En el aspecto positivo, ser trotskista es responder a tres análisis y posiciones programáticas claras. La primera, que mientras exista el capitalismo en el mundo o en un país, no hay solución de fondo para absolutamente ningún problema: empezando por la educación, el arte, y llegando a los problemas más generales del hambre, de la miseria creciente, etcétera.
Unido a esto, aunque no es exactamente lo mismo, el criterio de que es necesaria una lucha sin piedad contra el capitalismo hasta derrocarlo, para imponer un nuevo orden económico y social en el mundo, que no puede ser otro que el socialismo.
Segundo problema, en aquellos lugares en donde se ha expropiado a la burguesía (hablo de Cuba y de todos los países que se reclaman del socialismo), no hay salida si no se impone la democracia obrera. El gran mal, la sífilis del movimiento obrero mundial es la burocracia, los métodos totalitarios que existen en estos países y en las organizaciones obreras, los sindicatos, los partidos que se reclaman de la clase obrera, y que han sido corrompidos por la burocracia.
Y éste es un gran acierto de Trotsky, que fue el primero que empleó esta terminología, que hoy día es universalmente aceptada. Todos hablan de burocracia, a veces hasta los propios gobernantes de estos estados que nosotros llamamos obreros. Mientras no haya la más amplia democracia no comienza a construirse el socialismo.
El socialismo no sólo es una construcción económica. El único que hizo este análisis es el trotskismo, y también fue el único que sacó la conclusión de que era necesario hacer una revolución en todos estos estados y también en los sindicatos para lograr la democracia obrera.
Y la tercera cuestión, decisiva, es que es el único consecuente con la realidad económica y social mundial actual, cuando un grupo de grandes compañías transnacionales domina prácticamente toda la economía mundial. A este fenómeno económico-social hay que responderle con una organización y una política internacional.
En esta era de movimientos nacionalistas que opinan que todo se soluciona en el propio país, el trotskismo es el único que dice que sólo hay solución al nivel de la economía mundial inaugurando el nuevo orden, que es el socialismo. Para eso, es necesario retomar la tradición socialista de la existencia de una internacional socialista, que encare la estrategia y la táctica para lograr la derrota de las grandes transnacionales que dominan el mundo entero, para inaugurar el socialismo mundial, que será mundial o no será…
Nahuel Moreno fue uno de los teóricos y activistas marxistas de más influencia en América Latina en la segunda mitad del siglo XX.
Vea también:
- Su biografía en Wikepedia.
- www.nahuelmoreno.org
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