Daños, engaños y desengaños a lo sumo

Se tiraron para lo hondo y, con el agua al cuello quedaron: al tratar de perjudicar al Gobierno Nacional con la tragedia de Amuay y, para su desgracia politiquera de irresponsables salieron con las tablas en la cabeza al querer involucrar a PDVSA con los más insólitos deseos y rumores de sus personaje salidos a flote como pavesas del desastre y, es que, sin ninguna exclamación de vergüenza se dejaron llevar al lanzar frases fatídicas que no encajan en la realidad política de los sucedido en la refinería de Paraguaná de la que desesperadamente pensaron sumar votos al candidato de la derecha que anda más despistado que un cangrejo sin muelas.

Sus viejos dinosaurios sin piel de democráticos: valiéndose de artimañas sin futuro, ni frases precisas de convicción, salieron a despotricar en fila india con un penacho de clamor de rumores fantasiosos que más bien de ofuscar al pueblo venezolano: los orientó a no morir engañados de tretas oportunistas que no reparan el incómodo momento en que la suerte del acto sucedido se premió de la desgracia en que la muerte se hizo presente consumiendo vidas inocentes de militares y civiles, unos en cumplimiento del deber de resguardo y, otros presentes en los alrededores de la refinería como habitantes cercanos.

Lo que fue posible y originó la consumación de la acción que se desarrolló en Amuay con la expansión del fuego en tres tanques –dos primeros y uno después- se va a saber más temprano que tarde y, si hubo manos invisibles y, no dejará dudas que no fue: por falta de mantenimiento de esas instalaciones de la planta, tal cual, se ha aferrado a ello, la vieja oposición que hizo posible en el año 2002 el paro petrolero con todas sus consecuencias negativas para el país que, hoy día ha salido nuevamente a la luz como si se hubieran sucedido ahora cuando, el paro se les fue de las manos y, nadie de la IV-R se hizo responsable de él, aunque, Carmona por Fedecámaras y Carlos Ortega por la CTV lo hayan convocado y, ambos por golpistas andan huyendo.

A la oposición venezolana actual como pedestal del candidato Capriles, todo lo que suceda en el país y que vaya en perjuicio del venezolano, a ellos les va en gracia placentera y, sus medios tratan de escandalizar al máximo: sembrando dudas y con la premisa de culpar al Gobierno y al presidente Chávez como candidato a la reelección presidencial buscando hacer aguas de hundimiento en su esfuerzo de primera opción y, como ejemplos de inconvenientes o hechos inesperados que últimamente han ocurrido, se tienen particularmente: los enfrentamientos en las cárceles en que los privados de libertad han jugado con la paciencia y la buena voluntad de los encargados en llevar adelante mejoras y actividades que adecenten la permanencia de los mismos en esos recintos y, los reclusos por interéses alejados de su integridad física y, más bien influidos por hechos de drogas y afianzamiento de liderazgos se han visto involucrados en los últimos sucesos en que los pranes han sacado el mayor alijo productivo en los enfrentamientos entre ellos y, lo otro que mantuvo a la expectativa al pueblo consciente fue la caída del puente de Cúpira, estado Miranda, vía Oriente que llenó de furia sin razón al candidato de la oligarquía y del imperio trastocándole las neuronas de su conformidad de lo que sucedió y no se sabe porqué –ni sus causas- pero, para él lo importante es crecer en popularidad a costa del dolor ajeno que mantenga en ascuas a una gran parte de la población que no comulga con sus ideas y, que hace uso casi permanente en ir venir y pasar por ese medio y más en estas vacaciones por tierra.

Pero, como en río revuelto todo vale: el mejor provecho a sus ansias de poder es el gran malestar que la naturaleza les puede causar al país y con ello precisan de llevarse por delante a nuestro candidato que tiene la primera opción de ser reelegido con toda la preponderancia del pueblo en acción y, por eso viven de plegaria en plegaria a la caza de cualquier suceso que lo infle en las encuestas y, que imaginan exprimir a su ser y constancia, para refregárselo al Gobierno como el gran culpable, aunque las razones no sean directas ni indirectas, sino casualidades de la vida.

…pero así son ellos: nefastos como incongruentes como apátridas.

estebanrr2008@hotmail.com



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Esteban Rojas


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