Los 10 ecocidios del 2025 en Latinoamérica

Hoy recordaremos los mayores problemas ambientales del año 2025. Una serie de ecocidios que destruyeron los recursos naturales latinoamericanos, tras el paso devastador de doce meses llenos de sangre, dolor y lágrimas.

Cuando el dinero impone sus propias reglas de juego en el planeta Tierra, se establece un desequilibrio ecológico en nuestros territorios latinoamericanos, que se acrecienta con la inacción judicial de los organismos públicos, que son incapaces de aplicar las leyes ambientales vigentes, para castigar con celeridad los hechos delictivos presentados.

La gran delincuencia en contra de la Pachamama, es un problema multifacético dentro de las regiones latinoamericanas, ya que cada empresario, latifundista, guerrillero o político, tiene sus propias ambiciones económicas que deben ser rápidamente alcanzadas, violentando la santidad del Medio Ambiente y fructificando la ignorancia de sus decisiones.

Desde el municipio Cabo Rojo en Puerto Rico, pasando por el distrito de Manseriche en Perú y llegando hasta el departamento de Guairá en Paraguay, existen terribles inconvenientes ambientales que se vienen ocultando en paquetes turísticos, en hoteles cinco estrellas y en enormes centros comerciales, que NO reflejan la realidad socio-ambiental de la geografía latinoamericana.

Por eso, explicaremos los 10 principales ecocidios visualizados en América Latina durante el año 2025, para NO quedarnos calladitos en el abismo de la impunidad, y para alzar la voz de protesta social junto a la ciudadanía.

En el puesto número diez, lamentamos el salvajismo ambiental cometido en el Monumento Natural Teta de Niquitao del estado Trujillo en Venezuela, donde delincuentes en motocicletas irrumpieron por capricho y por placer en el Parque Nacional Ramal de Calderas, para prender la fiesta con los furiosos motores de sus vehículos y divertirse pisoteando los delicados frailejones del páramo andino venezolano, que sigue siendo perjudicado por la entrada ilegal de drogadictos y vándalos en sus fríos paisajes.

En el puesto número nueve, revelamos los 60 ejemplares de ciprés de las Guaitecas talados ilegalmente en la comuna de Tortel, región de Aysén en Chile. Muchos de los árboles endémicos asesinados tenían más de 500 años de saludable existencia, y de hecho, el ciprés de las Guaitecas es la conífera más austral del Mundo y nativa solamente en la Patagonia, por lo que la tala de esos preciosos árboles en la Reserva Nacional Katalalixar, es un delito que hasta la fecha no ha podido ser castigado en territorio chileno.

En el puesto número ocho, informamos la gran deforestación de cinco hectáreas de bosque en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Corredor Fronterizo Norte, ubicado en la provincia de Alajuela (Costa Rica). Especies de árboles amenazados en suelo costarricense, como botarrama, caobilla, almendro, corteza amarillo y tamarindo, fueron taladas y aserradas como parte de una ilegal expansión agrícola, dejando entrever la facilidad de cometer delitos ambientales en zonas protegidas fronterizas de Costa Rica y Nicaragua.

En el puesto número siete, encontramos los 300 árboles talados en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte de Santo Domingo (República Dominicana). La deforestación se hizo para cumplir con la nueva infraestructura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2026, específicamente para construir un estadio de béisbol que albergará la competencia deportiva en la capital dominicana, pero talar cientos de árboles sanos y frondosos en un espacio verde considerado pulmón vegetal del país, demuestra la falta de políticas ambientales sostenibles y sustentables, cuando la diversión paga el ecocidio con bates, pelotas y cuadrangulares.

En el puesto número seis, denunciamos los 500 árboles talados y 30 frailejones arrasados en la Serranía de Juaica, región de Cundinamarca en Colombia. El furioso desmonte alcanzó los 1.200 metros cuadrados de bosque nativo, donde habitan especies de fauna como el oso de anteojos, el tigrillo, el venado cola blanca, el coatí de montaña y el zorro perruno. No olvidemos que la Serranía de Juaica es una gran fuente hídrica para las comunidades de Tenjo y Subachoque, por lo que el ecocidio perjudicó el acceso público al vital líquido.

En el puesto número cinco, observamos los 10 mil litros de petróleo crudo derramados en el Parque Nacional Lauca en la región Arica de Chile. El conductor del camión que transportaba el petróleo con destino a Bolivia estaba borracho, y fue por su estado de ebriedad que perdió el control del camión y derramó los diez mil litros de hidrocarburo en la quebrada Taipicahue, generando un ecocidio que afectó la flora y la fauna en tierra andina chilena.

En el puesto número cuatro, resaltan los 50.000 metros cuadrados de contaminación que alcanzó el derrame petrolero en la zona ribereña del Lago Mari Menuco de Argentina. El vertido de hidrocarburos a cargo de las empresas Pan American Energy y Yacimientos Petrolíferos Fiscales, generó una nueva problemática ambiental para las comunidades indígenas mapuche, ya que el derrame petrolero enturbió el agua del Lago Mari Menuco, siendo la fuente hídrica principal de abastecimiento para la cuenca del Río Neuquén y del Río Negro.

