No me gusta ser pitoniso, pero basándome en lo que vivo día a día, la proyección que tengo de estas elecciones el 26S a la Asamblea Nacional, no está fundamentada en el fanatismo de un hombre que cree en este proceso como única posibilidad de construir un mejor futuro; está sustentado en el andar, que me ha permitido por la actividad que desempeño, estar cerca de las comunidades y encontrar un pueblo en batalla por todos los caminos, que me hace imaginar mas allá de las posibilidades de todas las encuestas y elucubraciones de analistas de hipódromos y perdedores de toda la vida, que andamos.
Conozco el pueblo que viene emergiendo de las catacumbas, ese que no conocía lo que es un derecho de palabra, porque no era tomado en cuenta sino en tiempos de elecciones, para llevar vagabundos a través de las componendas a los puestos que para ellos eran inalcanzables, después de haber sufrido calamidades que les toco cuando lo que había que repartir, lo hacían sin incluirlo, solo tomaban parte los cabecillas que manipularon a sus semejantes durante cuarenta años y hoy se presentan con chiva, estiramiento del pellejo, bigotes exagerados y ridículos, tratando de camuflarse, como para liberar sus culpas del desastre que causaron y creen que el pueblo emergente no tiene memoria, desconocen que hoy vuelan en batalla por todas las misiones y cuanta actividad de propuesta se les presenta; he estado cerca de ellos y conozco su ímpetu de querer y respetar esta posibilidad de no volver nunca atrás que le presenta mi amigo personal EL HOMBRE QUE EMPUJA.
Estoy informado que manejan mediáticamente fantasías disociadas que sacarán cuarenta o cincuenta diputados y dudo que eso pueda pasar sin pueblo; déjenme decirles a los opinadores de oficio tarifados, que conozco sus proyecciones y estoy vaticinando un máximo de treinta, para no ser pesimista; porque el pueblo que crece va a salir, el ímpetu que tienen inyectado se desbordará a brindar apoyo a nuestro máximo líder, porque como el dicho, amor con amor se paga.
Si me llego a equivocar en el vaticinio y se van por encima de lo que creo, la revolución se descompondrá y el mismo pueblo no se perdonaría, haber fallado en algo tan vital para la continuidad y el desastre será grande; porque vendrán por nosotros y nosotros estaremos preparados esperando para empezar lo que nadie quiere, que es convertir esta revolución pacífica, en la posibilidad de una violenta, que nos obligará a decir definitivamente, PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
RUMBO AL 26S.
HAZTE CONCIENCIA.
