Si hay guerra en Venezuela, los sobrevivientes continuarían el conflicto peleando con palos y hachas

El imperialismo, después de la reedición del fascismo en Palestina, Libia, Siria y Ucrania pretende hacer lo mismo en Venezuela, sin medir los efectos de la hecatombe, holocausto y diáspora que la guerra lleva consigo.

Los hechos cruciales que han definido el fascismo en Venezuela son, las tres derrotas electorales sufridas por la derecha en el transcurso de un año (dos derrotas a Capriles y la derrota contundente en las elecciones municipales) y la consecuente crisis económica en que ha caído la burguesía con el avance de las misiones sociales y el fortalecimiento Estatal en el control legal de la producción y distribución (hoy los oligarcas están perdiendo los privilegios anteriores derivados de la explotación desmedida de los trabajadores, del acaparamiento de los productos y la venta del petróleo).

El nacionalismo se manifiesta constantemente como contraparte a la influencia cubana en el desarrollo de los cambios sociales en Venezuela. Y se acrecienta después de la deposición de Víktor Yanúkovich en Ucrania. Los fascistas venezolanos manifiestan muy entusiasmados las aspiraciones a volver al poder mediante la posibilidad de una guerra que les permitiría recuperar los privilegios económicos y políticos perdidos.

Capriles, Leopoldo López y Maria Corina Machado han manifestado desesperadamente la intención de derrocar al presidente Maduro y denunciar la incapacidad del Estado en manejar el asunto económico. Durante el mes de febrero la burguesía y las clases medias de distintas ciudades han realizado una serie de acciones tendientes a desestabilizar el proceso revolucionario de cambios. Los datos más destacados de esas manifestaciones, obtenidos en audios, videos y fotografías son, la declaración de guerra contra el gobierno de Maduro (ver las fotografías de la gente armada recibiendo adiestramiento militar en una universidad, las preparaciones paramilitares de los manifestantes. Miguelitos, alambre de púas, barricadas, fogatas, molotov y vino).

La guerra y la agitación constante permiten a los sectores conservadores manifestar sus posiciones ideológicas contra revolucionarias. Como es el caso de Ruben Blades y otros miembros de la farándula artística internacional que ayudan a consolidar el nacionalismo producto de las derrotas políticas y económicas capitalistas sufridas por la burguesía en Venezuela.

Las derrotas acrecientan la frustración y el odio ideológico contra la revolución y sus líderes; así se acrecienta el nacionalismo y sus actos violentos para militares. Hacen intentos de atraer a los grupos lumpen y otros, desencantados con la revolución. Los cubanos son sus enemigos, los comunistas y los chavistas también. Los jóvenes resentidos con la revolución, están en la mira de ser convertidos en el brazo armado del fascismo que le está dando otra cara a la MUD en Mérida, Táchira, Carabobo, y otras ciudades; poco falta que el Mud tome el nombre de Partido Nacional Socialista Venezolano.

En Venezuela se combina la táctica de lucha callejera con la táctica de las intrigas y las amenazas. Estos hechos han recibido mucha publicidad en redes sociales. En Cnn y otros medios están pretendiendo hacer que Leopoldo López, deje de ser un personaje exclusivamente venezolano y quieren catapultarlo a ser un personaje conocido por toda la población y por el mundo.

En la propaganda se ha sostenido que la revolución lleva la finalidad de arruinar a la clase media, asociado al anti cubanismo, sus mensajes hacen hincapié en la crisis económica, la devaluación y culpan de esto al gobierno de Maduro por su “incapacidad” y que son ellos, la Mud, los únicos capaces de sacar al pueblo de la miseria y el desgobierno. Para cumplir lo anterior, es necesario recuperar la industria petrolera y el acceso a las materias primas liberando esta actividad productiva de las ataduras gubernamentales. Esto es, volver a las privatizaciones y reiniciar la acumulación financiera que eliminaría la pequeña y mediana empresa devolviendo los recursos a los monopolios transnacionales y oligárquicos. Políticamente, las intenciones propagandísticas internas e internacionales de los medios van orientadas a convertir a López en líder nacional y a Maduro en un incapaz de gobernar.

Con todo esto la derecha piensa en primer lugar, incrementar y ascender en la cantidad de votos obtenidos en las últimas elecciones y tal vez, se está promocionando a López como futuro candidato a la presidencia. Un líder que se sacrifica por los seguidores y está comprometido con devolverles a los burgueses y pequeños burgueses los privilegios perdidos. En segundo, lugar continuar con la escalada militar que produzca la posibilidad de dejar plantead en perspectiva la guerra.

La guerra solamente le conviene al imperialismo, porque crearía el caos, la destrucción de un país próspero y pacífico que se ha salido del campo del dominio imperialista, detendría las aspiraciones de integración regional (ALCA – ALBA), relanzaría la venta de armas en el continente y potenciaría la Alianza del Pacífico, que es el proyecto que goza del respaldo imperialista norteamericano.

No hay duda que a los países latinoamericanos con gobiernos progresistas y al movimiento de países no alineados les afecta estratégicamente la guerra. Y si se ve este fenómeno en términos de vidas humanas, de destrucción de los mejores logros en el camino del progreso que han realizado los latinoamericanos. Promocionar y organizar la guerra es un contrasentido histórico, que solamente se les puede ocurrir a quienes han perdido el privilegio de explotar, robarse los recursos naturales y financieros de los Estados, corromper a la juventud y crear un sistema de privilegios, burocratismo y transas corruptas como modo de vida.

Sin embargo, la respuesta de la Guardia Bolivariana, del Estado y del pueblo, por el momento, ha sido de paz y de movilizaciones multitudinarias de apoyo al gobierno y al proceso revolucionario, como medida para sacar al país de la amenaza de la guerra, que están planteando los fascistas venezolanos.

El planteamiento pacifista de Maduro, NO es volver al hipismo con el amor y paz de John Lennon y démosle una oportunidad a la paz, o a la resistencia pacifista de Gandhi, aunque la propuesta de Maduro lleva de todo esto. La búsqueda de la paz, le evitaría al país y a América Latina, verse implicados en una guerra que con las experiencias de Libia, Siria y Ucrania solo se puede esperar, muerte, destrucción, sacrificio humano y desplazamiento de gigantescas cantidades de población.

Aunque una guerra no le garantiza el triunfo inmediato a la derecha o al imperialismo, ni al pueblo revolucionario, lo único que es seguro es la pérdida de vidas humanas, daños a las ciudades, destrucción de la industria y de la felicidad lograda, la inmolación por la patria y el desplazamiento de millones.

Y tanto es el poder militar que se emplearía en esta guerra, que los sobrevivientes finalizarían el conflicto peleando con hachas y con palos. Por ello, si la guerra amenaza a Venezuela y América Latina con hecatombe, holocausto y diáspora, es más humano luchar por la paz.

Paremos la amenaza de hecatombe, holocausto y diáspora

YA NO JODAN CON LAS GUARIMBAS FASCISTAS DE LOS BURGUESES. ES PREFERIBLE PARA TODOS, BUSCAR LA PAZ.


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Memo Fernández


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