¡La oposición lo quiere, más muerto que vivo!

Impresionante las maquinarias oligárquicas y adineradas de nuestro país, quienes no respetan nada, no temen a nadie y les importa un bledo qué tipo de sistema político impera la nación; si es comunista, si es socialista o si es dictadura. Para ellos lo importante es tener dinero, dentro y fuera de Venezuela. Mantener como sea una estructura en instituciones claves llámese la banca privada, la militar, la penitenciaria, los sindicatos, algunos ministerios. Siempre y cuando tengan asolapada gente que les haga los favores, a funcionarios que se rinden ante la riqueza delictual, garatinzarán lo que deseen; desde asesinar a un fiscal como facilitar la fuga del preso que a ellos le pidan.

Como bien lo ha criticado fuertemente el Presidente Chávez, el burocratismo; esa trinchera donde la vieja clase política está enquistada esperando el momento propicio para amasar sumas financieras cumpliendo al pie de la letra las líneas que se emiten desde un teléfono, un e-mail o personalmente.

Cuando veamos a un personaje de la oposición preso, no por motivos políticos, sino por violar expresamente la ley nacional, escapando de un recinto carcelario téngalo por seguro que son unas cortas vacaciones que se les prometió mucho antes. A ellos también se les ofrece asilo y dinero siempre y cuando conduzcan marchas hacia una sangrienta emboscada, o intenten derrocar a un presidente, o saboteen un proceso electoral, o siembren la corrupción aún en el más novato político.

Lamentablemente nuestro proceso revolucionario no ha radicalizado su acción ante estos hechos y hoy podemos ver como siguen retardados los procesos de encarcelamiento de figuras públicas; sea dueños de medios, empresarios, iglesia. Una total impunidad.

Con la fuga de Carlos Ortega; sea que obedezca a un plan desestabilizador, lo importante es la vulnerabilidad y complicidad que existe en nuestras cárceles. Hagamos la idea de que dentro de unos días, o una semana, o un mes muy cercano a las elecciones; aparezcan asesinados, por el sicariato, estos prófugos de la justicia. El impacto que causaría al sector contrario al presidente. La gran excusa para que no se realicen las elecciones, la justificada retirada de Rosales, Er Conde, y los demás. Todo para que Chávez no gane y para oxigenar a los disociados opositores.

O la fuga es el pago exacto a Ortega temiendo siete años más de gobierno revolucionario o la posibilidad que lo asesinen en su cómoda y amigable celda, acaso estar en un mismo piso con 23 paramilitares es para pensarlo. A cualquiera de ellos le pueden pagar para eliminarlo.

La pregunta es: ¿Qué sucedería si está en asilo en Colombia? No se estaría a caso buscando un rompimiento con ese estado; no ha sido suficiente que Álvaro Uribe aún tenga asilado a Carmona Estanca.

Realmente la fiscalía llegará a los autores intelectuales; ¿seguirá el fiscal royendo el hueso duro de la impunidad?. Un caso emblemático más que perturba a la mayoría de la nación. El cuento de nunca acabar. Todos esos –y que intelectuales- están fuera de nuestras fronteras.

Nuestro pedido al gobierno bolivariano en que se profundice férreamente los cambios en estas instituciones. Que la depuración en la fiscalía sea una realidad, que los próximos 7 años de gobierno la agenda política sea derribar esas enquistadas estructuras y que con la participación del pueblo se crean nuevos mecanismos socialistas de control, servicio, de justicia.

Lo que preocupa de la fuga de Carlos Ortegas y los tres Farías es preocupante porque en este hecho debe haber involucrados militares activos, no nos podemos chupar el dedo, eso no quiere decir que la institución militar esté conspirando, para nada; fue un claro mensaje al Ministro Baduel; protagonista principal del dicho estamento militar en el contragolpe del 11 de abril, recordemos lo que se trató de hacer recientemente con García Carneiro. Leopoldo Castillo en su espeluznante programa ¡Alo Ciudadano!, a gritos creaba la matriz de oponión en que no fue una fuga sino un secuestro para asesinarlo. Qué hizo CONATEL ¡Nada! y así reina la impunidad en los medios.

Culmino esta nota en que debe haber una ley que prohíba a la banca privada los movimientos sospechosos de cuentas antes y después de estos lamentables sucesos. La banca no es inocente, y como todos bien sabemos las altas sumas de dinero, los del delicto político, no se guardan debajo del colchón. La banca debe saber a nombre de quién se depositan ciertas sumas. Caso ejemplar SUMATE, conociendo la banca privada los movimientos financieros de esta organización, cayaditos hasta que la Asamblea Nacional intervino en el asunto. Ojo pelao.

juliocesar1221@yahoo.es


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4686 veces.



Julio Cesar Colmenares

Comunicador alternativo.

 juliocesar1221@gmail.com

Visite el perfil de Julio César Colmenares para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Julio César Colmenares

Julio César Colmenares

Más artículos de este autor