En vez de congresos filosóficos distractivos implementemos el Plan de la patria (II)

En la entrega anterior, dijimos que no estamos de acuerdo como una de las  medidas de contra-ofensiva a la agresión económica imperialista que coronó con el éxito electoral, el pasado 6-D (“Renovación”), por parte del presidente Maduro, estuviese la convocatoria a un “Congreso Económico de Pensamiento Socialista Hacia el Modelo Productivo”, alegando que eso era algo distractivo, que no estábamos para filosofar o hacer teología económica sino para actuar, manifesté también que la guía estaba allí y de paso es ley nacional, el denominado y mencionado tantas veces por el mismo presidente “Plan de la Patria”, ya por ahí salió uno de los “enchufados mayores”, como lo es Elías Jaua, compartiendo mi criterio y manifestando que “la época de los diagnostico se acabó”.

Quiero alertar también porque he visto que el gobierno de la burocracia chavo-madurista insiste en profundizar la táctica de “correr hacia adelante”, echándole la culpa, de su fracaso, a la guerra económica y al pueblo, tildándolo de traidor o en el mejor de los casos que “se dejó engañar por la guerra económica” y ahora está tramitando un sendero muy peligroso de graves consecuencias, como es aprobando leyes apresuradamente y haciendo nombramientos atropellados, caso de los Magistrados del TSJ, lo que le corresponde a la próxima asamblea por ley.

No es descartable que esta “radicalización extemporánea” como el convocar al poder popular paralelo al parlamento burgués, cosa que no se hizo, en su oportunidad, con las “leyes del poder popular”, entre ellas la de la comuna, que no es ninguna comuna o soviet, ya que la derecha impuso su agenda, no tocarle ni un pelo a los muy capitalistas y feudalitas estados y municipios, quedando esas leyes de carácter sub-municipal (Una asociación de vecino cualquiera con recursos para hacer “obritas”) y de corte gatopardeano; o ahora, si quiere combatir a “la guerra económica” pero sin desenmascarar y depurar a sus infiltrados y/o dobles agentes internos dentro del alto gobierno, cómplices o co-autores, es decir, dejar las cosas como están, repito, no es descartable que esta radicalización extemporánea sea para buscar un acuerdo con la derecha y suavizarla, para “echarle tierra” a casi 300 millardos de dólares robados a la nación y en bancos y paraísos fiscales.

Al respecto, sobre estas “radicalizaciones extemporáneas de Maduro post 6D”, estoy escribiendo un artículo propuesta sobre cuál debe ser el comportamiento de la izquierda revolucionaria, ante la nueva situación del país, al existir una derecha con mayoría absoluta en la asamblea nacional y una burocracia traidora que se desmorona, que sendero andar para no caer ni en la provocación o trampa-maniobra de uno ni del otro, no ser tonto útil de ambos morochos (PSUV-MUD).
Ahora prosigamos con la aplicación o implementación del plan de la patria que lleva casi 3 años de retardo motivado a que la burocracia pumalaca, y en este aspecto tiene responsabilidad principalísima el presidente Nicolás Maduro, producto a que no se quiere empezar a construir el socialismo y se empezaron hacer los populistas e improvisado “gabinetes de eficiencia en la calle” que han desvirtuado y trastocado al plan Simón Bolívar II (2013-2019) o “Plan de la Patria”.

PETROLEO, GAS Y PETROQUIMICA.

La materia del petróleo, gas y petroquímica, están contenido en esencia en la parte económica del plan de la patria, el Titulo III, referente a la “Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y El Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestramérica”, siendo el punto primero (3.1), lo referente a “Consolidar el papel de Venezuela como Potencia Energética Mundial”.

Quiero detenerme aquí un poco, puesto que cuando se diagramó este plan económico social de desarrollo nacional, todavía no había empezado la debacle de los precios del petróleo provocadas por USA, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, entre ellos Qatar (El Jeque de Qatar, amigo de Maduro), no solo por el franking sino por el robo de petróleo y venta a US$ 20 el barril, en un mercado paralelo que hace el grupo terrorista supuestamente islámico y aupado por estos mismos factores, mas Turquía e Israel, del DAES (Estado Islámico-EI), en Siria e Irak, por lo que la meta allí trazada de 4MMBD (4 millones de barriles de petróleo diarios) para el 2014 y 6MMBD (6 millones de barriles de petróleo diarios) para el 2019, debe ser reconsiderada o congelada parcialmente, hasta que mejore la situación del mercado, aunque esto no impide que este petróleo sea industrializado y lo convirtamos o en gasolina o en petroquímicos u otros derivados. Por esto me voy a referir fundamentalmente al desarrollo gasífero y al petroquímico.

