Los “atentados” a Guaidò, una burla a sus seguidores y un peligro para la tranquilidad del país

Supongamos que usted es jefe de escolta de un personaje cualquiera, empresario, artista o político. Tiene a su disposición un equipo de guardaespaldas debidamente entrenado que le garantizará la seguridad de esa persona. En un acto público donde ese personaje tendrá participación aparece un individuo y se acerca caminando tranquilamente con una pistola en la mano en dirección al citado personaje; ¿Cuál es el procedimiento inmediato a ejecutar? Simple; lo primero que tiene que hacer el anillo de seguridad es rodear a la persona que está protegiendo y cubrirla con el cuerpo o algún escudo que se tenga para el caso, mientras el resto de los escoltas buscan neutralizar al presunto agresor. Esa es la cartilla universal para todos los organismos encargados de la custodia de personajes, sobre todo de dignatarios, que se viene practicando desde tiempos remotos con la salvedad de los avances tecnológicos que ahora se ponen en práctica.

La oposición ultraderechista que apoya a ese pichón de la política que se autoproclamó presidente en una plaza, ha tenido la “brillante” idea de simular un atentado contra su líder que a todas luces se descubre como la más ridícula bufonada que se pueda realizar. Guaidò es el único “presidente” en el mundo que cada vez que aparece en publico es victima de un atentado. Cuando no lo caen a piedras lo caen a tiros. Lo raro es que nunca sufre una lesión a pesar que sus guardaespaldas son unos ineptos que toleran que un individuo encapuchado se le acerque con una pistola en la mano con intenciones de asesinarlo y no logran neutralizarlo, al punto que permiten que pose para que lo fotografíen los veinte “periodistas” y resto del grupito que lo acompaña. Nadie corre, nadie se asusta, nadie grita, todo el mundo en total calma esperando al parecer el disparo que terminará con la vida del autoproclamado. Disparo que nunca sale del supuesto armamento y lo más cumbre; nadie detiene al pistolero y este desaparece misteriosamente. Sin duda una burla a sus seguidores pensantes y también a los que no razonan y lo siguen tan solo por su oposición y odio al gobierno.

Todos esos shows lo que demuestran es un desespero por levantar la imagen de un individuo que se ha ido secando paulatinamente hasta convertirse en un cadáver político que tan solo despide la putrefacción de su fracaso. Pero esa desesperación es muy peligrosa, ellos andan buscando un muerto, no a Guaidò, pero quien sabe si se atreven a ello, los creo capaz de eso y más, tan solo una orden del Norte bastaría para ejecutar tal cosa. Pero el muerto que buscan será dentro de las filas de sus seguidores, para convertirlo en el mártir que justifique el calentamiento de las calles y que Guaidò suba en las encuestas y logre llenar una cuadra emn sus convocatorias. Por eso es necesario que el gobierno revolucionario esté ojo avizor antes estas pantomimas que podrían poner en peligro la tranquilidad del país. Guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por descuidado.



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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

 hermos4848@yahoo.com

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