El gobierno estatal de Rio de Janeiro encabezado por Claaudio Castro lanzó una masiva operación policial en las favelas (villas miseria) en los complejos de Penha y

Alemao. La operación en cuestión movilizó a la Policía Militar (con sus fuerzas especiales tales como BOPE y Choque) y la Policía Civil (con su Fuerza Especial CORE con el propósito de rodear las villas miseria en cuestión y ejecutar cientos de órdenes de arresto

La movilización de la policía incorporó a 2500 funcionarios y se estima que en las poblaciones había más de quinientos miembros de la organización delictual Comando Vermelho (Comando Rojo) la segunda más grande de Brasil.

Comando Rojo está entre las más grandes organizaciones delincuenciales en funcionamiento en Brasil y se originó durante el período de los regímenes militares.

Actualmente, la principal de sus operaciones se enfoca en la ocupación de terrenos y en la posibilidad de mercantilizar esa ocupación: las narco-guerrrillas le cobran una renta a los residentes, les cobran "honorarios" a los negocios y monopolizan el servicio de televisión por cable, gas domiciliario y electricidad, etc. Dados estos ingresos el papel de la marihuana y la venta de cocaína han disminuido de precio.

Las fuerzas policiales de Rio de Janeiro rodearon las villas miseria y "empujan" a los delincuentes hacia la densa floresta. No obstante, las narco-guerrillas no esperan que el BOPE los va a esperar justamente ahí. El empleo de esta táctica explica la disparidad en las bajas entre los traficantes y la policía. Con cuatro policías muertos en la operación y de acuerdo con los últimos datos, murieron 132 narco-guerrilleros y 113 fueron detenidos hasta ahora y más de 90 fusiles de asalto (que cuestan miles de dólares)han sido requisados.

Pero la singularidad de la resistencia del Comando Rojo durante la operación policial es el amplio empleo de varios aparatos aéreos no tripulados (drones) para la recolección de inteligencia y arrojar granadas contra la policía. El empleo de varios drones --con ese propósito como también la manera en que fueron utilizados, resulta reminiscente del empleo de aparatos aéreos no tripulados en Ucrania.

De hecho, anteriormente hemos publicado esta información:

Los carteles brasileños de la droga están enviando soldados para que actúen como mercenarios en Ucrania. A través de estos soldados pueden adquirir los últimos conocimientos militares, especialmente en el uso de nuevas tecnologías militares, tales como los aparatos aéreos no tripulados. Y existe la fuerte posibilidad que a través de este "intercambio" se esté construyendo --desarrollando un comando armamentístico narco-ucraniano.

Como ejemplo, el "ex mercenario" Pedro Ramaldes que se sabe que pasó un año en Ucrania y que incluso hay antecedentes que indican que es miembro del Comando Rojo con actividades en Penha y Alemao, las mismas localidades donde se realizó la operación policial de esta semana. Sin embargo, no hay informaciones que indiquen el destino del narco-mercenario, estará muerto, detenido o fugitivo.

Sugerentemente, el senador Flavio Bolsonaro, enfatizó el día de ayer, que el Comando Rojo envía soldados a entrenarse en Ucrania y que esto urgentemente neccesita investigarse por las autoridades brasileñas, también hizo énfasis en investigar esta oleada de "envíos" de brasileños a luchar en favor de Ucrania debido a la sospecha de vinculaciones delictuales.

Todo indica que existe en efecto un esfuerzo dirigido hacia ciertas figuras provenientes de sectores de la policía, la política y el periodismo, tratando de identificar y movilizar al gobierno brasileño contra el esquema de reclutamiento de mercenarios en Brasil.

A través de fuentes privadas,logré identificar la partida de aproximadamente 45 brasileños hacia Ucrania, solo en los dos últimos meses con la fuerte posibilidad que ente ellos hubiese gente vinculada al tráfico de estupefacientes.

Actualmente ya podemos iniciar una evaluación del alcance que el régimen de Zelensky representa una amenaza de una amplia desestabilización no solo del Sudeste Asiático sino también de América Latina.

El intercambio de entrenamiento y equipos con los carteles de la droga podría impactar a las frágiles democracias ---que en general ---con la excepción de El Salvador no demustran capacidad para eliminar las organizaciones delictuales que han proliferado.

Por otra parte, en el futuro podríamos terminar contemplando un flujo en reversa, especialmente luego de la potencial derrota de Kiev, con los militares mercenarios huyendo y encontrando empleo en los carteles de la droga en Brasil, Colombia o México y en el mercado negro de Ucrania potencialmente convirtiéndose en la principal fuente de armamento para las organizaciones criminales de acá.

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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