(Este artículo está escrito en 2010, hace quince años. Parece que ahora hay concomitancias)
Sí, estamos en guerra. ¿O quizá en pre-guerra? Eso es al menos el boceto del clero fascista y de los fascistas asimilados a la derecha.
A fin de cuentas a las guerras les preceden convulsiones, como antes de un seísmo pierden sus plumas las gallinas...
Que no se confíe el personal. Sólo falta un militroncho que irrumpa a caballo en el Congreso para evitar que la España eterna siga en manos de rojos, de separatistas y de abortistas.
Para apreciar mejor mis temores, no hay más que echar un vistazo, por un lado, a la prensa y a los circuitos de la derecha que, dueña del capital, son casi todos, y, por otro, a la prensa y a los escasos circuitos de la izquierda que, encima, titubean por temor a serlo mucho...
Ved cómo los obispos arrecian. Cómo, por ejemplo, el arzobispo de Granada, Javier Martínez, suelta esta borriquería purpurada: "Matar a un niño indefenso, y que lo haga su propia madre, da a los varones licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella". Le importa un pito el supuesto niño indefenso. Lo que busca es la pendencia. O Munilla, el de San Sebastián, que ha dicho que ni se le ocurra a Zapatero ir a comulgar y que le importa poco tener en su contra al 70% del clero vasco... Lo que intenta Falange y de las jons al acosar con sus siglas al Tribunal Supremo para acabar con la carrera de Garzón.
La Ley de la Memoria Histórica es ya un guiñapo. Son ya demasiados los que echan tierra sobre tierra encima de los restos dispersos de los rojos. Camps y Barberá y Aguirre se sublevan sin tapujos ante la Moncloa. Los primeros haciendo caso omiso a la protección que tenía el Cabanyal; la segunda incumpliendo por segunda vez la Ley Antitabaco y otras hierbas. Monseñor Cañizares llama a rebato al Catecismo para dar a la LOGSE un puntapié. Nos lo comunica él mismo en un artículo sedicioso en el diario La Razón.
Prescriben los delitos de los Galeote y "los Albertos" y otros de ladrones de millones, mientras se encarcela al ladrón de bicicletas. Jueza exige a un alcalde de IU fianza de 1 millón, por destapar los delitos urbanísticos de famoso constructor: aviso a navegantes antes de meterse a fondo con el capital…
Las Comunidades y municipios gobernados por fascistas hacen oídos sordos al gobierno y sus decretos; el cumplimiento de las leyes del Congreso está necesitando de muchos más policías. Jueces y tribunales hacen cortes de manga a quien pide justicia desde el rojerío.
Avanza el diario Público, estandarte de la denuncia de verdad sin concesiones. Cuidad de la razón. Puede ser la causa de nuestra perdición: los fascistas sacan la pistola en cuanto nos oyen hablar de la cultura. Eso dijo Millán Astray, un general de Franco.
Estamos en guerra. Si no se ve es porque el pueblo ve siempre mejor lo oculto que lo evidente.
