Partido Socialista Unido de Venezuela

Consideramos que la realidad más cercana a nuestro pueblo es la necesidad de encontrar las formas más adecuadas de llegar a la unidad estructural. Después de una experiencia como organización electoral y durante 8 años hemos tenido la influencia de 11 eventos electorales en los cuales el pueblo ha salido victorioso porque apoya de manera radical al líder de la revolución bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías.

Ha llegado el momento de organizar un partido político que unifique el criterio de una marcha hacia la consolidación de nuestro proyecto bolivariano. Cuando hablamos de partido único la manipulación mediática que nunca descansa ha filtrado la idea de secta, la que deja la imaginación de un solo partido político que funciona en el país. Nada más alejado de las intenciones de una marcha hacia la conquista real del poder popular.

La necesidad de darle forma clara y determinada a una estructura política viene en el momento en que las particularidades se hacen innecesarias, y la razón de la lucha, el pueblo soberano, ejerce sobre la naturaleza fragmentaria de la humanidad particular su noble influencia aglutinadora. De ahí que nos toca diseñar y darle vida a una organización que unifique doctrinariamente a la nación. Luego, ante la desintegración de las singularidades, tendremos la fortaleza del movimiento bolivariano estructurándose en partido político cuya doctrina aglutinará a la población que las últimas votaciones dio un número redondo de siete millones y medio de venezolanos que decidieron por la conducción revolucionaria de nuestro presidente reelecto.

Todos los partidos deberán fusionarse como ríos humanos hacia un solo mar que es el Partido Socialista Unido de Venezuela. Gran desafío que nos legó nuestro comandante, que habla con la voz del pueblo bolivariano. Es más fácil reunirnos para acabar con una botella de licor que para darle forma a una institución política que deberá tener en su seno la fuerza y la claridad para guiar a casi 8 millones de personas que miran el futuro de la Venezuela potencia. Vamos a romper ese paradigma negativo y a construir uno digno de nuestra soberanía nacional: luchar por unificarnos en lo correcto.

Está claro que nuestras diferencias individuales deberán disolverse ante la primera necesidad que es de la Patria, la necesidad irrevocable de unirnos como pueblo que se apodera de su destino. No cabe aquí la doble moral del imperio capitalista. El socialismo del siglo XXI lo estamos construyendo a diario, y este paso hacia la unidad política, exige de la integridad ética propia de un verdadero liderazgo que no sólo predica la doctrina revolucionaria bolivariana, sino que la practica.

Este liderazgo no sólo es necesario sino que ante las circunstancias actuales resulta imprescindible. El momento no es para dilatarnos en un debate estéril sólo para responder a necesidades particulares. Se trata de una puesta en marcha de la maquinaria intelectual y moral del proceso para afincarnos en el terreno firme de la realidad del pueblo y de la soberanía popular. Y a partir de esta necesidad cada uno con sus obligaciones responder hábilmente al desafío comunitario de no sólo procurar la unidad ético-política sino de realizarla.

De hecho se trata de un paradigma que entraña el carácter axiológico del proceso revolucionario, y por ello, nuestro comandante hace hincapié en la necesidad de luchar contra la corrupción, el burocratismo, y la única manera de vencer este monstruo siniestro es con la conciencia revolucionaria y su expansión inculcando la doctrina que hará posible la unidad, tanto en la concepción como en la acción política de nuestra realidad como pueblo soberano.

Tener claras las metas y las formas de realizarlas. Capacitar a los que vienen en un tren de asimilación y formación ideológica de las bases fundamentales de nuestra doctrina que servirán de pilares para sostener desde abajo la estructura ético- política y social que dará luz a una plataforma organizativa capaz de ser conducida hacia el horizonte de justicia y soberanía que guía nuestra democracia directa y revolucionaria.

De nuestra unidad depende el futuro revolucionario. Se acabó el tiempo de la especulación teórica y el año 2007 viene con la expansión de la unidad socialista convertida en organización revolucionaria unificadora.


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Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

 mforti9@gmail.com      @mforti9

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