En el puesto número tres, señalamos los 2000 litros de colorante azul que contaminaron el Lago de las Tulipas en el municipio Jundiaí de Brasil. La intensa y extensa mancha azulada del colorante que contenía ácido acético, alteró la química natural del agua y terminó tiñendo de azul a cientos de especies marinas, incluyendo gansos, patos y peces, que murieron en las azuladas aguas del lago brasileño, y aunque los videos del desastre se viralizaron en las redes sociales, por el asombro de ver a un lago pintado de azul eléctrico, realmente pocas personas comprenden la gran magnitud del daño ambiental carioca.

En el puesto número dos, visualizamos los terribles derrames petroleros en los estados Veracruz y Tabasco de México. Sabemos que 8 kilómetros de río en Veracruz y 15 kilómetros de litoral en Tabasco, fueron ensuciados al extremo por culpa de la empresa mexicana Pemex, que siempre tiene suficiente dinero para seguir comprando licencias ambientales en México, pero nunca tiene suficiente corazón para descontaminar el agua sucia del río Pantepec, del río Tuxpan, de la Laguna Mecoacán y de la costa de Paraíso.

En el puesto número uno, subrayamos los 25.000 barriles de petróleo derramados en la provincia de Esmeraldas en el norte de Ecuador. La rotura de un oleoducto a cargo de la empresa Petroecuador, generó una devastadora destrucción ambiental en un rango de 82 kilómetros, cuya mancha petrolera recorrió desde el Estero Caple, pasando por el río Viche y llegando hasta el Océano Pacífico. Se cerraron playas como Las Palmas, Las Piedras y Camarones. El derrame petrolero llegó a ensuciar el área protegida de manglares en Esmeralda, por lo que el ecocidio fue catalogado como un crimen nacional para el país.

Aunque no pescaban esmeraldas, los pescadores ecuatorianos sí pescaban peces para alimentar a sus familias. Peces que como las esmeraldas desaparecieron de los ríos contaminados en Ecuador por el derrame petrolero, así como los agricultores también perdieron sus cultivos de plátano, cacao y aguacate, así como los apicultores se quedaron con abejas manchadas de la amarga miel del petróleo, y así como también muchos pobladores enfermaron del estómago y de la mente, por la crisis sanitaria que generó una rotura, un derrame y miles de seres vivos marinos muertos.

El gobierno contradecía a las declaraciones de Petroecuador, y Petroecuador contradecía a las declaraciones del gobierno. El gobierno culpaba a un acto premeditado de sabotaje, y Petroecuador culpaba a un deslizamiento no premeditado de tierra. Nadie sabía si los barriles del derrame eran ricos barriles de dólares o eran sucios barriles de petróleo.

Durante 10 días, las verdaderas causas y las verdaderas consecuencias del crimen ecológico en Esmeraldas, fueron secretos intencionalmente ocultados al pueblo ecuatoriano, y mientras el dinero contradecía a la plata, y mientras la plata contradecía al dinero, el pobre pueblo ecuatoriano se quedaba sin peces para pescar, sin comida para comer, sin esmeraldas para soñar y sin oxígeno para respirar.

Sabemos que Chevron es el eterno diablo de Ecuador. Pero hay muchos corruptos demonios con sangre ecuatoriana, que siguen endiablando a sus tesoros naturales, pero es más fácil seguir culpando a la sombra gringa del pasado, y es mucho más difícil regalar esmeraldas a los pobres pescadores que viven en un caótico presente ambiental ecuatoriano, y aunque Chevron seguirá siendo Chevron, los esclavos no siempre serán sus esclavos.

Recorrimos la hermosa geografía de América Latina, y sufrimos el dolor de una cicatriz en Abya Yala, que arde con la sal enrojecida del planeta Tierra.

Es imposible soñar con la sustentabilidad de un Mundo claramente insostenible.

Vimos que el capitalismo salvaje compra las mejores licencias ambientales, compra el silencio de los corruptos entes gubernamentales, y compra la desenfrenada barbarie genocida que impera en el siglo XXI.

Usted y yo conocemos muchísimos más ecocidios perpetrados en el año 2025, pero si nos quedamos callados y no denunciamos los problemas ambientales de nuestras comunidades, pues estaremos siendo cómplices de las corporaciones nacionales y extranjeras, que se dedican a polucionar los territorios latinoamericanos que habitamos a diario.

Con el poder de las redes sociales en nuestras manos, ya NO hay excusas para evadir el compromiso ecológico a favor del planeta. Denunciemos los delitos en Facebook, en Instagram, en Reddit y en WhatsApp. Utilicemos las herramientas tecnológicas para el bienestar del Medio Ambiente, olvidando la eterna indiferencia y despertando una nueva conciencia.

De enero a diciembre y de lunes a domingo, la Madre Tierra exige respeto, amor y voluntad de cambio en los Seres Humanos, para convertir la amarga pesadilla ambiental del año 2025, en una luz de esperanza positiva que ilumine los caminos del 2026.



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Carlos Ruperto Fermín

Licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo Impreso, LUZ. Ekologia.com.ve es su cibermedio ecológico en la Web.

 carlosfermin123@hotmail.com      @ecocidios

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