En las metas gasíferas del plan de la patria, en el numeral 2 del sub-punto 3.1.1 (3.1.1.2), el plan nacional establece la meta a conseguir en gas, siendo esta de “…para el año 2014 hasta 9.247 MMPCD y en el año 2019 a 11.947 MMPCD….”. Aparte que en el sub-punto 3.1.3, establece mantener la producción en las áreas tradicionales de petróleo y gas, por intermedio de mantener las actividades de perforación, rehabilitación y reparación de pozos, incorporar nuevos proyectos de recuperación secundaria y conservar y mejorar la infraestructura existente (3.1.3.1, 3.13.2 y 3.13.3). El sub-punto 3.1.4, ordena desarrollar las reservas del “Cinturón Gasífero”, ubicado en nuestro mar territorial, los proyectos Rafael Urdaneta, Mariscal Sucre y Plataforma Deltana “…para alcanzar una capacidad de producción de gas de 720 MMPCD para el 2014 y 2.030 MMPCD para el año 2019.” Y búsqueda de gas en otros sectores (La Blanquilla, Golfo de Venezuela, Ensenada de Barcelona, etc.), esto lo podemos ver en los numerales 1 y 2 de este sub-punto mencionado.   

Es importante hablar del desarrollo gasífero puesto que es una fuente de energía tan igual como el petróleo y menos contaminante, aparte de no estar sujeta a las cuotas restrictivas que razonadamente y en defensa del precio impone la OPEP; y si esta burocracia fuera tan chavista, como dice ser, ya tendría todo el parque automotor de transporte público y de vehículos populares funcionando a gas, cual era uno de los lamentos que con sobrada razón sentía el comandante y que sentimos todos cuando pasamos por Anaco o El Furriel y vemos a nuestro gas desperdiciándose en mechurrios permanentes y perpetuos. Si esto se hubiese hecho, la migración del parque automotor de transporte a gas, hace rato que se hubiese podido aumentar la gasolina sin ningún impacto social y se ahorraría todo el gas que se bota criminalmente en el oriente del país.

El otro aspecto que se pudiese hacer, producto del mercado petrolero deprimido, es aumentar la capacidad de refinación, con miras a venderla a precio costo o ganancia y exportarla a precio internacional (Si se hubiese hecho la migración a gas descrita) o impulsar la industria petroquímica, pero nuestra burocracia traidora y anti-patria (Algún día, más temprano que tarde, sabremos los venezolanos la magnitud de la traición del chavo-madurismo), se preocupa más en el reparto de la renta petrolera (Las divisas en dólares) y como apropiarse de ella que engrandecer el país, máxime cuando su contenido esta diagramado en el plan de la patria, lo que tenía que hacer era desarrollarlo.

Para mayor ilustración en los sub-puntos 3.1.5, 3.1.6, 3.1.7 y 3.1.8 y sus respectivos numerales, está en detalle las metas del desarrollo gasífero y petroquímico., inmersos en el plan de la patria.


GUAYANA   

Los pumalacas (Fruta guayanesa roja por fuera y blanco sepulcro por dentro), al desarrollo industrial de Guayana que no es otra cosa que la industrialización del hierro y la bauxita y sus derivados principales el acero y el aluminio, respectivamente, la han denominado, al igual que los adecos que arrasaron con estas tierras “la alternativa no petrolera de Venezuela”, siendo esto una consigna inapropiada y de carácter rentista, ya que el objetivo de “la alternativa no petrolera”, era bajo la concepción rentista y de dependencia del imperio anglosajon, “otra renta distinta al petróleo”, pero una renta al fin y al cabo y no su desarrollo aguas abajo, por eso es que estando una ciudad ya hecha como Ciudad Bolívar, fue preciso “crear otra ciudad” que estuviese cerca de los yacimientos y de la salida al mar, cuando ya existía Ciudad Bolívar, por eso considero una decisión acorde con la industrialización o desarrollo endógeno, el hecho que se hayan instalado la siderúrgica y las reductoras de alúmina, al pie de las minas, las denominadas “Ciudad del Hierro” (En Ciudad Piar) y la “Ciudad del Aluminio”, cerca de Caicara del Orinoco (Proyectos e inversiones primarias, hoy, criminalmente abandonados por la burocracia), con fines de transformar la materia aquí mismo y no como era la concepción del puntofijismo, una renta importando a los países capitalistas materia prima y semi-elaborados del hierro, acero y aluminio; es  por ello que considero como consigna correcta “La Industrialización de Guayana”, en contraposición a “la alternativa no petrolera” adeca o puntofijista de carácter rentista, parasitaria y de colonia capitalista imperialista.

