Estrategias del imperialismo contra el proceso revolucionario

El dedo de Ismael

Desde Guatemala en elecciones presidenciales, Didalco le da luz verde a Ismael para que arremeta contra el gobierno bolivariano, al estilo “adeco” de coreanos exiliados en Aragua y que no se han podido quitar nunca, con ese chillido en el discurso propio del histérico, con esa crónica subida del dedo para ajustar los lentes para “poder” ver, lo que todo el mundo ya conoce de memoria, que Ismael juega en política revolucionaria a “gol en contra”. Ese tic nervioso puede leerse como el autoseñalamiento crónico: yo, yo, yo, yo siempre yo. El día que Ismael deje a su dedo tranquilo, sin señalar su entrecejo, estará bajo tierra. Quedará en el recuerdo, en la memoria, el dedo izquierdo, y el dedo derecho tocando la mitad de los lentes que no se mueven. Siempre jugando con el dedo de la derecha y el de la izquierda. ¿No retrata en la vida diaria su modus operandi político un ratico en el gobierno otro en la oposición?

Los tres chiflados de la oposición dentro del proceso revolucionario han demostrado que persiguen pautas exclusivas, personalistas y egocéntricas, todo lo que los identifica con un valor típicamente capitalista (acumulador de riquezas), perros defensores del capital, y guardianes del imperialismo disfrazado de “democracia social” y últimamente “socialista”. Vacíos de proyecto para el país, sólo atinan a “reorientar” el proceso revolucionario hacia la costa “democrática” que ellos entienden, y nosotros sabemos, representa a los intereses gringos, intereses de la tiranía de las multinacionales.

Ismael es el típico oportunista que sin valores espirituales ha vendido su alma al diablo, por eso no tiene orgullo, ni vergüenza en cruzarse cada vez que puede hacia el bando dizque enemigo, pero para nadie es un secreto que cada día se lo ve mejor como infiltrado en el proceso revolucionario, y se lo entiende mejor cuando se observa el papel “conciliador” o vocero “vinotinto” de la derecha venezolana, que no esconde, una furiosa e ilimitada ambición de poder, tan grande que pasa por encima de Ismael mismo y forma con Didalco y Ramón un solo cuerpo con tres cabezas, el can Cerbero del mito.

Si hay algo que une a estos tres fermentos políticos del materialismo venezolano es que están decididamente en decadencia y forrados de billete mal habido. Tienen el estigma de COPEI y AD en sus almas de traidores crónicos. El destino y rumbo de Venezuela socialista bolivariana no les pertenece, ni les importa, y mejor así, lentamente el pueblo que cada día ignora menos el fundamento de sus estrategias, irá develando la manipulación mediática, económica, política y gubernamental que traman, siempre para aliarse al supuesto enemigo. Son el brazo político de la oposición actualmente en contra de la reforma. Son parte del batallón que trabajaba en la “izquierda” del proceso pero que recibe ordenes de la Casa Blanca directamente, como en estos momentos Didalco en Guatemala, y levantan el dedo de la oligarquía criolla, mediando con los estudiantes terroristas, serviles y conspiradores, gerenciando los 11 millardos recibidos para cristalizar el caos antes que aceptar derrotados electoralmente, el poder del socialismo bolivariano. Toda una maquinaria mediática de “sociedad civil” que aspira ser reconocida mundialmente como la única alternativa al “REGIMEN pretotalitario” de Chávez. En este escenario juegan como Larry, Mou y Curly del imperialismo, los tres líderes del pulverizado podemos a hacer política.

Pedigueños del poder nunca han calado profundamente en el pueblo venezolano porque siempre se les ha visto la fibra de ladrones, sicarios, bandoleros, especuladores y estafadores, es el prototipo del pirata político, y a Ismael le vendría bien un ojo tapado, porque el garfio y el zarcillo lo imagina cualquiera. Piratas de la revolución con la misma fuerza que fueron atraídos al portaviones chavista, serán execrados, como lo es la porquería, lo que resta, lo que no falta, lo que no puede más, “Aquello que debe morir” según Gramsci, en todo proceso revolucionario.

El insulto a la revolución que durante 8 años ha dejado este trío de mafiosos al poder, no será en vano, representarán en el futuro lo que no podemos ser, aquel antivalor llamado a servir de guía para limitar a las nuevas generaciones de la intoxicación y la enfermedad, lo que no debemos ser. Estos fieles serviles del imperio, camuflados en la revolución, no es que cambien su disfraz de camaleón, sino que el pueblo, y su poder, que es verdadero, y sin retórica histérica, les está viendo el alma. En ese instante menos esperado para ellos, súbitamente transparentan la verdadera fisonomía del vampiro, y para el pueblo, ese momento suficiente y necesario ya ha ocurrido.

Para nadie es sorprendente el acercamiento de podemos a la oposición sin liderzazo. Es una trama bien estructurada desde la oposición que sigue pautas del imperio y su lobby. De ahí que Leopoldo López, Julio Borges, Capriles Radonsky, Manuel Rosales y Teodoro Petkoff, entre muchos otros, jueguen en el mismo equipo que Didalco, Ismael y Ramón. Todos trabajando por el NO. El pueblo soberano no tiene dedo. Agarra con una mano poderosa y quiebra con la fuerza de mil soles, la traición del hipócrita, la arrogancia del soberbio, el despotismo de los dictadores, así vengan camuflados de “demócratas sociales”.

Oportunamente serán pulverizados por la marea roja rojita de la cual brota como un clamor estrepitoso, como una cascada inextinguible, el grito afirmativo y viril de la revolución socialista bolivariana: ¡Si! ¡Reforma Ya! ¡Patria Socialismo o Muerte! ¡Viva Chávez!

Mforti9@cantv.net


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Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

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