Maduro yo te creo, pero…

Si Presidente, al igual que los millones e venezolanos que votamos por usted confiados en que continuará el legado de nuestro comandante eterno Hugo Chávez yo le creo, y que su propósito para que la paz se consolide en nuestro país es una de sus mayores preocupaciones.


Muchas veces le he escuchado decir que sin justicia no hay paz y viceversa, algo con que la gran mayoría de los habitantes de este hermoso país estamos de acuerdo. Pero me pregunto: ¿Por qué es tan lenta la aplicación de justicia en Venezuela? ¿Puede haber paz mientras la justicia marcha a paso de morrocoy?


Muchos casos que a estás alturas deben estar resueltos parecen dormir en los archivos de los tribunales. Los culpables andan por ahí continuando su plan desestabilizador y golpista. Parecen burlarse de las leyes. Se creen intocables. Pongamos por ejemplo el caso de Capriles, causante de una docena de muertos inocentes por el solo hecho de no estar de acuerdo con que usted lo derrotara electoralmente, llamando a sus partidarios a “pagar su arrechera” con protestas violentas en las calles. Este hecho da la impresión de haber pasado al olvido. ¿Por qué ese silencio con respecto a este caso? Los dolientes de estas victimas esperan repuestas rápidas, no puede ser que mientras estas familias que perdieron sus seres queridos por la irresponsabilidad de este energúmeno tienen aún vivo su dolor, esta lacra ande muy horondo sin que se la haya aplicado justicia.

Otro caso es el del loco de carretera Leopoldo López. Este al menos se encuentra entre rejas, aunque con todas las comodidades que gozan los presos de su categoría, así su esposa ande por ahí diciendo que lo tienen como al Conde de Monte Cristo pasándole la comida por un huequito donde apenas cabe un plato, algo que de tan solo escucharla mueve a risas. Pero el pueblo espera que pronto se dicte la sentencia definitiva para que este terrorista pase sus cuantos años en chirona.

Ahora bien, el caso que más nos preocupa a los revolucionarios y defensores de este proceso, es el de María Corina Machado y su combo de terroristas y vende patria. Esta mujer, poseedora de toda la maldad y el odio que pueda acumular un engendro diabólico, ha sido descubierta con pruebas contundentes de planificar nada más y nada menos que el asesinato de usted presidente, el delito político más grave que se pueda cometer como es el magnicidio. Si embargo por ahí anda, de acusada en acusadora, mayor cinismo no puede haber. En otro país, sobretodo el que ella y su cuadrilla de vende patria defiende y del que reciben instrucciones como son los Estados unidos, ya la hubiesen condenado a pena de muerte.

Creemos presidente en su voluntad para que se apliquen las leyes con justicia, para que se termine la impunidad que está socavando las bases de la paz en nuestro país. Creemos en usted presidente Maduro como creímos en nuestro amado comandante Hugo Chávez, pero queremos acción, queremos rapidez en la aplicación de esa justicia para que estos terroristas paguen su merecido carcelazo y no se les de el chance de la fuga y queden sus delitos en la impunidad.



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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

 hermos4848@yahoo.com

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