Cómo un gobierno que pretende ser socialista, o se hace llamar; abre y amplia minas de carbón en medio de ríos para que dicho combustible fósil los capitales privados lo exploten, trasladen y comercialicen. Aprovechando así el gobierno local, regional y nacional las entradas de migajas al fisco, dado lo barato del mineral.
Chávez cuando fue presidente paró y cerró dichas minas, y los proyectos de unas diez firmas mineras extranjeras. Se fueron del país. Le dió el presidente la razón a los ecologistas y movimientos indígenas de los cinco pueblos amerindios existentes
en el estado Zulia.
Todo lo contrario hace Nicolás Maduro Moros. con CARBOZUIA y el gobernador del Zulia. Los orienta a producir 30 millones anuales de toneladas métricas de carbón.
Por ello, unen esfuerzos económicos, políticos y mediáticos para ampliar las minas Paso Diablo y Norte. Igual hace el gobierno nacional en Táchira/Lobatera y Falcón/Pedregal.
Varías municipios o parroquias quedarán sin agua; y sufriendo las consecuencias negativas de estos proyectos mineros carboniferos portuario vial exportador impuestos desde Caracas. Que generan, en el estado Zulia, solamente un grupo de trabajadores, un salario. Pero, la desproporción ocupacional es bestial, pues el negocio del carbón no es rentable ni genera empleos. Ni en la subregión Guajira.
Para ocultar dicha propuesta ecocida, el gobernador con un grupo de representantes de ministerios anuncia la REFORESTACIÓN de las cuencas de los principales ríos del Zulia, imponiendo entre éstos a CARBOZULIA que ha fracasado hasta en la siembra de árboles en los kilómetros de materia inerte o escombreras producidas con los desechos de la extracción de carbón en los municipios fronterizos Guajira y Mara.