El numeral 4 del sub-punto 3.1.8.- del plan de la patria, relativo a lo tocante entre la industria del petróleo sus derivados y el acero y el aluminio, así: “…3.1.8.4. Crear Empresas Estatales, Mixtas y Conglomerados Industriales para la instalación de Plantas de Calcinación del Coque, Recuperación de Metales del Flexicoque y Coque Verde, Planta de Ferrovanadio, Planta de Brea de Petróleo y Planta de Orimatita, basados en la integración de las cadenas de Petróleo e Industrias Básicas y Minería de los sectores Hierro – Acero y Bauxita-Aluminio.”. Esto implica que gran parte de la infraestructura petrolera. Gasífera y petroquímica seria construida o semi-elaborada en el parque industrial de Guayana, cuestión que reduciría costo, ya que esto materiales se importan y a la vez aumentaría la inversión y riqueza en Guayana, ya que estas empresas de corte manufactureras del acero y aluminio repotencian la economía.

Por otro lado, el “Plan Guayana Socialista” de donde se sacó la parte correspondiente en el plan de la patria, al Estado Bolívar, prevé la gestión socialista, inmersa en la constitución nacional en las figuras de la autogestión y co-gestión, del control obrero y/o empresas comunistas o Empresas de Producción Social (EPS), un modo de producción distinto y totalmente contrario a la empresa mercantil, en donde priva el trabajo, la planificación, el préstamo público y la empresa de hecho; y eso lo notamos en el sub-punto “3.2.5.”, cuando en sus últimas líneas dice textualmente: “…y modelos de gestión eficientes y productivos cónsonos con la transición al socialismo.”.
Conclusiones

Con el potencial agropecuario y agroindustrial que tiene Venezuela, más la potencia que es en petróleo, gas y sus derivado petroquímico, gasolina, plástico, etc., más el potencial de hierro y bauxita para construir un complejo industrial ferroso-alumínico en Guayana, sin tomar en cuenta los minerales preciosos y estratégicos (Oro, diamante, plata, coltán, uranio, etc.), sin tomar en cuenta, para nada, el potencial pesquero y turístico, eléctrico, etc., Venezuela no tendría hoy por qué estar en contra de las sogas por parte del imperialismo yanqui y su burguesía lacaya, más la derecha primitiva y retardataria del continente y ese triunfo del 6D de la mediocre e insuficiente derecha venezolana, no debió haber existido jamás; solo eso podría darse producto a que este país lo dirige una burocracia indolente e incompetente y sobre todo traidora al ideario bolivariano revolucionario para nada socialista y mucho menos de izquierda; estamos ante una gran traición histórica que nosotros los venezolanos contemporáneos, aunque nos daremos cuenta de ello muy pronto, y ya muchas personas empiezan a abrir los ojos, pero su magnitud y gravedad la calibraran los compatriotas a la segunda y tercera generación próxima.

El siglo XXI se le abrió a Venezuela, al igual como se le abrió el siglo XIX, con grandes perspectivas de cambio y un sol luminoso de transformación, lo peor de todo es que nuestros con-nacionales de la época estuvieron a la altura del compromiso, cosa que nosotros no hemos sabido hacerlo, y solo si es recuperado el rumbo del “espíritu del 27-F-89”, antes del 2020, se perderá este siglo completo, y el próximo tren pasara después de 50 años, como lo fue con Zamora, después de Bolívar, con Cipriano Castro, después de Falcón y Guzmán, con la generación del 28 y el 23 de enero, después de la traición de la fulana “revolución de octubre del 45” y el 27-F-89 y Chávez el 4-F-92, después de la traición de los adecos y copeyanos, ese tren pasa cada 50 años, y repito y concluyo, si no rescatamos el rumbo perdido y traicionado, antes del 2020, perdemos definitivamente el 27-F-89 y el 4-F-92; dentro de 50 años en el 2060-2070, insugirá una nueva generación que intentara enmendar el entuerto del cual no fuimos capaz de enderezar; ojala esa generación sea triunfadora y nos ponga en el puesto que nos corresponda, el de los Páez, Falcón y Guzmán, Gomes, Betancourt, aunque tengo la fe que eso no sucederá puesto que el rumbo se rescatara antes del 2019.



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Francisco Sierra Corrales


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