Amaranta Rojas, Julio Escalona y los evadidos

Ayer al medio día, intenté localizar a mi amiga Amaranta Rojas y hasta la noche estuve en eso. No pude hacerlo. Quizás dejó de nuevo Margarita y volvió a su conuco de por los lados de El Tigre. Por la necesidad de recomponer lo que allí se debe habérsele revuelto dada su larga ausencia y observar el estado en que ahora pudiera estar todo eso, sus matas y animales, que debió dejar en manos de otro, quizás no pudo atenderme el teléfono; o pudiera ser también que en esa zona rural, como en casi toda Venezuela, las comunicaciones se han vuelto complicadas y hasta "evasivas.

Tuve y tengo un doble interés de hablar con ella y ambos son perentorios y urgentes. El primero por darle el ¡feliz año!, pues es muy malo y hasta ridículo hacerlo dos o tres meses después. La querida amiga pudiera creer que uno la ha olvidado y dejó en el camino los afectos o se ha vuelto "evasivo" o evadido.

El segundo motivo por el cual deseo hablar ahora con Amaranta, es para advertirle que ese artículo sobre el cual escribió ayer titulado "Julio Escalona: calladito se te veía más simpático", el cual se puede leer siguiendo el enlace, https://www.aporrea.org/actualidad/a318406.html, no es de Julio Escalona. Le informaron mal.

Antes de leer a Amaranta, alguien me envió ese mismo artículo, aparentemente bajo la firma de mi viejo amigo, compañero y camarada de los tiempos de AD y luego en el MIR e inicios de la lucha armada y la clandestinidad, pero al final se me advirtió que, en verdad, Julio no era el autor del artículo sino otro personaje. Al parecer, la confusión se debe a que Escalona sólo se encargó de difundirlo. Esto lo sé, de muy buena fuente. Al parecer, su intención se limitó a que mucha gente, dado su prestigio e influencia leyesen ese trabajo, no sé si por desatar una discusión o porque le hubiese gustado escribirlo, pero prefiere seguir callado como está. Algo así como aquello del "Chavo del ocho", "sin querer queriendo".

Y esto quise decirle a Amaranta con la finalidad que buscase la manera de resolver el rollo en el cual se había metido por aquello que mi suegro decía para que nosotros no incurriésemos en excesos o errores, en cada circunstancia, "no te abalances". Pues Amaranta se abalanzó, dando por un hecho que el artículo fue escrito por Julio.

Pero en verdad, ese artículo escrito por alguien que bien sé quién es, pese se lamentó de lo mal que estamos, lo que con frecuencia hace, dado es una de las víctimas, como que los salarios están peores que antes, pese el gobierno y los sectores económicos hablan de un estruendoso y audaz arranque de la economía, dentro de un modelo que nada tiene que ver con los sueños de Chávez, su autor, al mismo tiempo, se encarga de recalcar esto último. Es decir, Amaranta percibió que allí había un doble juego de alguien de quien se siente defraudada. Que en verdad no es quien ella cree. Sino que el verdadero autor de ese artículo, de buena fe, de esa manera lo percibe desde lejos, tiene la creencia que, eso que sucede, es digno de elogio, pues espera que, detrás de eso llegue el bienestar a quienes ahora, como él, han soportado todo el peso de la crisis, las sanciones, el bloqueo, la incapacidad gubernamental para dar respuestas de conformidad a un proyecto distinto al de la IV República; y ahora, el resurgimiento de una capa de los mismos viejos empresarios y la nueva burguesía revolucionaria, emergida del gobierno, que nos llevan a un estado en inferioridad de condiciones nacionales y para los trabajadores a las anteriores a 1998.

Amaranta percibió como un doble juego y censurable, dado que creyó, que el autor de ese trabajo, había sido Julio Escalona, alguien por ella admirado y de quien espera una actitud diferente y hasta un de pronto despertar o reventar. Por eso le dice "calladito se te veía más simpático".

Al parecer, la verdad es que Escalona, según la fuente que me envió el artículo al celular, se encargó de difundirlo y eso generó la confusión. En todo caso, haya sido el autor o simplemente se limitó a difundirlo, lo que pareciera significar lo comparte, pudiera servir para que, Amaranta me responda preguntándome: ¿Y no es la misma vaina? En cuyo caso yo no hallaría qué cosa responderle. Sin embargo, quisiera tener una respuesta satisfactoria, dado mi afecto por Escalona y mi preocupación por su silencio.

Sobre la "Metamorfosis" de Kafka y particularmente en relación con Gregorio Samsa, el tipo que un buen día amaneció vuelto "escarabajo" u otro insecto en verdad, como dicen algunos estudiosos en detalle del libro y el asunto kafkiano, para quienes lo del tipo de insecto les parece fundamental y primordial en la obra, más que otro asunto, cosa que no entiendo, pues parece una también manera de evadirse, yo un simple mortal o maestro de escuela, de cuando lo leí hace muchos años, siendo bastante joven, en tiempos que los políticos como nosotros le dábamos mucho valor a la narrativa –quizás por eso soñamos demasiado y nos cansamos de poner la torta – siempre he tenido la idea, se trata de un tipo, un viajante, que optó por evadirse, agobiado por sus problemas personales, inherentes al sistema y los de su propia familia. Una manera como obviar "la cruda realidad" o para decirlo en el lenguaje coloquial, que pese en veces parezca rudo, es muy definitorio, optó por "sacarle el culo a la vida que llevaba". O un hacerse ermitaño, para no enterarse de nada de lo que pasa y pudiera hacerle sufrir, aunque el ermitaño sufre muchos males, sobre todo de carácter material pero que prefiere asumirlos, subliminarlos, para evadir los otros.

