha podido avanzar en desmantelar
el modelo neoliberal.

3.- En estas circunstancias, las clases trabajadoras del campo y la
ciudad, son las que más han sufrido la arremetida neoliberal. En el
sector fabril, el deterioro del trabajo, la perdida de conquistas, la
caída del salario real, la generalización de la terciarización del
proceso productivo. Todo estas medidas neoliberales no han parado el
crecimiento de la clase obrera fabril, minera, petrolera, solo ha
debilitado sus organismo de lucha, el sindicato y sus partidos, esto
de manera momentánea. Desde el 97 hasta el 2005 las clases
trabajadoras no han dejado de luchar contra el modelo neoliberal, y
han dado un duro golpe a sus instituciones, sus gobiernos y sus
partidos, plantearon claramente en esas jornadas revolucionarias, del
2000 al 2005, la necesidad de un tipo nuevo de sociedad, donde no
existan explotados ni explotadores.

4.- El nacionalismo de contenido burgués en su momento aplico
políticas de industrialización, sustitución de importaciones era el
lenguaje común en los años sesenta y setenta, del siglo pasado, el
capitalismo andino del populismo indigenista plantea una nueva
reedición aunque más limita de esa política industrial. Con una
seudo-nacionalización de los hidrocarburos, de nacionalizaciones
parciales en el sector minero (Huanuni y Vinto), ha llevado a que el
estado tenga un pequeño margen en el manejo de la economía. La
ausencia de una política de reactivación de algunas industrias a nivel
del sector manufacturo (HILBO y TEXTURBOL), todos estos hechos
desenmascaran la ausencia real de una política que revierta el
neoliberalismo. El impulso y financiamiento de la pequeña propiedad
(artesanos, microempresarios etc), delata a la vez características
reaccionarias de parte del populismo. No se puede retroceder la rueda
de la historia.

Si queremos revertir el neoliberalismo, necesitamos un Estado Fuerte,
con presencia hegemónica en la industria extractiva y productiva,
impulsando una industrialización y así asegurando trabajo digno para
los bolivianos, la tan pregonada seguridad alimentaría, no
convertirnos en cobradores de impuestos. Y esto solo se puede lograr
cambiando el Estado burgués, por un estado obrero, "una revolución
socialista y no una caricatura de revolución".

5.- La clase obrera, debe ser conciente de la necesidad de parar la
inflación, de controlar precios a nivel interno, de parar esa "guerra
económica" de algunos sectores que actúan como un monopolio (la carne
y el aceite), que determinan precios superiores a los del mercado,
atentando contra la magra economía de la población. Pero exigimos al
gobierno políticas claras donde se garanticen las fuentes de trabajo,
y se genere nuevas fuentes de empleo donde se cumplan todo lo
estipulado por la Ley Laboral. Ya no trabajo precarizado, de jornadas
que sobrepasan las 16 horas, con salarios míseros, sin horas extras,
primas, etc

6.- La burguesía boliviana siempre ha tenido características
rentistas, desplazadas del poder impulsan ahora, junto a las empresas
petroleras y fuerzas externas, un proceso divisionista que tiene el
objetivo de fragmentar más nuestra región (Yugoslavia. Irak es una
muestra de la estrategia imperialista). Uno de los sectores que tuvo
un protagonismo importante dentro de la política nacional fueron los
sectores agro-exportadores, eso en el pasado y ahora, se constituyen
en el principal poder económico de Santa Cruz, son un sector altamente
subvencionado, por el precio del diesel dentro de nuestro país y
beneficiado por normas impositivas que prácticamente les exenta de
cualquier pago de impuestos, vía cedeim. Las transnacionales
petroleras, pese a que el gobierno garantizó sus inversiones, legalizó
sus contratos, le dio seguridad jurídica, no ha dejado un minuto en
preparar el derrocamiento del "indio" presidente, han parado las
inversiones petroleras y están llevando a una virtual crisis
energética al país, cuya primera manifestación es el constante
desabastecimiento de GLP en las ciudades y en el corto plazo generaran
un desabastecimiento de gas a la industria nacional y al consumo
interno.
7.- Hemos llamado a cerrar filas contra los fascistas, como tarea
central del momento. No significa que comulguemos con el actual
gobierno, ni propugnamos la subordinación de la independencia de clase
de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. Significa que
golpeemos juntos a un enemigo común. Para los trabajadores fabriles,
maestros, mineros, etc., la aprobación de un Estatuto Autonómico
significara un gran retroceso, la CAINCO públicamente ha planteado que
no aplicara el DS, de incremento salarial del 10% al básico, hasta
esperar al 4 de mayo, para negociar.
Tenemos además que sacar las lecciones necesarias de los hitos más
importantes de la historia política de nuestro país, el no actuar de
manera conjunta para derrotar el golpe fascista de Hugo Banzer acelero
la caída de Torrez, y se constituyo en un gran retroceso social para
los trabajadores, lo mismo podemos decir de la llamada Unidad de
Democrática Popular de los años ochenta.
8.- Convocamos a los sindicatos obreros, sus Federaciones, y a la
clase obrera que en este contexto debemos convertirnos en la
vanguardia de la lucha social y revolucionaria. Las clases dominantes
(de occidente y de oriente) han fracasado históricamente, dejaron a un
lado las aspiraciones de las nacionalidades "originarias" y los
intereses de desarrollo regional de los Departamentos y las
Provincias.
Corresponde a la clase obrera, asumir la tarea de construir la unidad
del país, de la resolución de los problemas centrales, hasta refundar
en el plano económico, social y político una Bolivia nueva.

Cesar Uscamayta
amr.bolivia@gmail.com
AGRUPACIÓN MARXISTA REVOLUCIONARIA


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