La VII Paila del Purgatorio será poco para su expiación

En vez de Cardenal, Urosa parece ser un Leviatán

“La Palabra”-del escritor Irvin Wallace-cayó en mis manos y he leído con fruición, de punta a punta, esa novela.

Hacía mucho tiempo que yo no leía un libro. La curiosidad mató al gato; es que todos menos el bordón, viajaron y me dejaron solito; bueno, o mejor dicho, que estar con el bordón es peor porque me da unas charlas educativas, el maleducado, charlas que escucho atentamente con dos tapones en los oídos, tal como hace Urosa Sabino cuando escucha al pueblo trabajador. ¡Claro, cómo él no trabaja (aunque come)!

El caso es que la autoridad dispuso algunas sentencias y hasta en la nevera guindó un cartelito con algunas instrucciones:

¡Te metes a la biblioteca y sacas ese perendenguero de herramientas y vainas y ordena todo; que yo no encuentre la cocina hecha un desastre, que para eso es lo que tu sirves, no sirves para más nada (y etc)!

Otro cartelito es contentivo de algunas instrucciones inútiles. “Y, mira que regresamos el miércoles, qué no estés vuelto Vx7#ñ€z3wcz, me vas a hacer coger una rabia”. Y, sí escribes, ten moderación, te lo estoy diciendo en serio.

Y, no más que entro a la biblioteca y empiezo a escarbar, encuentro la referida novela de la que dispuse leer y dejé para el próximo otoño del 2021, el trabajito de ordenar las vainas, aunque me caiga el chaparrón encima, mañana miércoles, porque lo que soy yo, va a jugar una partidita de dominó con los “muchachos de la comarca”, es que soy el homicida del dominó y debo dictar una clase al respecto (un poco de vanidad es propio de todo el mundo y el que ande libre de pecado que ponga la primera ficha).

Pero, entrar en materia.

La novela referida no es nada del otro mundo, son 734 páginas a mi modo de ver bien hilvanadas por el autor; tanto es así que pudo cautivarme y me permitió extrapolar algunas reflexiones entre las cuales, evoqué la figura maléfica del actual Cardenal Pitiyanqui Jorge Urosa Sabino-CPJUS- afecto a los peores criminales y proxenetas, conducta, por cierto, típica de esa pestilente jerarquía episcopal venezolana-CEV-de la que “El Urosa” es estandarte.

Os advierto que soy poco lector y, de paso, no muy bueno; que recuerde ahora, yo he leído apenas en mi puta vida, de un jalón, cuatro libros, a saber: “Elogio de la locura” (Erasmo de Rotterdam), “Papillón” (Henry Charriere), “Cuentos para olvidar” (Marcelo Colussi) y, ahora, “La Palabra” (Irving Wallace).

Respecto al grano, eso de manipular los evangelios, es vil; y, “El Urosa” es tamaña expresión de esa vileza, él aprovecha la llamada Semana Santa para despotricar contra la Revolución Bolivariana.

El Cardenal Urosa Sabino, con su maléfica conducta, más parece el Leviatán; precipita en Venezuela el advenimiento imparable del cisma mundial de la iglesia vaticana; te aseguro que Benedicto XVI lo sabe pero, en tanto que Papa, natas ha podido hacer para impedirlo.

¿El Cardenal Jorge Urosa Sabino y de Borbón, acaso irá a la V o a la VII Paila del Infierno, cuando le toque?

¡Benedicto XVI tiene la palabra y no debe hacerse el loco!

Benedicto XVI está enganchado en su propia red y el Cardenal Urosa Sabino disfruta saberlo, es por lo que “anda como pedro por su casa” con su propia agenda.

OTAN: En “Biblia Santa necesita una fe de erratas” y que está en la red, podéis ver el complemento indispensable para entender estas modestas reflexiones.


oceanoatlanticoguillermo@gmail.com


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Guillermo Guzmán


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