Y recuerdo a Kafka y Gregorio Samsa, porque en Venezuela, además del Covid, pandemia que pareciera entre nosotros reducirse o disminuir su velocidad de expansión, ha habido últimamente otra que crece de manera muy sutil, silenciosa, pero crece. Y esta es la de los profesionales de las ciencias sociales, políticos e intelectuales de vanguardia en otros tiempos, que están optando por evadirse, tanto que uno mismo, que siempre había creído no estar dispuesto a eso, viendo a muchos que hasta se jugaron la existencia al extremo en otros tiempos, cuando la vida de los trabajadores era una "maravilla", al compararla con lo que ahora sucede, empieza a pensar hacer lo mismo porque, como decimos los cumaneses, "uno no puede ser más pendejo que nadie".

La evasión se manifiesta de distintas formas. El lector de esto, que es al mismo lector y observador de unos cuantos que no escribían pero hablaban hasta por los codos y actuaban, se habrá dado cuenta de los cambios que se vienen produciendo en ese sentido. Quienes sólo hablaban, aprovechando que los medios se les prestaban para que dijesen lo que creían conveniente y hablaban de revoluciones, cambios profundos en favor de los trabajadores y hasta lanzaban sus amenazas con "profundizar el socialismo y la revolución", han callado. Como si alguien les hubiese amordazado o un virus desconocido les comió la lengua o las cuerdas vocales. Y no es asunto de la edad, porque tienen la misma mía.

Quienes escriben y son leídos, pese ahora hay alguno que otro que se nota, porque los números son una vaina muy elocuente, poca gente les lee, dado lo que están haciendo y escribiendo no les gusta, no les parece pertinente o es una manera de protestar contra ellos, pues no es eso lo que esperan, pese sea muy bonito y hasta interesante lo escrito. Al decir que no "les gusta lo que están haciendo", no me refiero a los temas que tocan y menos a su calidad de escritores, porque no la han perdido, eso es muy difícil que suceda, sino porque, de entrada, con sólo leer el título, que todavía está lejos del asunto del cual se habla, se percibe "la sacadera de culo" o la evasión para no meterse en vainas o no pisar en terreno prohibido y además ese no el asunto que ahora está en el primer plano de sus intereses.

Son escritores, opinadores, políticos, de esos de altura, intelectuales de quienes se espera guíen al universo ansioso de participar y hasta protagonizar con conocimiento de causa sobre la vida cotidiana de Venezuela, como lo habían hecho siempre, tanto que una vez tuvieron la audacia de advertirle al presidente Chávez acerca del riesgo del hiperliderazgo, vaina que ahora la estamos pagando caro, la han cogido por escribir sobre las "guerras del Peloponeso", los conflictos antiguos del mar Egeo, de Filipo y su hijo Alejandro Magno, Imperio Macedónico, las Cruzadas y cuando mucho se acercan, es para hablarnos de la guerra ruso-ucraniana, pero por estos lados de la cerca no llegan, como cuando uno sabe que del otro lado hay unos perros enormes y bravos que san capaces de saltar y caernos encima.

Y otros hablan del intento del dominio de las aguas en el universo todo por parte del imperialismo. Y de este y sus rasgos rapaces, su historia y hasta del peligro que representa para un planeta en decadencia por la acción rapaz de todas las fuerzas del capitalismo, las de allá y las de este lado, aunque en verdad, también la han cogido, al hacer esos enfoques, por mirar para un sólo lado. Y en ese hablar del y contra el imperialismo en abstracto, como quien habla por media boca y mirando hacia arriba para que el vecino no crea que habla mal de él, pasan por alto, olvidan que hasta a ellos mismo, supone uno, los pocos bolívares que cobran se les vuelven mendrugos con las corridas del dólar, la indiferencia oficial y como el imperialismo, como le gustaba decir a un viejo amigo, está cogiendo nuestras vegas para montar sus potreros.

Se comportan como aquel viejo compañero que habló, en la década del 60 en un barrio a una buena cantidad de gente del socialismo y la conquista de un mundo bondadoso, sin percatarse que, mientras hablaba, las aguas negras que corrían por las calles del barrio le habían llegado a los tobillos. Y de eso no habló, pero no por ocultar aquello sino que, por dogmático, no lo percibió o no le dio importancia.

Menos mal y esto sí es bueno decirlo, pese digan que yo también reculo, Maduro, cuando pocas horas atrás fue entrevistado por Mario Ramonet, ese personaje que va y viene cada cierto tiempo a lo mismo y por la forma de entrevistar, entrevista que se lleva para hacerla circular en Europa, pone énfasis en la idea que aquí estamos viviendo en el mar de la felicidad o en la Isla de Jauja, no habló que vivimos en una sociedad socialista o en transición hacia eso, sino en recomponer la economía; es decir rehacer en lo posible un capitalismo hecho hilachas o por demás salvaje. Y eso es bueno, porque quita de manos o de la boca de la derecha, el discurso, según el cual, esto es socialismo o lo que es lo mismo, que el hambre, los bajos salarios, la falta de servicios de salud de los y trabajadores, frente a las enormes ganancias de unos pocos, no son rasgos propios de la sociedad capitalista donde estamos sumergidos, si no es causa de la sociedad socialista aquí construida.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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